Los coqueteos entre Sebastián Sichel y Amarillos que alertaron a la militancia
Los encuentros que ha tenido el exministro con Cristián Warnken y Sergio Micco inquietan en sectores de la colectividad, los que rechazan la idea de que su figura "se tome" el partido. Desde el entorno de Sichel, en todo caso, descartan que él comience a militar en esa o en cualquier otra tienda.
“¡La marea amarilla ya se mueve por todo Chile”.
Con frases como esa, el excandidato presidencial Sebastián Sichel hacía campaña en septiembre de 2021, cuando buscaba llegar a La Moneda con el respaldo de Chile Vamos. El color amarillo fue el emblema de su despliegue y, desde entonces, no lo ha abandonado.
Entre algunos de los militantes del partido Amarillos por Chile, actualmente encabezado por el diputado Andrés Jouannet, aseguran que el exabanderado presidencial ha mantenido contacto con los dos últimos timoneles de la tienda: el escritor Cristián Warnken y el abogado Sergio Micco.
De acuerdo con quienes han sabido de esas conversaciones, estas se dieron en el marco de fortalecer el centro político y delinear lo que podría llegar a convertirse en una federación o coalición de centro, que agrupe a las fuerzas de centroizquierda que estuvieron por el Rechazo en el plebiscito del año pasado. Todo, cuentan, de forma “genérica”.
Si bien las mismas fuentes aseguran que su incorporación no se ha abordado en instancias partidarias formales, dentro de la militancia de Amarillos ya se encendieron las alarmas. Algunos ven con suspicacia los acercamientos entre él y la directiva.
Dentro de Amarillos enfatizan que ellos son un partido al que “la derecha le tiene cariño”, en consideración del rol que jugaron en el plebiscito del año pasado. Por eso, piensan que figuras de ese mundo podrían querer sumarse al movimiento con la mira puesta en las elecciones que se avecinan, o al menos contar con su respaldo. De hecho, algunos creen que eso es lo que ha intentado hacer la alcaldesa Evelyn Matthei (UDI) al vincularse con ellos.
En particular, dentro del grupo de amarillos más cercanos al expresidente Ricardo Lagos ven con preocupación su eventual ingreso. En parte, por su vínculo con la derecha. Pero mayormente por lo que su arribo significaría para la colectividad. Lo que temen, según reconocen algunos de ellos, es que su figura “se tome el partido”.
En esa línea, argumentan que no les molestaría que Sichel entre, siempre y cuando sea “un militante más” y no se convierta en la cara visible del partido. A modo de comparación, ejemplifican con el ingreso del exministro de Salud del segundo gobierno de Sebastián Piñera, Jaime Mañalich, quien, de forma discreta, empezó a militar a inicios de este año. Desde entonces ha trabajado en la comisión de salud de Amarillos, algo que es bien evaluado por sus pares.
Sin embargo, en el entorno de Sichel desestiman que estos encuentros sean significativos. Según revelan, así como el exsecretario de Estado ha almorzado con los líderes de Amarillos, también se ha reunido con dirigentes de Demócratas, el partido de la senadora Ximena Rincón. E incluso recibió a la timonel de Evópoli, la exministra Gloria Hutt, en su casa.
En esa línea, las mismas fuentes aseguran que si bien se le ha propuesto a Sichel que pudiese entrar, no ha habido una invitación formal por parte de la colectividad. Y que, en todo caso, él no tiene interés en comenzar a militar en ese ni en ningún otro partido, sino que quiere permanecer como independiente.
Es más, la exministra Mariana Aylwin, una de las amarillas más cercanas a Sichel, asegura que “es un invento, él no pretende entrar. Yo lo aseguro”.
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