La distante relación entre Reinaldo Rueda y Sebastián Moreno a días de la Copa América
El presidente de la ANFP no ha podido ejercer el rol del renunciado Andrés Fazio, quien era el nexo entre Quilín y las selecciones. La comunicación no es fluida entre las partes. Tampoco la confianza.
La renuncia de Andrés Fazio a la primera vicepresidencia de la ANFP fue un mazazo para Sebastián Moreno, pero también para Reinaldo Rueda. De un momento a otro, Quilín se quedaba sin su hombre fuerte, pero también sin su principal interlocutor con la selección chilena. Una decisión que dejó heridas profundas en el ente rector, heridas que aún están abiertas.
Luego del adiós del empresario, el presidente del fútbol chileno intentó asumir las labores de su exdirector, sobre todo las que tenían relación con la Roja. Sin embargo, no tuvo mucho éxito, aseguran en su entorno. El entendimiento y la química con el técnico colombiano estuvo muy lejos de la que el DT mantenía con Fazio y con el extimonel Arturo Salah. Con ellos dos tenía confianza absoluta, por lo que quedó aturdido cuando, en solo dos meses, ambos se fueron.
Por lo mismo, Moreno nombró a Raúl Jélvez, segundo vicepresidente, como el nuevo encargado de todo lo que tuviera que ver con la selección adulta, como la negociación de los premios para la Copa América, proceso que está en pleno desarrollo. El ex abogado de Codelco pensó que con el jurista temuquense la situación podría mejorar y la comunicación sería más fluida, pero también le fue mal.
"Rueda esperaba un mayor acercamiento de Moreno y un mayor apoyo para sus necesidades, pero no lo tuvo. Se sintió solo", explican desde el continuismo.
Luego, vino la crítica de Moreno tras la gira por Estados Unidos. "No me tiene contento el 44 por ciento de rendimiento", dijo el titular de la asociación.
"Eso agotó la paciencia de Rueda. Por eso, pagó con la misma moneda y criticó pública y abiertamente a la ANFP por la programación del campeonato, porque consideraba que las fechas atentaban contra su planificación, y llevaba meses buscando una solución sin ser escuchado. El palo era para Moreno", explican desde el continuismo.
Las críticas le dolieron al mandamás, porque el vacío dejado por Fazio quedaba al descubierto. De inmediato, el abogado comenzó el lobby con los presidentes de clubes para cambiar el número de fechas de las ruedas del campeonato. Si bien lo consiguió, el costo fue alto, porque varios timoneles votaron a favor solo para que no se les acusara de estar en contra de la Roja. "Había por lo menos cuatro o cinco clubes que estaban en desacuerdo, pero finalmente no quisieron votar en contra para que no se les apuntara", confiesa un miembro del Consejo de Presidentes.
Cuando se aprobó el cambio en las bases del torneo, una de las ideas que rondó en la ANFP fue hacer una conferencia conjunta entre Moreno y Rueda para demostrar que existía unidad, lo que finalmente no se concretó, ya que no estaban los ánimos. Además, era muy probable que fuera contraproducente, ya que en vez de verse mancomunados, podía quedar mucho más en evidencia la distancia entre ambos.
Ahora último, ocurrió otro episodio que distanció aún más la relación entre Rueda y Moreno. El seleccionador no quedó muy conforme con el hecho de que el último rival de la Roja previo a la Copa América de Brasil fuera Haití, ubicado en el lugar 100 del último ránking FIFA. Según explican conocedores de la situación, el extécnico de Nacional de Medellín se enteró de que había mejores rivales y al alcance de la mano, más allá de que el DT quería a un equipo débil, en el papel, para que sus jugadores se fueran con confianza a Brasil.
A un mes del inicio de la Copa América, la relación entre la máxima autoridad del fútbol chileno y el seleccionado nacional pasa por su peor momento. El panorama para la Roja es complejo, tanto fuera como dentro de la cancha.
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