Los íntimos balances de las campañas del Rechazo y el Apruebo a dos días del referéndum

apruebo rechazo

Con el periodo de campaña finalizado, al interior de los comandos sopesan lo bueno y lo malo de sus respectivos despliegues. En el caso del Apruebo, destacan su "fuerza en las calles", la que, según reconocen incluso en el comando del Rechazo, quedó evidenciado en la concentración de anoche en la Alameda. Eso sí, desde el oficialismo lamentan que su campaña no haya contado con los recursos que concentró la de sus contrincantes.


“En la radio y la TV están diciendo que en el acto del Rechazo hay dos mil personas y en el del Apruebo 200 mil (...). Ojalá esto no sea un cagazo”.

El mensaje lo envió el expresidente de RN Mario Desbordes un grupo de WhatsApp llamado “Derecha social” que comparte con otros personeros del sector. A eso de las 20.50 horas, las alarmas se encendieron en una parte de la derecha al ver la amplia convocatoria que consiguió el acto de cierre del Apruebo -ellos estiman en 500 mil los asistentes- en plena Alameda.

Y es que, en comparación, el acto de cierre del Rechazo, que se realizó en el anfiteatro Pablo Neruda del Parque Metropolitano de Santiago, congregó a no más de 400 personas. “Fueron cuatro gatos”, bromeó, en el mismo chat, el abogado y militante RN Carlos Cruz-Coke.

“Yo creo que sencillamente NO (sic) hubo acto de cierre del Rechazo en Santiago”, remató Desbordes.

No obstante, Cruz-Coke intentó justificar y señaló que “básicamente la gente del Rechazo no sale a la calle, no quieren que le peguen, pero va a votar de todas maneras”.

Lo cierto es que, en sectores de Chile Vamos, el evento organizado por el Apruebo -que incluyó presentaciones de artistas como Francisca Valenzuela e Inti Illimani- generó sorpresa. Sin embargo, y en línea con lo que argumentaron Cruz-Coke y Valdovinos, dentro del comando consideran que los “los actos de cierre no son previsores de nada”, porque, según explican, solo logran mover al electorado que ya está por el Apruebo. Eso sí, reconocen que puede generar un “efecto anímico” asociado a la magnitud de la congregación.

En todo caso, los actos masivos son solo uno de los aspectos que dentro del Rechazo identifican como una debilidad. A eso se suman el controversial episodio de la franja protagonizado por un travesti y la entrevista en La Tercera Domingo de Rocío Cantuarias, en que señaló que la paridad le parece “una estupidez”, algo que fue recogido por el Apruebo para hacer contracampaña.

Además, también distinguen como una debilidad las dos apariciones públicas del excandidato presidencial José Antonio Kast (Partido Republicano), cuando acusó un posible intervencionismo por parte del Presidente Gabriel Boric ante la Contraloría, y la de ayer, en que reafirmó su voto por el Rechazo. Esto en consideración de que uno de los principales lineamientos de la campaña por el Rechazo es que no se asocie con la esfera político de la derecha.

Dentro de las críticas que hacen en las directivas es que partió “tarde” la campaña. Esto porque dicen que recién el 4 de junio los consejos generales de las colectividades ratificaron formalmente su apoyo al Rechazo, por lo que consideran que podrían haber empezado la campaña antes.

De todas formas, en ese sector transmiten que esos traspiés no lograron tener una mayor visibilidad debido a que en la vereda del Apruebo tuvieron que enfrentar más errores, por ejemplo, el acto de cierre de “Apruebo Transformar” en Valparaíso que fue cuestionado transversalmente por el acto de “Las indectables” que tuvo una connotación sexual.

Asimismo, en Chile Vamos afirman que dentro del balance positivo que se hace de la campaña es que sienten que se logró generar la sensación de que el Rechazo es transversal desde la centroizquierda, al centro y la derecha. También se destaca que fue una buena idea de que los políticos se mantuvieran en segunda línea, con la sociedad civil como protagonista, ya que así se evitaban peleas entre los partidos por más espacios de poder como la franja televisiva. Una materia que, en todo caso, reconocen que fue difícil de administrar porque hubo varios personeros que, dicen, querían “figurar”.

En el caso de la centroizquierda por el Rechazo, distinguen como una ventaja la consolidación de los liderazgos de los senadores Ximena Rincón y Matías Walker, ambos DC. Según plantean, ellos favorecieron que hoy la mayoría de los parlamentarios del partido esté por esa opción, lo que, al mismo tiempo, les permite pasar por encima de la mesa directiva -que en su mayoría está por el Apruebo- a nivel mediático.

En este sentido, también valoran la estrategia que definieron en la DC para anunciar que votarían en Rechazo de forma separada y no todos al mismo tiempo. Así, el primero en anunciar que votaría Rechazo fue el vicepresidente del partido Gianni Rivera, quien incluso se adelantó a la decisión de la junta nacional. Lo siguieron parlamentarios como Rincón, el exconvencional Fuad Chahin, el expresidente del Partido Radical Carlos Maldonado y remataron con el expresidente Eduardo Frei. De esta forma, explican, “tuvimos más prensa”.

En cuanto a las debilidades, dentro del comando identifican que les jugó en contra el distanciamiento que ha habido con Amarillos. De hecho, este grupo esperará los resultados del domingo en el exhotel Neruda, mientras que el resto de la centroizquierda lo hará en el hotel Galerías. Esto, según admiten desde el comando, les ha impedido verse como un bloque consolidado y los aleja de los representantes de la sociedad civil. También confiesan que las últimas palabras del expresidente Ricardo Lagos, en que identificó ventajas en el Apruebo, los dejó con un sabor amargo.

Ventaja en la calle y disputas internas: los factores que sopesa el Apruebo

“Háganse ésta!”.

Con esa descripción la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro (DC), quien es una de las voceras del comando del Apruebo, compartió ayer una foto aérea de la multitudinaria convocatoria que causó preocupación en sectores del Rechazo.

Al interior del comando están conscientes de que tienen una ventaja en la calle. A modo de balance, comentan que el primer “apruebazo” realizado en Maipú el 23 de julio -con una estimación del 12 mil asistentes- logró marcar desde un comienzo el poder de despliegue de las fuerzas políticas y organizaciones sociales por el Apruebo.

Como principal debilidad, dentro del sector destacan la brecha que existe en cuanto a recursos con el otro bando. De hecho, hasta el cierre de esta edición, el Apruebo concentra un 22,48% de los aportes registrados por el Servel, mientras que el Rechazo cuenta el 77,52%. “Una de las principales debilidades sigue siendo la cantidad de aportes recibidos. Creo que eso es una debilidad en cómo enfrentamos las campañas, porque tienen mucha más posibilidad de material, de campaña digital, de minutos en radio, en comparación a la que podemos tener nosotros. No es preponderante a la hora de la votación, pero si los aportes fueran equitativos, nuestra campaña sería inmensamente más grande que la de ellos”, explicaron desde Apruebo Dignidad.

“Si bien hay una mayor cantidad de dinero dando vuelta, no han logrado tener la masividad que ha tenido el Apruebo”, enfatizan.

Pero eso no es todo. Al interior del comando del Apruebo comentan que para ellos fue complejo particularmente el comienzo, en consideración de que les fue difícil “encontrar una acertada estrategia de campaña”, aunque reconocen que finalmente lograron ejecutarla. Esto en consideración de que costó dilucidar, por ejemplo, si harían una franja conjunto, quiénes serían los voceros y la demora de la coordinación unitaria en Londres 43, donde funciona “la casa del Apruebo”.

Además, dentro de Apruebo Dignidad admiten una “enorme ausencia de Socialismo Democrático” en la campaña. Si gana el rechazo, de hecho, afirman que habrá una fuerte crítica al PS y al PPD por “no comprometerse con la campaña”. Y, en particular, hay una crítica hacia el PS en consideración de que, según comentan en el oficialismo, había adelantando que sería un sostén económico de la campaña, pero eso no se concretizó.

A esto se suman las críticas al PPD por su “discurso derrotista” al ponerse públicamente en el escenario de que gane el Rechazo y por ser los primeros en llamar a “aprobar para reformar”, lo que, según dicen, pudo tener el efecto contraproducente de identificar las debilidades de la propuesta constitucional.

En todo caso, en el sector también ha debido capear otros problemas. Quizás el más duro para algunos -en consideración de que ni siquiera fue responsabilidad de ellos- tuvo que ver con el episodio del banderazo de Valparaíso, en una actividad promovida por el alcalde Jorge Sharp, quien integra un comando distinto, aunque también a favor del Apruebo.

El acto fue tan cuestionado, que de manera transversal y casi inmediata, todos los sectores y partidos del comando del Apruebo lo condenaron y exigieron explicaciones al edil. Incluso lo hizo la vocera de gobierno Camila Vallejo, quien señaló que “hemos denunciado ante la Fiscalía estos hechos y, en el marco de responsabilidad compartida, solicitamos a las autoridades locales y al Ministerio Público -a quienes les remitiremos todos los antecedentes- que investiguen responsabilidades, y a tribunales que sancionen estos actos”.

Desde el comando también reconocen que un factor que les ha jugado en contra son las participación en televisión y declaraciones de algunos de los adherentes al Apruebo, las que muchas veces han sido utilizadas en su contra por sus adversarios. De hecho, la franja del Rechazo destacó por hacer uso de algunos clips protagonizados por exconvencionales que hoy están por el Apruebo.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.