Los negociadores duros y debutantes del accidentado proyecto de escaños reservados

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La larga -y a ratos tortuosa- tramitación del proyecto de escaños reservados ha puesto a prueba las condiciones de diálogo de nuevos actores políticos y también de figuras más avezadas en este campo. Frente al proyecto ha sido valorada la gestión dialogante de la ministra Rubilar, mientras que hay opiniones cruzadas respecto del resto.


Aun no hay acuerdo y hasta el cierre de esta edición nadie en el Congreso ni en el Parlamento podía dar fe sobre qué pasará con el proyecto de escaños reservados para los pueblos originarios que aun no sale de la comisión mixta.

Hasta esta mañana los protagonistas de la negociación se dividían entre una mayoría optimista que cree que habrá humo blanco y los pesimistas como el senador DC Francisco Huenchumilla que dijo a La Tercera PM que “existe una alta posibilidad de que esto se caiga” y el diputado RD Miguel Crispi que aseguró que la iniciativa “pende de un hilo”.

El nudo ahora es el escaño para los afrodescendientes, que el oficialismo quiere que se vote de forma separada a los otros 17 escaños acordados para los pueblos originarios. Una opción a la que Huenchumilla se resiste porque -a su juicio- eso significaría que se va a rechazar posteriormente en la votación de Sala. Así que el senador y ex intendente de la Araucanía advierte: ”Yo no voy a dar el acuerdo si los afro no están como corresponde”.

Huenchumilla se cuenta -dicen en el Ejecutivo- entre los negociadores duros de la iniciativa.

La larga -y a ratos tortuosa- tramitación del proyecto de escaños reservados ha puesto a prueba las condiciones de diálogo de nuevos actores políticos y también de figuras más avezadas en este campo, como es el propio Huenchumilla, y también el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Monckeberg, ex parlamentario y expresidente de RN.

La evaluación de quienes han estado en la primera línea de las conversaciones es muy disímil. Y parte por identificar a quiénes han sido las figuras clave de las conversaciones.

En la oposición apuntan principalmente al senador DC y al diputado René Saffirio, a quienes atribuyen el rol de voceros y coordinadores; mientras que por el oficialismo éste ha sido el estreno del senador RN Rodrigo Galilea y también de la senadora UDI Luz Ebensperger, quien el lunes hizo reserva de constitucionalidad del proyecto cuando la oposición aprobó 18 escaños (9 supernumerarios).

Las acusaciones de tozudez y cálculo políticos son cruzadas entre el oficialismo y la oposición y todos reconocen que el proyecto ha estado en peligro varias veces y advierten sobre los costos políticos que implica un fracaso.

Aun así, en la oposición resaltan el papel que ha jugado la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar. “Ha sido una facilitadora del diálogo. Y cuando todo parecía caerse, ella ha pedido prórrogas para seguir conversando”, dice el diputado Leonardo Soto (PS).

En la misma línea la evalúan Huenchumilla y Saffirio, quienes -a su vez- explicitan una crítica al rol del ministro Monckeberg.

La ministra Rubilar demuestra una gran buena voluntad y disposición en la negociación política y el ministro Monckeberg es una persona muda, que no habló en toda la noche (durante la comisión Mixta). Si un ministro de la Presidencia no abre la boca entre las 9 de la noche y las 5 AM entonces tenemos un gobierno prescindente que no logra entender este tema”, dice el senador Huenchumilla.

“Rubilar ha asumido su rol con bastante presencia y buena disposición, el ministro Monckeberg -en cambio- ha estado absolutamente ausente, presenciando la discusión pero no haciendo ningún aporte a la negociación”, añade el diputado Saffirio.

Otro parlamentario de oposición, sin embargo, asegura que si bien el rol de Monckeberg ha sido menos visible, su presencia ha sido importante para intentar ordenar a Chile Vamos detrás de un proyecto que no los seduce nada.

El senador PPD Jaime Quintana en tanto, tiene una evaluación discreta de ambos secretarios de Estado. “He visto a los ministros con poca iniciativa, claramente el tema indígena los conflictúa en sus pilares ideológicos”, dice. Lo mismo señala el diputado Crispi: “Lo que han hecho es ponerse del lado de las posiciones más duras de los parlamentarios de Chile Vamos”.

Desde Segpres, en cambio, afirman que Mockeberg y Rubilar en esta oportunidad lograron construir un equipo sólido. “Se ha notado la experiencia de ambos en el Congreso y que juegan de memoria. Jamás se ha dado por cerrado el diálogo, eso es mérito atribuible a ambos”, dice un inquilino de La Moneda.

En el gobierno, a su vez, resaltan la labor de Ebensperger y Galilea, entre los demás integrantes del bloque en la comisión mixta.

Galilea -reconoce un PS- ha sido clave para acercar posiciones. De hecho -dice la misma fuente- fue impulsor del acuerdo en torno al registro de los votantes habilitado para participar en la votación indígena. Una opinión que no comparten ni Crispi ni Huenchumilla quienes aseguran que Galilea y la senadora UDI han sido los defensores de las posiciones más duras de la derecha.

“Los parlamentarios oficialistas en la mixta han sido los más duros de la derecha respecto a no ceder en nada. La oposición cedió en todo”, insiste Huenchumilla.

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