“Los presos sufren lo mismo que cualquier otro ciudadano”: lo que hay detrás de la victoria del Rechazo en las cárceles
En un proceso inédito para quienes cumplen condenas inferiores a tres años e imputados en prisión preventiva, solo en uno de los 13 recintos penitenciarios ganó la opción del Apruebo. Ex autoridades de la institución explican el por qué de esta tendencia y, además, advirtieron en la necesidad de que siga garantizando este derecho en futuros sufragios.
Fue una larga batalla la que dio el Instituto de Derechos Humanos (INDH) y distintas organizaciones que abogaron por el voto de los presos. Finalmente, y tras llegar a un acuerdo con el Servel y el Ministerio de Justicia, lo que era un antiguo anhelo, se concretó durante el plebiscito de salida.
Votaron 889 personas privadas de libertad que cumplían el requisito de estar cumpliendo penas menores a los 3 años y un día -que no involucraban la comisión de algún delito grave- e imputados en prisión preventiva. Los sufragios se concretaron en 14 recintos penitenciarios del país, donde en solo uno, la cárcel El Manzano de Concepción, ganó la opción del Apruebo.
Al igual que en la tendencia nacional, el Rechazo en las cárceles “arrasó”, siendo el penal de Tocopilla donde más votos concentró esta opción, con un 72,3% de las preferencias ¿En Santiago 1? Un 58,8%.
El exdirector nacional de Gendarmería, Christian Alveal, señala que la alta votación del Rechazo en las cárceles responde a que “no existe una desconexión entre lo que pasa en los barrios y lo que ocurre en las cárceles. Las cárceles están dentro de la sociedad. Lo que refleja esta votación es que las personas privadas de libertad están viviendo y sufriendo lo mismo que cualquier otro ciudadano”.
En esa misma línea, Alveal indica que los reos “también tienen temores, esperanzas. Creo que la muestra es bastante gráfica. Cuando se habla de puras garantías y no de control, decae la seguridad en las cárceles. Ellos saben que hay gente peligrosa en las calles y en los penales, que los siguen sometiendo y explotando. Ellos no quieren morir dentro de las cárceles, quieren oportunidades y eso es un deber del Estado. Estos derechos, derechos, derechos, no pues, también tiene que haber deberes. Eso creo que es una señal potente”.
Por su parte, el exsubsecretario de Justicia, Nicolás Mena, cree que una medida de este tipo debe repetirse y consolidarse para futuras elecciones. En cuanto al resultado, para él, este solo expresa la tendencia que se vio a nivel nacional.
“Es extremadamente valiosa la participación de personas privadas de libertad y ahí el comportamiento de la población penal es muy similar al resto de la ciudadanía. Esta es una extensión de la sociedad en general, por lo tanto, es bastante entendible, pues la sensación de instatisfacción se instaló en los barrios en los que viven, en sus familias, en sus amigos. Quienes están presos no están ajenos a eso y que participen de este modo es una muy buena señal, porque les permite canalizar una opción política, de manera institucional, lejos de otro tipo de prácticas, es sumamente positivo”, dijo Mena.
Para Andrés Muñoz, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciario (ANOP), “esto es un triunfo. Por primera vez la población penal a nivel nacional pudo emitir su voto, considerando que ellos nunca habían perdido su derechos; sin embargo, es la primera vez que se les permite que puedan sufragar. Se entregaron todas las facilidades para que los internos pudiesen participar”.
El proceso fue evaluado de buena manera por las autoridades, por lo tanto, en el gobierno y el Servel no descartan continuar con la posibilidad de voto para los reos para próximas elecciones.
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