Marcial Tagle y los protagonistas de su nueva película: "Son los chalecos amarillos históricos"

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Cosas de hombres.

El actor interpreta a un hombre que se escandaliza cuando su mejor amigo declara que es gay en Cosas de hombres, el remake chileno de la película mexicana que originalmente dirigió Nicolás López, cuya nueva versión llega a cines este jueves. "Si es que (López) cometió algún error tendrá que enfrentarlo y hacerse cargo como hombre. Si después sigue trabajando y me llama, le diría que sí", afirma.


"Fue una película en medio del colapso", reconoce Marcial Tagle, en bermuda, camisa veraniega y a punto de sacarse la mochila, en un cine de Santiago a fines de noviembre. Un año y medio después del fin del rodaje de Cosas de hombres, el actor presentó junto a Paz Bascuñán el trailer de la comedia, que busca reírse de la homofobia y el conservadurismo y que se estrena en salas el próximo jueves. Lo que rodeó a las grabaciones, recuerda, tuvo poco de risas. "Fue con espionaje de parte de periodistas, con acoso, con mucha crítica", apunta, "pero eso a uno lo motiva".

https://www.youtube.com/watch?v=Q7u4w0EKuow

Un par de días antes del inicio de las filmaciones, a inicios de julio de 2018, se destaparon las primeras denuncias en contra de Nicolás López, dueño de la productora que haría la película –Sobras– y, además, realizador del filme en que se basa Cosas de hombres, la cinta para el público mexicano Hazlo como hombre. El impacto incluyó que la empresa que el director lideraba junto al productor Miguel Asensio se disolvió y nació Tiki, la compañía que asumió la producción de la comedia.

"Trabajar, nada más, seguir haciendo nuestra pega", cuenta Tagle que fue la receta durante esos días bajo la dirección de Gabriela Sobarzo, a lo que se sumó la baja de Javiera Contador –tras las acusaciones en torno a López– y la subida al proyecto de la actriz y escritora brasileña Mirella Granucci. Parte de un elenco que incluye a Bascuñán, Pablo Zúñiga y Felipe Braun, Granucci terminó encarnando a la esposa del personaje de Tagle, un hombre homofóbico que saca lo peor de sí cuando se entera que su mejor amigo (Boris Quercia) es gay.

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"No lo había pensado, pero en el fondo es una película hecha en contingencia que sale a la luz en la contingencia", afirma. "Con lo que está pasando a nivel social, nosotros hacemos nuestro aporte desde el mundo del arte, haciendo una crítica a todo ese mundo conservadurista, pacato, abusivo, que está muy asociado a la elite económica. Les decimos: miren cómo son, esto es parte de nosotros, estos son los chalecos amarillos históricos, estos son los que van a rotear a quienes protestan en el mall", comenta.

Al mismo tiempo, Tagle mira su propia historia: "Soy un h… viejo que vivió en un mundo en que se le hacía la cruz la homosexualidad, que nos reíamos, que 'bullyiábamos', escuchabas mil estupideces, mil cosas increíbles", dice. "Ahora, afortunadamente, hace 25 o 30 años yo logré salir de ese mundo y pude ampliar mis conocimientos humanos, y entender que la diversidad es muy buena, que no es una enfermedad, que es una condición del ser humano, y que está todo bien. Y que yo no soy nadie, ni nadie es nadie, para poder decir algo sobre sobre la cama de otra persona".

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¿Fue importante revisar la película original?

No. Es un cuento aparte. Además que si bien tenemos harto que ver con el humor mexicano, yo encontré que había personajes que estaban súper poco explotados.

¿Vio la original antes o a propósito de hacer esta película?

No. A propósito de hacer esta película. Había mucho más humor que podía sacársele (a la historia). En ese sentido, creo que esta película quedó más divertida que la original. Quizás los actores son más famosos allá, pero yo quedo contento, vi el trailer y me cagué de la risa. Yo soy bien crítico con mi trabajo, me cuesta.

¿En el equipo hubo cierta tranquilidad una vez que se anunció la disolución de Sobras y que solo Miguel Asensio asumía con Tiki la producción de la película?

No hubo ese alivio o ese relajo, porque no supe cuándo fue ese momento. Para mí siempre el interlocutor de Sobras fue Miguel, y el director, Nicolás. Miguel fue el que me llamó para esta película. Siempre he confiado en él, y con Nicolás también. Ahora Nicolás se vio embarcado en una situación muy compleja. Pero yo trabajo de esto.

¿Si Nicolás López eventualmente volviera a dirigir estaría disponible para trabajar con él?

Sí, por supuesto. Estuve antes y estaré ahora. Ahora, creo que Nicolás si es que cometió algún error, tendrá que enfrentarlo y hacerse cargo como hombre, como adulto. Y si cometió un error y lo paga, y después sigue trabajando y me llama, yo (diría que) sí. O sea, quién es libre de algo para tirar la primera piedra.

Le parece que no es una limitante.

No es una limitante. No le voy cortar las alas a un h… porque haya hecho eso. No se las he cortado a nadie porque hayan hecho cosas así, o cosas peores, no soy nadie para emitir juicios. No me gustan demasiado las radicalizaciones. Creo que de repente nos disparamos a los pies. Creo que hay que creer más en las personas, y sabiendo cómo somos las personas, si es que nos equivocamos, tenemos derecho a enmendarlo. Creo que son cosas complejas, creo que no son unilaterales, creo que hay bilateralidad en varios casos y en varias cosas. En ese sentido hay que irse piano a piano con las cosas, no me gusta subir a un h… a un paredón y agarrarlo a piedrazos por lo que dijeron.

Cosas de hombres se presenta como "de los creadores de Sin filtro y No estoy loca". ¿Le parece que, siendo en este caso Gabriela Sobarzo la directora, hay un sello o una fórmula que se conserva, y que tiene sentido presentarla de esa manera?

Es una cosa difícil, porque las producciones de Sobras, Sin filtro, No estoy loca, fueron las películas que más metieron gente en las salas de cine en Chile. Más que una estrategia, yo creo que es hacerse cargo. Me parece un acto hidalgo decir "sí, somos los mismos". Nicolás está metido en lo que está metido y estamos acá sacando nuestra nueva película a través de Tiki, con Gabriela, con la cual yo trabajé siempre en las películas de Nicolás López como continuista. La conozco hace más de 20 años, he trabajado en muchas películas con ella, y me parece la raja que ellos, antes de lo de Nicolás, hayan decidido que la directora era Gabriela Sobarzo.

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