María José Gatica, senadora RN: “Si hablamos de igualdad de derechos, no podemos sesgarnos a que la Comisión de Mujer la constituyan sólo mujeres”
Le llegó el ofrecimiento de integrar la comisión de la Mujer en el Senado. Sin embargo, Gatica priorizó continuar en las comisiones de Obras Públicas y Vivienda, en las que actualmente se desempeña. Por ello, critica que haya un "sesgo" respecto de cómo se debe componer esta comisión.
La elección del senador Gustavo Sanhueza (UDI) como presidente de la Comisión de la Mujer y Equidad de Género del Senado no dejó indiferente a parlamentarias ni integrantes de organizaciones sociales feministas.
Sin embargo, poco se sabe de su causa: que las candidatas para reemplazar el cupo que liberó la senadora Loreto Carvajal (PPD) en la comisión, a raíz del acuerdo administrativo firmado por los partidos políticos en la Cámara Alta, para integrarla y/o presidirla, no aceptaron la propuesta, pues habían enfocado sus prioridades en otros temas del Senado.
Tal es el caso de la senadora María José Gatica (RN), quien, en conversación con La Tercera PM, defiende que no sólo sean mujeres las que integren tal comisión y asegura que persisten los prejuicios entre los senadores. “Ayudar a las mujeres no significa estar en la Comisión de Mujer”, dice.
A usted le llegó la posibilidad de integrarse a la Comisión de la Mujer, ¿por qué no la tomó?
En conversaciones internas con la bancada de RN definimos que, por ahora, yo no iba a ser parte de ésta, porque estoy full trabajando en la Comisión de Vivienda y de Obras Públicas. Pero, fue directamente de un acuerdo de la bancada de senadores de RN.
¿Usted no se sumó porque selló un acuerdo al interior de su bancada?
Pasa lo siguiente: el año pasado ingresé al Senado como pajarito nuevo y se me asignó, desde la bancada, que iba a ser parte de la Comisión de Mujer y de Niñez. Me lo impusieron. Lo primero que pregunté fue: “¿Por qué me están mandando a Mujer y a Niñez?”, y me respondieron: “A Mujer, porque eres mujer, y a Niñez, porque tienes niñitas”. Con esa explicación yo los mandé a la punta del cerro, de manera educada. Les dije: “Perdóname, pero eso no es la prioridad para designar a una senadora en estas dos comisiones. Soy ingeniero constructor, trabajo mucho con los comités de vivienda, trabajo mucho en temas de infraestructura, de conectividad, porque mi territorio es urbano y rural, por lo tanto, yo quiero trabajar en la Comisión de Vivienda y en la de Obras Públicas”. Eso salió acordado. Sólo somos dos senadoras en la bancada y sigo en la misma postura. Para mí, ayudar a las mujeres no significa estar en la Comisión de Mujer, sino ayudar a aquellas madres esforzadas para que puedan tener una casa propia y digna.
¿Qué le significaba dejar las comisiones de Vivienda y Obras Públicas para integrarse a la de Mujer?
Siempre el trabajo que he realizado ha sido en terreno, en apoyo a los comités de vivienda. Entonces, no podía dejar de ser parte de estas comisiones que para mí son prioridad, no solamente porque soy de profesión ingeniera, sino porque es un compromiso que yo tengo adquirido con la gente que decidió depositar su confianza en mí. Trato de hacer lo mejor posible para tratar de responderle a la gente esa gestión que también puedo hacer desde las comisiones.
¿Se le insistió para ser parte a la Comisión de Mujer?
No, no se me insistió, pero sí remarco lo siguiente: lamentablemente, aquí hay ideologías extremas. ¿Por qué no decirlo? Si a mí me estaban imponiendo ser parte de la Comisión de la Mujer y la Comisión de Niñez, es netamente por un sesgo machista que existía dentro de la bancada, que conversándolo se pudo solucionar y se entendió perfectamente. Hoy los sectores de ultraizquierda que miran de mala manera que un hombre forme parte de la Comisión de Mujer están plenamente equivocados. He visto mucho silencio de los pañuelitos verdes frente a un gobierno que tiene la careta de feminista y no la está aplicando. Hay mujeres que apenas pueden parar la olla porque no tienen las lucas para poder terminar el mes y el gobierno está preocupado de financiar cosas, por ejemplo, para dibujar el clítoris.
¿No le incomoda que la presidencia de la comisión la tome un hombre?
Para nada. No tenemos por qué hacer diferencias de género sobre qué comisión puede presidir un hombre o una mujer. Cuando hablamos de la temática de la igualdad de derechos no podemos sesgarnos a que sea solamente constituida por mujeres. Si queremos hacer un cambio real en torno al trato de las mujeres, debemos hacerlos en conjunto hombres y mujeres. No sacamos nada con tener las mujeres esa mentalidad y los hombres seguir pegados con mentalidades que ya están pasadas de moda. Si queremos realmente hacer un cambio en la sociedad y tener la cancha pareja, tenemos que participar todos.
En la Comisión de Constitución sólo hay una mujer, mientras que en la de Hacienda no hay mujeres. ¿En el Senado persiste alguna exclusión de las mujeres en espacios importantes?
Tiene que ver con la cantidad de mujeres que estamos hoy en el Senado. Somos pocas, lamentablemente, pero de a poco vamos ganando más espacio. Tenemos que seguir dando esa pelea: motivar a las mujeres a que nos atrevamos a dar el paso. La política es un ambiente masculino, pero nosotras tenemos que saber darnos los espacios, saber decir cuando estamos de acuerdo y cuando no y ahí ver la firmeza que tenga cada una.
En adelante, ¿sería importante contemplar el balance de género que existe entre la comisiones?, considerando que los hombres son mayorías en casi todas ellas.
Cuando hablo de balances de género no puedo obligar a una colega mujer a que forme parte de la Comisión de Constitución si a ella no le nace, si no está dentro de sus prioridades. Creo firmemente que cuando uno plantea la necesidad de querer ser parte de un equipo de trabajo, si tú lo dices, lo conversas y, por lo menos, a mí me ha resultado bien de esa manera. No soy de esa idea de imponer una cuota de mujer.
Cuando ingresó al Senado y le instaban a instalarse en la Comisión de Mujer y Niñez, ¿hubo disgusto de su bancada por no tomar los puestos?
No, para nada. El tema es que la comisión de Mujer, de Niñez, de Adulto Mayor, probablemente para la mayoría de los colegas, quizá, no es muy apetecida. Probablemente, a otra mujer le hubiera gustado, pero para mí no es el tema en el cual me estoy metiendo exactamente. Yo marqué mi postura. En el momento en el que yo llamé y dije que no sería parte de las comisiones por ahora, me lo respetaron.
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