Más de 200 invitados: los resguardos de Gendarmería por ritual del machi Celestino Córdova en la cárcel
La autorización para que el condenado por el asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay pueda realizar un ritual mapuche al interior de la cárcel ha generado cuestionamientos. La familia de las víctimas sostiene un trato privilegiado para el comunero y los funcionarios penitenciarios acusan recarga laboral.
Un ritual de ruegos -güillatum- es presidido por Celestino Córdova se realiza por estos días al interior del Centro de Estudio y Trabajo, en Vilcún, Región de La Araucanía, cárcel en la que en la que el machi cumple una condena de 18 años de cárcel como autor del asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay cometido la madrugada del 4 de enero de 2013.
La ceremonia ha activado un reforzamiento de la seguridad del recinto, por parte de Gendarmería, ya que se autorizó a que participen de esta actividad cerca de 200 personas de distintas comunidades mapuche, entre ellas otras machi y lonkos.
La situación judicial de Córdova ha generado críticas en las últimas semanas por parte de la familia de las víctimas, debido a que junto a este permiso para realizar esta ceremonia, se suma un beneficio carcelario de salida dominical otorgado recientemente por la autoridad penitenciaria.
La vocera del evento, Cristina Romero, explicó que el güillatum dirigido por el machi Córdova es para pedir “por la sequía, la sanación de todos de la pandemia y la protección ante eventuales catástrofes naturales”. La actividad se está desarrollando desde el jueves 5 de mayor y se espera que finalice este domingo.
La autorización de este ritual fue entregado por el Consejo Técnico de Gendarmería. Cabe recordar que Córdova, en el pasado, ha presentado recursos e incluso realizado huelgas de hambre con el propósito, primero, de que se instalara un rehue -un altar para ceremonias mapuche- en la cárcel que habita y luego para poder desarrollar los rituales de sanación que le competen como machi, dicen sus cercanos. Esto llevó a que el exministro de Justicia, Hernán Larraín, autorizara un operativo en agosto de 2020 para que el acusado acudiera a su comunidad a encabezar una ceremonia de similares características a las que está realizando en la cárcel por estos días.
“Aquí lo que hay que entender es que nosotros estamos haciendo valer el respeto hacia nuestra cultura, nuestra espiritualidad y nuestra forma de vida, eso es lo que se está respetando y eso es lo que hoy día se está llevando a cabo” sostuvo Romero.
Cuestionamientos
En la otra vereda, eI abogado de la familia Luchsinger-Mackay, Carlos Tenorio, cuestionó todas las prerrogativas que se le están concediendo a un autor de doble homicidio como es el caso. “Mi impresión muy personal y no jurídica es que aquí se están abriendo ciertas “cajas de pandora” y se está vulnerando claramente el principio de igualdad ante la ley. Yo no veo porque otra persona no podría, estoy pensando en otra persona que esté cumpliendo condena hoy, pedir una situación similar, un evento familiar por ejemplo y que este sea costeado con recursos públicos y recursos humanos también de parte de Gendarmería”, indicó.
El abogado de la familia profundizó en su crítica sosteniendo que entonces cualquier condenado que esté preso, podría pedir a la autoridad penitenciaria que le permita “bautizar a un nieto, con una lista de invitados a la cárcel y que esto entonces genere que Gendarmería deba adaptar su seguridad al evento, esto claramente con un costo erario fiscal, entonces yo no veo cómo podrían no autorizarlo en base a todo lo que se está haciendo con Córdova, ya que todos tenemos que ser tratados con la misma vara”.
El operativo de resguardo y custodia del perímetro interno y externo del Centro De Estudio y Trabajo de Vilcún, que es un espacio abierto, fue ordenado por la Subdirección Operativa de Gendarmería de Santiago durante los cuatro días del evento. Se asignó personal especializado de reacción táctica de la institución.
La situación ha generado también preocupación en la Asociación de Funcionarios Penitenciarios ANFUP. Uno de sus dirigentes David Diocarez explicó a La Tercera que si bien entiende que el machi ha postulado a estos beneficios, esto significa más trabajo para ellos. “Claramente hay una recarga laboral. Esta es una autorización de gobierno que se escapa de nuestras manos y nosotros lamentablemente somos un servicio jerarquizado; estas decisiones son políticas”, explicó.
Ante eventuales incidentes que pudieran producirse por la aglomeración de personas, el dirigente de la ANFUP añadió que “no es primera vez, que se hace este tipo de ceremonias, pero sí se va a producir una recarga laboral a nuestros funcionarios; porque va tener que desplegarse una gran cantidad de contingente. Nosotros vamos a velar siempre por los derechos y el respeto de los trabajadores, en este caso de los gendarmes. Ojalá se mantenga el respeto del acto ceremonial,”.
En tanto el presidente de la Multigremial de la Araucanía, Patricio Santibañez, dijo que el caso de Córdova “es otro nivel de impunidad”. A su juicio “esto demuestra el nivel de diferencia que tienen algunos ciudadanos, con respecto al resto y obviamente que no nos parece bien, la justicia debiera aplicarse igual para todos, sin beneficios sobre todo cuando son situaciones tan graves”.
Las dos primeras jornadas del güillatum se ha desarrollado con normalidad, con el ingreso de las personas hasta el Centro de Estudio y Trabajo. Personal de Carabineros, desarrolla los controles de tránsito en el perímetro externo del recinto agrícola.
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