Mayol lleva a "El Padrino" a las salas de clase

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Sociólogo y ex precandidato presidencial del Frente Amplio dictará a mediados de enero un seminario de tres días centrado en "las 46 leyes para administrar el poder" derivadas de la obra, tanto de la novela de Mario Puzo como de la saga de Francis Ford Coppola.


Los fanáticos de la saga de dirigida por Francis Ford Coppola se dividen -podría decirse- entre quienes privilegian, aunque sea por nariz, a la Parte I sobre la Parte II, o viceversa. Alberto Mayol dice que "no se cuántas veces las he visto, pero si cada una más de diez veces", y que "la I es tan perfecta, y la II tan compleja, que parece que pertenecen a disintas razas. Pero si tengo que elegir por la narración, pensando en cómo lo hizo a partir del libro, elijo la I".

Su predilección por la trilogía protagonizada por Al Pacino como Michael Corleone llevó al sociólogo y ex precandidato presidencial frenteamplista a llevar a una sala de clases el cruce entre esa historia y la política, el poder. "El Padrino, el poder sí importa", tituló el seminario que impartirá este verano -entre el 17 y el 19 de enero- en el Stadio Italiano, que se centrará en las "46 leyes para administrar el poder".

"El contexto conceptual de la obra está en la novela de Mario Puzo y no en las películas, donde se explica con claridad por qué la actitud del Padrino es justa y cómo, ante un poder ilegítimo de las elites, hay dos tipos de soluciones: la revolucionaria, que el Padrino no adopta, y la del asalto a la elite por hechos consumados", explica Mayol.

"Esta tesis tiene una elaboración compleja y un apoyo con el aprendizaje histórico del sur de Italia. Es definitivamente una versión sofisticada de los planteamientos del Príncipe de Maquiavelo", agrega, detallando que se revisarán las tres películas (aun cuando los seguidores de la obra dejen en sus cabezas a la Parte III varios, varios peldaños más abajo que las dos primeras)

Entre las 46 leyes de la obra que, según el sociólogo, se aplican al poder figuran algunas como "un gran táctico puede ser un pésimo estratega"; "la lucha de poder no es personal, está comandada por intereses, no por emociones o valores"; "nunca sabremos si el enemigo explícito es el enemigo último", o "todo grupo que aspira a acumular poder debe estructurarse con un carácter monolótico".

Mayol cuenta que siempre ha tenido un interés "tanto intelectual como este estético" en la saga. Pero mirando el panorama de hoy en Chile, sentencia que en "la política actual la 'densidad moral' es incluso muy inferior a la del Padrino, porque la gracia del filme es que tiene unos principios morales claros que mantiene por siempre, que no cambia nunca, que los mantiene los siempre. Tal vez esos principios pueden violentar tu visión judeo cristiana del mundo, pero acá se transan los principios todos los días".

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