Michel Barnier, el conservador veterano que Macron nombró como nuevo primer ministro de Francia

Michel Barnier, nuevo primer ministro de Francia. Foto: Reuters.
Michel Barnier, nuevo primer ministro de Francia. Foto: Reuters

Militante de Los Republicanos, negociador del Brexit y ministro en varias administraciones, la opción de Macron desafía a la izquierda del Nuevo Frente Popular.


“Luego del primer ministro más joven, ahora uno de los veteranos más viejos de la política francesa”. Con esa frase resumía un comentarista en X lo sucedido este jueves, cuando el Presidente francés, Emmanuel Macron, nombró a Michel Barnier (73) primer ministro, sucediendo así a Gabriel Attal (35) 51 días después de su dimisión, aceptada por Macron el 16 de julio. Será el hombre de mayor edad en ocupar el cargo en la Quinta República.

La hipótesis de su nominación había comenzado a sonar desde la noche del miércoles, y se confirmó a mediodía, cuando en un comunicado de prensa el Palacio del Elíseo confirmó la nominación de Barnier. “El Presidente se ha asegurado de que el primer ministro del gobierno a venir tenga las condiciones para ser lo más estable posible”, indica el breve documento, que no supera los dos párrafos.

A 60 días de conocidos los resultados de las elecciones legislativas, Macron se inclina por un conservador para el cargo de primer ministro. Casado y con tres hijos, a Michel Barnier le gusta recordar que es un “montañés”, una forma de convertir en ventaja lo que, en Francia, puede ser una desventaja: no formar parte de la élite parisina y no haberse graduado en la Escuela Nacional de Administración (ENA) sino, en su caso, en la Escuela Superior de Comercio de París.

Barnier empezó sus carrera política en los años 70, cuando formó parte del personal de varios ministros gaullistas, para luego, en 1978, y con solo 27 años de edad, convertirse en diputado para la Asamblea Nacional por el departamento de Saboya. Posteriormente, en 1982, pasó a ser presidente del consejo general de Saboya

De ahí, fue ministro por primera vez en 1993, en la cartera de Medio Ambiente, durante la presidencia de François Mitterrand. Luego, en 1995, bajo la administración de Jacques Chirac, se desempeñó como Ministro Delegado para Asuntos Europeos. Lideró así la delegación francesa en la negociación del Tratado de Ámsterdam, uno de los textos clave en la creación de la Unión Europea. Tras su paso por el Senado (1997-1999) y como comisario europeo de Política Regional (1999-2004), Barnier volvió a ocupar cargos ministeriales. Bajo el gobierno de Chirac fue ministro de Asuntos Exteriores (2004-2005) y de Agricultura y Pesca (2007-2009), bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy.

Luego de desempañarse como eurodiputado, Barnier asumió como vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo de Mercado Interior y Servicios. Pero su actividad más destacada en la pasada década fue su rol como negociador del Brexit. Su designación para el cargo en 2016 le permitió “afinar su talla internacional”, según France 24. “Podríamos haberlo hecho mucho peor que el pragmático y experimentado Barnier”, comentó Syed Kamall, jefe de la delegación del Partido Conservador británico en el Parlamento Europeo, que incluso juzgó el inglés de Barnier “lo suficientemente bueno como para permitirle tratar directamente con sus interlocutores”.

Gracias a ese cargo, fue bien valorado en Bruselas, hasta el punto de que circuló su nombre para suceder a Jean-Claude Juncker en 2019 al frente de la Comisión Europea: puesto que terminó en manos de Ursula von der Leyen.

Michel Barnier durante las negociaciones del Brexit, en Bruselas. Foto: Reuters

Respetado en el seno de su familia política, donde tanto Laurent Wauquiez como Rachida Dati lo apoyan, Barnier intentó sin éxito obtener la candidatura de Los Republicanos para la carrera al Elíseo, que se saldó con la reelección de Emmanuel Macron en 2022. “El macronismo está destinado a desaparecer en 2027″, reza la página inicial de la web michel-barnier.fr, donde el exministro destila noticias de su movimiento “Patriotes et Européens”.

Aunque la tradición de la Quinta República muestra que la coalición ganadora es siempre la que nombra al primer ministro, esta vez Macron decidió buscar acuerdos entre los partidos que perdieron y podrían formar juntos mayoría en la Asamblea. En ese sentido, Barnier, salido del partido de derecha Los Republicanos, es visto como una carta más bien “tecnócrata”.

Viejo veterano en política europea y francesa, Barnier se ha forjado una reputación de escuchar, argumentar y buscar convencer. “Detrás de su apariencia tranquila se esconde una personalidad torturada. Es un inquieto y necesita consejos. Saca su fuerza de un equipo de colaboradores en los que tiene plena confianza”, comentó a La Tribune uno de sus amigos más cercanos.

Macron sacándose una foto con una votante en Paris. Foto: Reuters

Su nominación, en contradicción evidente con los resultados de las elecciones legislativas de julio, ya tiene a los políticos inquietos, y se espera que la aprobación en la Asamblea Nacional no sea fácil. Desde ya, el Partido Socialista –la colectividad más a la “derecha” dentro del ganador Nuevo Frente Popular– declaró que censurará al gobierno que forme este nuevo primer ministro. “Al negarse a nombrar primer ministro a una figura del Nuevo Frente Popular (NFP), coalición de izquierda que obtuvo el primer puesto en las elecciones legislativas, Emmanuel Macron pisotea el voto del pueblo francés. Michel Barnier no tiene ni la legitimidad política ni republicana, y esta situación gravísima no es aceptable para los demócratas que somos”, indicó en un comunicado el PS francés. El primer secretario de los socialistas, Olivier Faure, ha advertido de “una crisis del régimen”.

“La elección fue robada”, denunció en tanto Jean-Luc Mélenchon, el líder de La Francia Insumisa, luego de la nominación de Michel Barnier para el Palacio de Matignon. A su parecer, Emmanuel Macron “sigue viviendo como un autócrata, y al nombrar a Michel Barnier, el Presidente se niega a respetar la soberanía popular y la elección resultante de las urnas”. En ese sentido, el llamado de la colectividad de extrema izquierda es de movilizarse “contra este golpe de fuerza inaceptable en una democracia” este sábado 7 de septiembre.

Barnier es “xenófobo, homófobo y antisocial”, afirma en redes sociales el grupo La Francia Insumisa en la Asamblea Nacional, llamando a la censura y a la destitución de Macron, a quien reprochan su “alianza” con Marine Le Pen, la líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional.

Lucie Castets, la carta que tenía el NFP para el cargo de primer ministro y que fue rechazada por Emmanuel Macron, declaró al respecto: “Michel Barnier no es solamente el no traer ideas nuevas, sino que traer ideas reaccionarias. Los ingredientes ya se reunieron para que la política del Presidente mantenga su dirección, o incluso, que se apropie de los grandes eslóganes de Agrupación Nacional”.

Si la izquierda ya ha mostrado su desacuerdo en bloque contra Barnier, la extrema derecha tampoco está del todo convencida con el nuevo primer ministro, y espera “hacerse convencer” en los próximos días para darle sus votos en la Asamblea Nacional. El diputado de Agrupación Nacional, Jean-Philippe Tanguy, habló en France Inter y aseguró que “Macron está haciendo una especie de Jurassic Park en permanencia, o sea, ir a buscar fósiles para intentar darles una nueva vida. Barnier no es solo un fósil, sino un fósil fosilizado de la vida política”.

El vicepresidente del mismo partido, Sébastien Chenu, no le cierra la puerta, pero dejó clara su opinión hacia el republicano: Michel Barnier “no hace soñar a nadie”.

“Exigiremos que el nuevo jefe de gobierno respete a los 11 millones de franceses que votaron por la Agrupación Nacional, que respete su persona y sus ideas. Estaremos atentos al proyecto que llevará a cabo y atentos a que las aspiraciones de nuestros votantes, que representan un tercio de los franceses, sean escuchadas y respetadas”, declaró Marine Le Pen. Sin embargo, según consigna Radio Francia Internacional, la líder de extrema derecha anunció que su grupo no presentaría una moción de censura contra el gobierno. “Hemos puesto una serie de condiciones, la primera de las cuales tener un primer ministro que respete a los electores de Agrupación Nacional”, declaró a la prensa. “Creo que Barnier cumple este criterio”, dijo.

Pero no todo fue criticas para el nuevo premier, el líder de Los Republicanos, Laurent Wauquiez, felicitó a su colega de partido por su nombramiento para Matignon, afirmando que tiene “todas las bazas para tener éxito en esta difícil misión que se le ha confiado”. “Es un hombre de gran calidad”, dijo, sin precisar si su partido, que cuenta con 47 diputados en la Asamblea, mantenía su postura de no entrar en el gobierno.

El veterano político europeísta también recibió felicitaciones desde Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebraó que Barnier “se preocupa por los intereses de Europa y de Francia, como lo demuestra su larga experiencia”, y le deseó “mucho éxito en su misión”.

Según EFE, Barnier cumple, en principio, las dos condiciones que Macron se había fijado para nombrar a un primer ministro. La primera, poder aguantar al menos un tiempo ante eventuales mociones de censura, y no desmontar las principales políticas que el jefe del Estado ha llevado a cabo desde que llegó al Elíseo en 2017, en particular la reforma de las pensiones o la rebaja de los impuestos al capital y a las empresas.

Barnier será el quinto primer ministro de la era Macron. También el de futuro más incierto. “Es un momento grave”, admitió en sus primera palabras en el patio de Matignon. “Habrá cambios y rupturas”, anunció el nuevo primer ministro en su toma de posesión. “Y habrá que escuchar y aplicar mucho respeto. Entre el gobierno y el Parlamento, también hacia todas las fuerzas políticas, y digo todas”, señaló en clara referencia a Agrupación Nacional y a La Francia Insumisa.

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