Milei apuesta a retomar las “relaciones carnales” con EE.UU. tras la llegada de Trump a la casa Blanca

Conservative Political Action Conference (CPAC) annual meeting in National Harbor
Donald Trump saluda al presidente de Argentina, Javier Milei, en la reunión anual de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en National Harbor, Maryland, el 24 de febrero de 2024. Foto: Presidencia de Argentina vía REUTERS.

Apelando a su cercanía con el multimillonario Elon Musk, recientemente confirmado en el gobierno de Donald Trump, Javier Milei viajará a Estados Unidos con la esperanza de reunirse físicamente con el republicano y acrecentar la relación entre ambos países, pese a que el republicano ha mostrado poco interés en la región en el pasado.


Un antiguo concepto de la era Menem reflotó en Argentina con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales: el de las “relaciones carnales” entre el país latinoamericano y el norteamericano. Esto porque Javier Milei, el Presidente del país vecino, no ha escatimado en elogios para el magnate republicano tras su victoria. Además de llamarlo, enviarle un mensaje por X (antes Twitter) y un video por TikTok, está en agenda un viaje este jueves para visitarlo personalmente -lo que aún no está confirmado de manera oficial- durante la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), realizada en Palm Beach, donde Trump tiene su residencia.

Si bien durante su primera administración Trump dejó en claro su desinterés por Latinoamérica, dos elementos podrían cambiar esa realidad: la cercana relación entre Milei y el recientemente nombrado responsable del flamante Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés), Elon Musk, y también la cercanía ideológica del mandatario argentino, a diferencia de Lula da Silva, de Brasil.

El interés de Milei

A la mañana siguiente de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, rápidamente Javier Milei publicó un mensaje en sus redes sociales felicitando al mandatario electo, el expresidente Donald Trump. En inglés, envió sus congratulaciones “por su formidable victoria electoral. Ahora, Make America Great Again”, escribió.

Luego añadió una frase clave: “Sabe que puede contar con Argentina para llevar a cabo su tarea”, afirmó el libertario.

En el círculo cercano del mandatario no escondieron su felicidad por lo que la victoria de Trump podría significar para las relaciones entre ambos países, justamente porque Milei ha repetido en numerosas ocasiones que quiere hacer de EE.UU. e Israel sus principales aliados, pese a que en términos económicos Argentina está mucho más ligado a Brasil y China.

Elon Musk y Javier Milei
Elon Musk y Javier Milei en abril de este año. Foto: Presidencia de Argentina vía Europa Press.

Demian Reidel, jefe del Consejo de Asesores de Milei, fue uno de los que delinearon la alegría libertaria al calificar como “una gran noticia” el regreso de Trump a la Casa Blanca, ya que se trata de un “aliado clave” de Argentina. Y añadió: “Hasta Elon Musk, que formará parte del gobierno, es amigo de Milei. Qué bien votamos”.

Ese punto, precisamente, es el que lleva a pensar que una relación más cercana entre Argentina y el gobierno trumpista es posible. El multimillonario dueño de Tesla y SpaceX ya se ha reunido en tres oportunidades con Milei. En abril de este año, el mandatario visitó a Musk en Texas, en una fábrica de automóviles eléctricos Tesla. Fue el corolario de meses de muestras de admiración mutua a través de redes sociales.

Si bien la instancia fue cerrada a la prensa y el público, Musk compartió una foto de ambos junto a la frase “¡Por un futuro emocionante e inspirador!” en X, red social que compró en 2022 por una millonaria cifra.

Ya en la fecha, analistas transandinos señalaban que la amistad de Musk y Milei podría ser clave de cara a los más de 42.000 millones de dólares de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero también al vacío ideológico de la derecha en la región, considerando que Brasil, Colombia y Chile, países de economías abiertas, están liderados por la izquierda actualmente.

“Existe la posibilidad de que Argentina pueda llenar este vacío y eventualmente convertirse en un socio estratégico para Estados Unidos”, dijo en abril a The Associated Press Sergio Berensztein, que dirige una consultoría política en Buenos Aires. “Musk puede servir para acelerar este proceso de que Argentina se convierta en parte de la nueva red de amigos (de Estados Unidos)”, añadió.

En septiembre de este año el empresario y el mandatario, ambos defensores del libertarismo comercial, se volvieron a encontrar en Nueva York, cuando Javier Milei asistió a la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas. El deseo de concretar negocios entre Argentina y las empresas del multimillonario sudafricano no se cumplió, pero se alimentó.

Fue en una interacción de X que Musk respondió un mensaje alusivo al encuentro con Milei que escribió: “Mis empresas están buscando activamente formas de invertir y apoyar a Argentina”. Las miradas inmediatamente se giraron hacia el litio, cuyas reservas en el país vecino son amplias, pero no se trabajan debido a los bajos costos de la fabricación china, lo que hace compleja la competencia, se han lamentado en el país latinoamericano.

“La fabricación asiática de estos insumos redujo significativamente los costos, pero la calidad también disminuyó. No hay manera de competir porque los costos son muy bajos, pero al país entran baterías de muy mala calidad y nos falta capacidad de control”, dijeron líderes del sector en el Foro Legislativo sobre Movilidad Sostenible y Agenda 2030, a principios de este año.

No sería la primera vez que el magnate del transporte basa sus decisiones económicas en su propia ideología. Así ocurrió con Twitter, cuando aseguró que parte del negocio se basaba en que quería fomentar la libertad de expresión, eliminando regulaciones y bloqueos como el que afectó al expresidente Trump.

Según el periódico transandino La Nación, tras la elección del 5 de noviembre Musk y Milei han chateado vía mensajería instantánea. La defensa del mandatario se hizo palpable tres días después, cuando dijo a la prensa local: “Van a ver que se va a hablar un poquito mejor de lo que haga Donald Trump, porque hoy Elon Musk se compró ese bastión ‘woke’ inmundo que era CNN, con lo cual ahora vamos a tener no solo la libertad en X, sino que, además, vamos a tener una cadena que no sea tan socialista, tan zurdita”.

La sociedad se tendrá que acostumbrar culturalmente al crecimiento, después de una década de economía sin crecimiento, con una sociedad aturdida. Nos habíamos acostumbrado a la miseria, y ahora lo haremos con la miseria”, añadió.

En la vereda contraria, el interés del ahora electo mandatario estadounidense es escaso, pero Musk podría revertir eso. Recién este martes 12 de noviembre, una semana después de las elecciones, Milei pudo hablar directamente con Trump durante 10 minutos, confirmó el vocero Manuel Adorni en redes sociales.

“El Presidente de la Nación, Javier Milei, mantuvo una conversación telefónica con el Presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump”, escribió, para luego agregar que el exmandatario habría elogiado a Milei. “Usted es mi presidente favorito”, le dijo Trump al argentino.

Pero el nulo valor que Trump ha entregado a la región no es actual. Ya en enero de 2018 Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de análisis regional basado en Washington, destacaba esa realidad en diálogo con BBC.

“Se ha comentado en otras administraciones que a Washington no le importa América Latina, y eso es cierto, pero ahora es dramáticamente peor”, dijo un año después de que el rubio magnate llegara a la Casa Blanca. “El desinterés por la región como región no tiene precedentes”, añadió.

En el presente, analistas dudan que la situación cambie. Edgar Franco, profesor adjunto de la Universidad de Michigan, planteó a la agencia EFE que la posible política proteccionista y aislacionista que Trump podría llevar adelante “puede afectar a muchas economías de América Latina”.

Sin embargo, cabe la posibilidad de que sea distinto con Argentina, dijo al mismo medio Manuel Orozco, director del programa de migración, remesas y desarrollo de la organización Inter-American Dialogue, haciendo reflotar la idea de las “relaciones carnales” entre ambos países.

Según el experto, Trump intentará que el FMI haga “un préstamo que ayude al país a acelerar su recuperación económica, puesto que el país vecino “se ha perfilado como un aliado importante en relación con las dictaduras de Latinoamérica, con lo que puede cambiar el balance político en el sistema interamericano y en las presiones contra varios países”.

Las “relaciones carnales”

El concepto no es nuevo. Fue en la década de los 90 que en el entorno del presidente Carlos Menem (1989-1999) surgió la idea de las “relaciones carnales” entre Argentina y Estados Unidos, bautizada por el canciller Guido Di Tella, por primera vez en un encuentro con las máximas autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, para graficar el tipo de vínculo estrecho que Argentina pretendía mantener con Washington: “No queremos tener relaciones platónicas: queremos tener relaciones carnales y abyectas”.

Era una época en que la política exterior estaba dominada por lo económico, y la apertura al mundo impulsada por Menem estuvo ligada a la inmensa deuda externa de Argentina. Esta creció seis veces su tamaño durante la dictadura militar transandina, detalló el medio Perfil, pasando de USD 42 mil millones en 1982, a USD 90 mil millones solo 14 años después.

Carlos Menem
En esta foto del 6 de diciembre de 1990, el Presidente estadounidense, George H.W. Bush, y el Presidente argentino, Carlos Menem, se despiden mientras Bush abandona Argentina, en Buenos Aires.

No se limitó a lo económico la relación entre ambos países. Durante el menemismo Argentina incluyó en su política exterior la condena total al gobierno cubano, la participación de naves argentinas en la Primera Guerra del Golfo y un lento pero progresivo acercamiento a Gran Bretaña tras la guerra de las Malvinas, detalló el medio Bae Negocios.

Contemporáneo a George Bush padre y al demócrata Bill Clinton, ambos mandatarios estadounidenses calificaron al entonces presidente argentino como “un líder de la región”, título reservado tradicionalmente a los aliados más cercanos de una administración. Queda ver si Milei, declarado defensor de la administración Menem, logra igualar lo que su antecesor hizo.

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