Monitoreo del Presidente, cuatro escalas y un cuidado ingreso a cielos en conflicto: los detalles de vuelos humanitarios de la FACh en Israel

Era un fin de semana en que pensaba descansar y comenzar a salir de un cuadro de coronavirus que la aquejaba. Eso era lo que había planeado la ministra de Defensa, Maya Fernández, pero como siempre suele decantar la vida en política, un evento mundial cambió todo. El Covid-19 tendría que esperar, ya que lo que ahora apremiaba era la guerra desatada en Medio Oriente y los chilenos atrapados en el conflicto.

Todo se inició el sábado 7 de octubre, pasadas las 18.30 de la tarde, cuando el grupo palestino Hamas atacara la zona sur de Israel, dejando, hasta ahora, centenares de víctimas fatales y miles de heridos en ambos territorios. Producto de aquello, Israel decretó Estado de Guerra y en Chile se decidió disponer de vuelos humanitarios para rescatar a los connacionales de la zona.

Estas coordinaciones comenzaron el mismo sábado, luego de que el Presidente Gabriel Boric tomara contacto telefónico con el canciller Alberto van Klaveren. Se necesitaba ubicar a los chilenos en Israel para ofrecerles salir lo antes posible de Tel Aviv y para eso era necesario disponer de los aviones de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) y tomar contacto con la ministra Fernández.

A partir de ahí se iniciaron las coordinaciones con el comandante en jefe de la Fach, el general Hugo Rodríguez, quien de inmediato dispuso que el primer vuelo para el rescate sería un Boeing 737.

El tipo de avión, sin embargo, necesitaba una tripulación especial y con experticia en su conducción, y había un pequeño detalle: el jueves 12, el Presidente Boric viajaría en un modelo similar, el cual ya tenía asignado a sus pilotos más expertos. Pero el inconveniente se resolvió rápido y se dispuso de 16 funcionarios para viajar en el primer vuelo humanitario, de manera que se fueran turnando cada ciertos tramos para permitir el descanso de otros.

La ministra Fernández explica que “la magnitud del conflicto y la cantidad de chilenos afectados nos impulsaron a diseñar una misión de alta complejidad en tiempo récord. En ese sentido, la FACh hizo un gran esfuerzo por disponer de los recursos humanos y técnicos en el menor tiempo posible. Chile es un país pequeño, que no tiene ni los recursos ni las aeronaves que cuentan otras naciones. Sin embargo, eso no es impedimento para diseñar una misión de alta complejidad, a más de 13 mil kilómetros de distancia y en donde actualmente existe un entorno operacional militar incierto”.

Quien asumió la misión de coordinar el operativo fue el general Andrés Leiva, comandante en jefe de la II Brigada Aérea y comandante de la Guarnición General Aérea de Santiago.

En conversación con La Tercera el general Leiva detalla que “el operativo lo comenzamos a trabajar el día domingo, después de que nos llegó la solicitud del gobierno. Trabajamos toda la noche planificando el vuelo para despegar el día lunes. Se calcularon las autonomías de vuelo, porque había que cruzar el Atlántico, por lo que se programaron cuatro escalas: Salvador de Bahía (Brasil), Cabo Verde (África), Madrid (España) y Creta (Grecia)”.

El alto oficial agrega que “la última escala es porque se trata de aeródromo militar y nos da la seguridad para esperar, hasta que nos den la autorización final para ingresar hacia cielos israelís. Ahí nos quedamos una hora y media, hasta que nos dan el pase final para entrar. Ellos tienen muchos controles, radares, pero nosotros tenemos un agregado aéreo en Israel, quien visó todo lo necesario para finalmente ejecutar el rescate”.

Según explica el general Leiva, los chilenos que quieran ser parte de estos vuelos y salir de la zona de conflicto deben inscribirse en el Embajada de Chile en Israel. En total, entre la distancia que hay entre Creta y Tel Aviv, más los tiempos de embarque, el operativo tiene una duración de cerca de cuatro horas.

Las condiciones en el aeropuerto, cuenta el oficial de la FACh, son seguras, pues “no hay ataques directos en el aeropuerto, sino que en las cercanías, pero son alertas de ataque; sin embargo, las condiciones están dadas para llevar a cabo los rescates”.

La Fuerza Aérea se comprometió a sacar la mayor cantidad de chilenos de la zona de conflicto, y hasta ahora 209 compatriotas han sido rescatados. Se espera que durante la semana vayan concretándose más vuelos, aunque las líneas comerciales también están operando, lo que permitiría un mayor flujo de connacionales a bordo.

Además, se dejará operando un avión en Europa en caso de que sea necesario concretar más vuelos humanitarios. “Quiero agradecer a la FACh y a su delegación. Son nuestros mejores hombres y mujeres, quienes se preparan durante años para responder a los momentos difíciles de nuestros ciudadanos”, sostuvo la ministra de Defensa.

La misión rescate, por ahora, se ha cumplido a cabalidad.