No se habló de su proceso de nominación a la Suprema: qué le preguntaron los fiscales del caso Hermosilla al ministro Jean Pierre Matus
Fue un breve interrogatorio, en calidad de testigo, en la que el Ministerio Público -según trascendió- no abordó ningún supuesto tráfico de influencias durante el proceso en que postuló a la Corte Suprema, como ha sido ligado en la prensa por su relación en el pasado con el abogado Luis Hermosilla, hoy indagado por lavado de activos y cohecho. ¿Qué le preguntaron entonces al magistrado de la sala penal?
“Nadie llegó aquí por el espíritu santo”. La frase, entregada por la ministra María Teresa Letelier en un pleno de la Corte Suprema, sigue calando hondo en el seno del máximo tribunal. Y es que las esquirlas de los casos Hermosilla y “Topógrafo” generaron un especie de ambiente de “cacería de brujas”, repiten fuentes del Poder Judicial, respecto a quienes fueron los apoyos políticos y judiciales de quienes hoy ocupan un asiento en el segundo y tercer piso del Palacio de Tribunales.
Es en ese escenario que se ha especulado, en más de una ocasión, si en el celular del penalista y exasesor de gobierno Luis Hermosilla existirían pruebas de presunto tráfico de influencias para ayudar a jueces a ascender en su carrera judicial. Eso, en el entendido de que para escalar en este poder del Estado no solo se necesita la venia de sus superiores al momento de postular, sino que también intervienen el Ejecutivo y -en el caso de los supremos- el Senado.
Al poco tiempo de que a Hermosilla se le incautara su celular se registró el primer “caído”. Y fue ni más ni menos que el entonces director de la PDI Sergio Muñoz. En sus conversaciones con el abogado le entregó información reservada de causas penales vigentes. Actualmente el exdetective está formalizado y bajo medidas cautelares por esa causa. Y así, el interés por el celular del penalista creció más y más.
Hasta el propio ministro de Justicia, Luis Cordero, sostuvo que el móvil del abogado podría ser “una caja de Pandora”.
Un reportaje de Ciper puso en el centro de estos eventuales contactos al ministro de la Corte Suprema, e integrante de la sala penal, Jean Pierre Matus. El reportaje asegura que en varios chats de 2021 Hermosilla habría pujado por su arribo al máximo tribunal en el cupo de abogado externo.
Finalmente, y tras casi ocho meses de investigación reservada, este lunes la Fiscalía citó a declarar -en calidad de imputado- a Hermosilla, quien fuera el asesor principal de Interior en el gobierno de Sebastián Piñera.
Tras renunciar a su derecho a guardar silencio y declarar por cuatro horas se activó la primera diligencia: los fiscales Felipe Sepúlveda y Miguel Ángel Orellana, a cargo del caso, citaron durante la misma jornada al ministro Jean Pierre Matus. Sin embargo, quienes conocen el tenor de la pesquisa aseguran que las preguntas no tuvieron que ver con la supuesta ayuda que le habría proporcionado Hermosilla para su ascenso al máximo tribunal, sino por otro motivo.
¿De qué forma se pagó el informe?
“Usted ha sido citado a declarar en calidad de testigo”, le habría explicitado el fiscal Felipe Sepúlveda a Matus. Y en ese sentido, dicen las mismas fuentes, este último respondió cada una de las interrogantes del investigador.
El motivo de la citación era para saber si él tenía conocimiento de cómo Hermosilla había financiado el informe en derecho del penalista alemán Kai Ambos, que se usó en la defensa del exministro del Interior Andrés Chadwick, quien fue acusado constitucionalmente tras el estallido social.
Matus en esa época, fines del 2019, ejercía como abogado, aún no llegaba al Poder Judicial y ayudó a realizar los contactos para llegar al jurista.
¿Quién financió el informe?, es una de las preguntas que le habría hecho el persecutor. Ante lo cual, señalan fuentes conocedoras de la pesquisa, el ministro Matus habría respondido que desconocía quién y de qué forma se pagó al profesor Kai Ambos.
Hay quienes plantean que un informe como ese podría llegar a costar hasta US$ 30.000. Y como se indaga a Hermosilla por lavado de activos, cada uno de esos flujos de dinero está hoy en la mira del Ministerio Público. Y si bien Matus hizo el contacto, toda la operativa de pagos quedó en manos del exasesor de gobierno.
Fuentes que conocen la diligencia aseguran que ningún punto del interrogatorio giró en torno a su nominación como supremo, que ocurrió dos años después de la gestión que hizo para la defensa de Chadwick.
Las diligencia con el ministro Matus, sostienen las mencionadas fuentes, fue breve y puntual: no se abordaron chats con Hermosilla, ni tampoco supuestos tráficos de influencia respecto a ese ministro o terceros, que es lo que indaga también hoy la Comisión de Ética de la Corte Suprema.
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