Ocho regiones tienen ocupaciones hospitalarias al límite: en Aysén queda una cama y en Valparaíso, solo dos
La ocupación de las UCI a nivel nacional alcanzó un 97%, a la vez que los contagios de coronavirus siguen en alza en la mayor parte del país. Según expertos, las cifras muestran que la demanda de camas podría superar la capacidad instalada. En Valparaíso, el principal hospital está copado y al cierre de esta edición se preparaban para trasladar pacientes a otros recintos.
Mientras los casos de Covid-19 en el país siguen en un acelerado aumento, los ojos están puestos en la red asistencial. Tras dos decretos de ampliación de camas y una nueva meta de llegar a los 4.500 cupos habilitados durante este mes, los esfuerzos no han mermado. Pero se han puesto cuesta arriba: el margen es estrecho.
El último informe del Ministerio de Salud, emitido esta mañana, da luces sobre la realidad de las Unidades de Cuidado Intensivo del país. La ocupación promedia un 97% y ocho regiones se encuentran en una situación crítica, con una utilización por sobre el 95% de la capacidad instalada.
Los casos más complejos están en Aysén (con 107 mil pobladores), donde esta mañana había solo una cama disponible. En Valparaíso, donde viven 1,9 millón de personas, solo quedaban dos plazas en la UCI. Les siguen Arica, donde habitan 252 mil personas, con tres camas libres, y Antofagasta, con otras tres para sus 691 mil residentes.
En total, el informe contabiliza 135 unidades de alta complejidad desocupadas en todo el país, de un total de 4.158 habilitadas. Se trata de una capacidad que se ha más que triplicado en solo un mes: en marzo eran 1.313 los cupos UCI abiertos.
Además, de los 4.023 pacientes internados en las unidades más complejas, el 81% se encuentra en ventilación mecánica.
El académico de la Usach Claudio Castillo sostuvo que el estrecho margen de la red asistencial es complejo, en especial considerando el incremento de contagios que se dieron en los últimos días. “En los últimos 15 días el aumento de la capacidad hospitalaria ha sido del 1% diario, en promedio, pero la ocupación ha crecido en un 1,5% diario. Si se mantiene esa tendencia, estamos cerca del límite de que la demanda sobrepase la capacidad instalada”, advirtió.
Castillo, además, planteó que entre el 0,5% y el 0,7% de los contagios diarios está requiriendo UCI y que, con más fuerza desde el 30 de marzo, los menores de 39 años son quienes más requieren cuidados de alta complejidad. “Ese día se marca el quiebre y la demanda de UCI en este grupo ha sido más rápida que en el resto”, añadió Castillo.
A su vez, Arturo Zúñiga, director del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián, planteó que el escenario para la red asistencial es más complejo en la actualidad que el que se vivió en la primera ola, que tuvo un comportamiento asincrónico a lo largo del país. Al respecto, el exsubsecretario de Redes Asistenciales planteó que “los datos por región son preocupantes, porque se ve que en las regiones más pobladas siguen aumentando los contagios, salvo en el caso de Biobío, que muestra una pequeña disminución en las últimas dos semanas. Eso podría dificultar la estrategia de trasladar a pacientes hacia otras regiones, que fue la que se usó durante la primera ola. Pero los datos muestran que a Santiago todavía le queda por crecer, de hecho, está por debajo del promedio nacional, entonces, si uno lo compara con junio del año pasado, los casos podrían aumentar todavía un 50% y eso preocupa”.
La exautoridad destacó que la red esté creciendo, en promedio, 40 camas UCI diarias, pero alertó que “no se ve una disminución de casos y estos podrían seguir aumentando, entonces el escenario es bastante difícil”. Frente a este escenario, propuso otorgar más atribuciones al personal de enfermería y kinesiología que se desempeña en las UCI, a objeto de optimizar los tratamientos físicos y farmacológicos que actualmente dependen en forma exclusiva de los médicos, a objeto de optimizar la atención en estos recintos. “Se les podría dar, con un marco legal, más atribuciones para las indicaciones farmacológicas a las enfermeras y a los kinesiólogos para el manejo de los ventiladores mecánicos, pues actualmente necesitan de la firma de un médico para ejecutar labores que ellos saben desempeñar muy bien por su experiencia en UCI”, destacó Zúñiga.
El caso de Valparaíso
Académicos de la Región de Valparaíso ya han alertado que la zona está en riesgo de una “tormenta perfecta”, ya que los principales indicadores destinados a medir el impacto de la pandemia en la población exhiben cifras realmente alarmantes.
Este lunes, el Servicio de Salud de Aconcagua de la Región de Valparaíso informó que de las 34 camas críticas que disponen, solo una está disponible. Y de los 33 pacientes que tienen internados, un tercio no reside en la zona. Mientras, en el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, tienen solo una cama desocupada de las 69 que han habilitado. “Esta es una semana más de confinamiento y es preocupante, porque las cifras siguen subiendo en nuestro servicio. El llamado es a seguir todas las medidas de autocuidado”, dijo Susan Porras, directora del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio.
A su vez, Mauricio Cancino, médico internista del Hospital Carlos van Buren, planteó que el recinto se encuentra con un 100% de las camas ocupadas, tanto en los niveles UCI como en los intermedios y de baja complejidad. Añadió que en los boxes de la Unidad de Emergencia hay dos pacientes conectados a ventilación mecánica, en espera de ser trasladados dentro de la región o, en su defecto, a otro punto del país. “La situación en la que nos encontramos es crítica, debido al desgaste de los equipos de salud y a los altos niveles de estrés que hemos estado sometidos en el último tiempo. Hacemos un llamado a extremar las medidas de autocuidado y a respetar la cuarentena, como, a su vez, a las autoridades a fortalecer la estrategia de testeo, trazabilidad y aislamiento”, añadió el profesional.
El médico infectólogo Rodrigo Cruz, director del Centro de Investigación y Diagnóstico de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso, planteó que de acuerdo a los contagios de los últimos días, la región requerirá de 500 camas UCI. Y actualmente son 307. “Estos totales se extraen de la división del número de camas críticas existentes por el promedio de días que las utiliza en cada paciente internado (10), dividido por el porcentaje de pacientes hospitalizados, que calculamos en 5%. Siendo conservadores, tenemos entonces que a nivel nacional el sistema acaba de pasar la línea roja, mientras que en la Región de Valparaíso este hace rato fue superado. Casi se duplicó. De ahí que hoy esta región tenga casi el 100% de sus camas críticas ocupadas”, sostuvo Cruz.
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