Ómicron: se triplican contagios entre vacunados con refuerzo, pero demanda de UCI y fallecimientos se mantienen a raya
Hasta la semana pasada, el contagio entre vacunados con booster pasó de 25,8 contagios por cada 100 mil habitantes a 79,2. Expertos apuntan a una pérdida de la percepción de riesgo y mayor contagiosidad de la variante, que es capaz de generar 200 nuevos contagios en solo 12 días, según la experiencia de Estados Unidos.
Los contagios diarios por Covid-19 han registrado un aumento sostenido, superando rápidamente peaks anteriores. Durante la última jornada, se registraron 8.270 casos nuevos y una positividad del 8,59% en el total de muestras. Pero la diferencia con olas anteriores son varias: si bien los contagios de hoy son los más altos desde el 5 de junio pasado, para ese entonces 3.213 pacientes permanecían internados en una unidad crítica por el virus. Ahora solo 427 infectados están en UCI.
El peligro, eso sí, está en la alta contagiosidad y mayor propagación de ómicron, la que incluso está alcanzando una incidencia mayor a la de semanas previas entre los vacunados con refuerzo.
Según los datos publicados por el Ministerio de Salud -y sistematizados por el Grupo Epidemiológico Matemático de la Usach-, entre la semana epidemiológica 52 (la última de 2021) y la primera de este año, el contagio entre vacunados con booster se triplicó: de una tasa de cada 100 mil habitantes, pasó de 25,8 contagios a 79,2.
Aun así, las incidencias entre inoculados con tercera dosis son mucho menores versus quienes cuentan solo con el esquema inicial de dos dosis, o con ninguna de las vacunas.
¿Significa que han perdido su efectividad después de un tiempo? No necesariamente. El aumento del contagio podría deberse tanto al relajo de las personas como a una mayor capacidad de la nueva variante para evadir la respuesta de las vacunas contra la infección; sin embargo, la tasa de ingreso a UCI y de fallecidos se mantiene a raya en este grupo altamente imunizado: solo 0,1 por cada 100 mil está requiriendo cuidados intensivos y los decesos se ubican en una tasa de 0,2.
Es decir, hasta ahora el esquema con dosis de refuerzo está obteniendo una respuesta inmune adecuada para evitar la enfermedad grave.
Además, quienes están a la cabeza de la tasa de contagios son las personas no vacunadas (ver gráficos).
Menor percepción de riesgo
Felipe Elorrieta, del Departamento de Matemáticas de la Usach, señala que “en la ola anterior que tuvimos en Chile, provocada por la variante delta entre octubre y noviembre, las personas con dosis de refuerzo casi no se contagiaron, las incidencias fueron muy leves. Sin embargo, ahora con el aumento de los casos por ómicron, hemos visto que esa incidencia ha crecido”, lo que podría dar cuenta de esta mayor capacidad de la nueva variante para evadir la inmunidad contra la infección.
De todas maneras, dice, “se ve un aumento del contagio en todos los grupos: en una dosis, o ninguna y en quienes tienen dos dosis y las diferencias siguen siendo similares: las tasas de incidencia siguen siendo más altas en quienes no tienen ninguna dosis o solo una. Y si bien preocupa que hayan aumentado tan fuerte los contagios en personas con dosis de refuerzo, eso no ha impactado en hospitalización en UCI ni los fallecimientos. La tasa de internación cada 100 mil personas es de un 0,2, mientras que entre los no vacunados es de 3,2, es decir 32 veces más”.
El académico en salud pública de la ya mencionada casa de estudios, Claudio Castillo, explica que con ocasión de las fiestas de fin de año y el inicio de la temporada estival, se ha producido “una disminución de la percepción del riesgo, lo que ha ido asociado con la débil comunicación del riesgo que han hecho las autoridades. Para las fiestas de fin de año no se tomaron medidas adicionales y en estas últimas semanas hemos visto como consecuencia el aumento de la circulación comunitaria de ómicron”.
Castillo señala que los números que se conocen desde el hemisferio norte es que la capacidad infectiva de ómicron es tal, que solo un caso positivo podría generar 200 nuevos contagios en un período de 12 días. “No hemos aprendido de medidas más estrictas de otros países como Corea del Sur. A propósito de ómicron, redujeron la autorización de actividades sociales a un aforo de máximo cuatro personas, se cerraron lugares de mayor riesgo, se ajustaron los aforos en restaurantes y locales nocturnos con consumo de alcohol y se elevaron las restricciones a los no vacunados, pues si bien pueden asistir a estos locales, deben sentarse en una mesa solos. Hay una serie de medidas que permitieron que ese país hoy tenga controlada la situación, pese a la variante”, comenta.
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