Pablo Larraín y el 18 de octubre: "Al igual que el resto de Chile, yo desperté ese día"
El realizador se refirió al movimiento social en entrevista con el diario El País de España, donde esta semana debuta su filme Ema, que también estará en el Festival de Sundance. El director se encuentra en Nueva York preparando la filmación de la miniserie basada en La historia de Lisey, de Stephen King, con Julianne Moore y Clive Owen.
La noche del 20 de octubre el Presidente Sebastián Piñera ofreció una de sus conferencias de prensa menos afortunadas y probablemente más impopular. A dos días del estallido social, el mandatario declaró que el país se encontraba en guerra. A la mañana siguiente, el director de cine Pablo Larraín (1976) subió una imagen en negro a su cuenta de Instagram con el hashtag #noestamosenguerra. Aquella ha sido una de las pocas manifestaciones públicas del realizador de No en torno al movimiento social, que a él también lo tomó por sorpresa, como dice en entrevista con el diario español El País.
"En nuestra cultura se advirtieron ciertas señales, aunque en ningún caso yo lo vi venir. No tuve la premonición. Al igual que el resto de Chile, yo desperté ese día", cuenta el director de Ema, filme que se estrena esta semana en España.
A través de su cuenta en Instagram, Larraín hizo breves posteos a favor de una nueva Constitución y de una Asamblea paritaria, pero no se había referido abiertamente al momento que atraviesa el país.
Protagonizada por Mariana di Girolamo y Gael García Bernal, Ema aborda el problema de las adopciones fallidas, y retrata a una generación joven que según Larraín es la que ha salido a las calles. "Sus códigos de funcionamiento son distintos, muy poderosos y novedosos. Es, por cierto, la generación que se ha puesto sobre los hombros la lucha contra el cambio climático y ha liderado el estallido social en Chile desde el pasado 18 de octubre", dice.
En Ema el fuego es un elemento de gran impacto visual y tal vez para los espectadores puede relacionarse con los acontecimientos de los últimos meses: "Puede que haya conexiones desde la película, en su manera de encarar la sociedad con elementos como el fuego, pero porque esa generación es así. Chile se movió de manera colectiva, no puedo arrogarme nada", afirma Larraín.
Uno de los aspectos más destacados y discutidos del filme es el carácter de su protagonista. Larraín lo sabe: "Su comportamiento sorprenderá a algunos espectadores, acostumbrados a cine modelista", dice. En cualquier caso, su intención no es entregar mensajes: "Solo entiendo el cine como una bola de fuego que administra quien lo está viendo", asegura.
Estrenada en el Festival de Venecia, la película escrita por Alejandro Moreno y Guillermo Calderón busca reflejar el problema de las adopciones articulado por el Sename: el servicio establece una suerte de ranking de idoneidad paternal. "Por suerte, eso está cambiando en Chile, porque lo importante en una familia no importa si los progenitores son heterosexuales u homosexuales, sino si hay amor y cuidado", dice.
Con estreno ya confirmado también en EEUU, el realizador espera que el público conecte con el filme. "Que sepa que la Humanidad está en riesgo, y que por eso batalla por un cambio. Ema está contada desde el punto de vista de una mujer en crecimiento, que madura, que hace cosas que algunos no podrán entender, que aprende qué tipo de vida desea tener, forja su identidad. Para mí, el cine es deseo", concluye.
La historia de Lisey
Pablo Larraín respondió el llamado del diario El País desde Nueva York, donde prepara el rodaje de La historia de Lisey, adaptación al formato miniserie de la célebre novela de Stephen King. El guión es del mismo autor y el realizador chileno contará con un elenco integrado por Julianne Moore y Clive Owen.
Larraín ya tiene experiencia dirigiendo en EEU: en 2016 realizó Jackie, pero la serie de ocho capítulos para Apple TV es nueva en su trayectoria.
"La televisión se hace igual en todo el mundo, más allá de las barreras idiomáticas. En esta serie se mezcla el terror psicológico y el drama en una historia cimentada en la memoria, en cómo una mujer (Julianne Moore) encara el mundo tras la pérdida de su marido (Clive Owen)", dice. "Son materiales nuevos para mí, códigos narrativos fascinantes a los que me tengo que adaptar, y en los que debo buscar mi voz. Ese proceso ha sido un gran desafío", afirma.
Paralelamente, su filme Ema continúa su recorrido: el viernes se estrena en el Festival de Sundance, para ser distribuida luego en EEUU por Musix Box, la misma compañía que llevó El club en 2015 y que este año presentará también el último documental de Werner Herzog, Nómade: tras los pasos de Bruce Chatwin.
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