Paul Auster, Siri Hustvedt y Salman Rushdie lideran campaña de Escritores contra Trump

El disenso de los intelectuales con los gobiernos de sus países es un cuento más o menos viejo y en el mundo autoritario es casi una contraseña de probidad. En la antigua órbita socialista este fue el camino elegido por autores como el ruso Alekesandr Solzhenitsyn o el checo Vaclav Havel, mientras que en la época cumbre de las dictaduras latinoamericanas, gran parte del boom (desde Gabriel García Márquez hasta Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa) resistió contra los tiranos. Ahora, en pleno siglo XXI, parece que llegó el turno de Estados Unidos: 1.800 autores se unieron en el grupo llamado Escritores contra Trump, que alienta a impedir la reelección del actual presidente el próximo martes 3 de noviembre.

La iniciativa, que se originó a fin de agosto, alcanzó mayor repercusión mediática en las últimas semanas y para muestra está el botón de algunos de sus prestigiosos miembros. Algunos de ellos son Paul Auster, Siri Hustvedt, Salman Rushdie, Margaret Atwood, Russell Banks, Valeria Luiselli o Rebeca Solnit y, en general, privilegian la acción a través de redes sociales (es decir, el terreno en el que mejor se mueve Donald Trump) para persuadir por un voto que lo desfavorezca.

Dos de los miembros fundadores son Paul Auster (La trilogía de Nueva York) y Siri Hustvedt (La mujer temblorosa), matrimonio de autores que han ganado respectivamente los premios Princesa de Asturias de Literatura, quienes a su vez fueron convocados por el sociólogo y novelista Todd Gitlin, amigo de Paul Auster. “Creo que es el voto más crucial desde hace 150 años en Estados Unidos”, comentaba hace uno días el escritor a la revista mexicana Proceso.

“Se adhirió nuestra hija Sophie, quien con la poeta Julia Lattimer se han dedicado a poner toda esta información en internet (www.writersagainsttrump.org) y en Twitter, Facebook e Instagram. Estoy seguro que ésta ha sido la manera en la que ha llegado la noticia del movimiento a muchas partes del mundo”, decía el autor de Brookyn Follies a la misma publicación, calificando a Trump como “el peor presidente de Estados Unidos”.

En el portal web de la iniciativa se lee una proclama bastante directa y concreta: “Somos escritores estadunidenses que nos hemos unido para oponernos al régimen racista, destructivo, incompetente, corrupto y fascista de Donald Trump. Creemos que esta presidencia es singularmente peligrosa para nuestra sociedad presente y futura”.

También se insta al voto de la siguiente manera: “Escritores Contra Trump colabora con organizaciones que buscan alentar la participación de votantes, promover candidatos que se resisten al aparato de Trump, proteger las elecciones del fraude y el robo, y movilizarse en caso de problemas postelectorales”.

Uno de los aspectos que se ha discutido con fuerza últimamente es el conteo de votos y el reconocimiento del ganador en las elecciones, considerando que en un país tan extenso como Estados Unidos los resultados no se saben con inmediatez. Al respecto, Writers Against Trump ha planteado incluso una respuesta movilizada: “La intimidación de los votantes, los intentos de evitar un conteo certero, las acusaciones de fraude electoral por parte de la administración Trump o su negativa a aceptar los resultados tendrán que ser contrarrestadas por ciudadanos dispuestos a salir a las calles”.

La organización, que ya tiene planificado un panel post-electoral para el jueves 5 de noviembre con Salman Rushdie, Paul Auster, Rebeca Solnit y Natasha Threthewey, también promueve que sus adherentes les envíen sus videos para difundirlos en forma masiva. Entre sus contenidos incluye iniciativas para persuadir a los votantes perezosos para asistir a las urnas y motivar al ciudadano joven. Además hay directrices para organizar campañas locales, recibir fondos de apoyo y una tienda online con ropa, tazas y bolsas, entre otros productos.

En su portal se publican artículos con regularidad, generalmente de sus miembros, y el más reciente pertenece al escritor chileno-estadounidense Ariel Dorfman, quien se refiere al reciente plebiscito en nuestro país. Los seminarios en línea y las acciones recomendadas para votar en estados del país donde los resultados no son claros (como Wisconsin o Florida) son también parte del contenido online de la iniciativa.