PC golpea la mesa y agrava la encrucijada de Tohá por agenda de seguridad
En el partido liderado por Guillermo Teillier existe una creciente molestia por el manejo del orden público y la seguridad, tema que ya hizo crisis en los incidentes del pasado aniversario del estallido social. Si bien, en esa oportunidad, fue el alcalde Daniel Jadue (PC) quien cuestionó a la ministra, aparentemente la intervención del jefe comunal generó una onda expansiva, obligando a la directiva comunista a endurecer su postura con el Ejecutivo.
Un almuerzo con la bancada de diputados comunistas encabezará esta tarde la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien llegó al Congreso minutos antes de las 10 de la mañana para tramitar una nueva prórroga del estado de excepción para La Araucanía y el Biobío, y continuar con el trabajo prelegislativo en busca de un gran acuerdo en materia de seguridad.
Una de las puntas de lanza de la ministra, en esta nueva agenda, es una reforma para crear un nuevo estado de excepción que, en primer lugar, no obligue al Ejecutivo estar cada 15 días pidiendo una extensión al Congreso y, en segundo término, sea menos agresivo en la restricción de libertades y garantías constitucionales (por ejemplo, los derechos a locomoción y reunión).
Sin embargo, a pesar de que la apuesta de Tohá -quien se reunía al cierre de esta edición con los parlamentarios comunistas- es buscar una fórmula más atenuada para mantener la presencia militar en el sur y neutralizar en parte las críticas de sectores de izquierda, las aguas dentro del PC están agitadas.
Al intervenir en la sala y a nombre de su partido, la diputada Alejandra Placencia (PC), integrante de la Comisión de Seguridad de la Cámara y una de las voces moderadas de su colectividad, dio una inédita señal de dureza.
“Desde que asumimos este período legislativo hemos respaldado los estados de excepción, entendiendo que se viene arrastrando una situación crítica en La Araucanía desde hace varios años (...) Sin embargo, a casi 8 meses de instalado el gobierno, el uso del estado excepción es una medida que se ha vuelto permanente y no es algo que nos parece positivo”, dijo Placencia antes de que se votara una nueva prórroga del estado de excepción.
Si bien la solicitud presidencial se aprobó por 113 votos a favor, 19 en contra, Placencia se plegó a las abstenciones (que sumaron 4 en total).
“Hemos valorado lo que se nos ha propuesto como programa del Buen Vivir, lo apoyamos y creemos que se enmarca en el sentido correcto, pues pone el acento en el diálogo para mejorar la calidad de vida en la zona y restituir derechos ancestrales a las comunidades mapuche, pero este camino está destinado al fracaso si el Estado no es capaz de dar seguridad a las personas en la zona, de manera sostenible en el tiempo, y sin necesidad de mantener la militarización del territorio”, dijo la diputada comunista.
“Les quiero decir a las ministras presentes (dirigiéndose a Tohá y a la ministra de Defensa, Maya Fernández) que no vemos un diseño claro, una política de Estado que nos permita resolver los temas de seguridad, sin requerir de un estado de excepción, pese a que desde iniciado el gobierno nos hemos encontrado en disposición a discutir todas las alternativas que permitan dotar al Estado de más y mejores herramientas para abordar esta crisis que heredamos”, añadió la parlamentaria comunista.
“El día de ayer la ministra del Interior habló de que existe un proyecto para reemplazar el estado de excepción que estaría bastante avanzado. Habló también de la existencia de un trabajo prelegislativo, pero, sinceramente, presidenta (dirigiéndose a la vicepresidenta de la Cámara, Claudia Mix, quien conducía el debate), no hemos tenido la oportunidad de ver ese trabajo y participar de esas instancias prelegislativas como bancada. Solo conocemos los titulares. Y estamos, como cada 15 días, discutiendo lo mismo, esperando que exista un plan integral, una idea, una propuesta clara para otorgarle seguridad a una región que padece la falta de Estado”.
Las palabras de la legisladora eran una manifestación de una creciente molestia que existe en el partido frente al manejo del orden público y la seguridad de Tohá, tanto en términos legislativos y operativos, que ya hizo crisis en los incidentes del pasado aniversario del estallido social.
Si bien en esa oportunidad solo el alcalde de Recoleta y exprecandidato presidencial, Daniel Jadue (PC), junto un par de diputados comunistas, levantó la voz y cuestionó a la ministra, aparentemente esa intervención del jefe comunal generó una onda expansiva que llegó a las bases del partido y ha obligado a la directiva comunista a endurecer su postura con el Ejecutivo.
Aunque las señales hoy se concentraron en la agenda de seguridad, también hay ruidos que han comenzado a manifestarse en las negociaciones por el proceso constituyente.
El endurecimiento del PC se transformó en una complicación adicional para Tohá, que hoy está en una encrucijada para resolver una nueva fórmula para los estados de excepción en el sur y comenzar a armar el gran acuerdo.
La apuesta de la ministra es avanzar en una reforma constitucional que permita al gobierno prorrogar la presencia militar cada 60 días ante el Congreso. A cambio, el Ejecutivo está dispuesto a que no se restrinja el derecho a reunión, exigencia que han puesto particularmente parlamentarios de izquierda.
Sin embargo, desde la derecha acusan en ello es una traba ideológica y, por otro lado, le exigen a la ministra Tohá que no se quiten herramientas de orden público al jefe de las fuerzas militares que asume en los estado de excepción.
Si bien, a juicio de algunos parlamentarios oficialistas, la condición que ha puesto la oposición también obedece a razones ideológicas, en sus conversaciones, Tohá se ha abierto a que el nuevo mecanismo de excepción constitucional (que sería de características más atenuadas que el estado de emergencia que hoy se aplica en el sur) solo considere la restricción de locomoción, ello permitiría, por ejemplo, decretar toques de queda si es necesario.
Este tironeo “ideológico”, a juicio de algunos diputados oficialistas y opositores, probablemente se repetirá en otros proyectos de seguridad, como las reformas a la Ley Antiterrorista, a Carabineros y del Sistema de Inteligencia. Por lo tanto, algunos creen que Tohá tendrá que decidir entre apostar por un acuerdo con la derecha y el Socialismo Democrático o fórmulas de mayoría más frágil que dejen conforme al PC y a otros grupos de izquierda, pero sin la oposición.
“Este gobierno tiene que sincerarse. Hay proyectos que están durmiendo en el Congreso. Para ponerle urgencia a la Ley Antiterrorista, primero hay que reconocer que hay terrorismo”, señaló el jefe de bancada de los diputados de RN, Andrés Longton, quien junto el secretario general de su colectividad y también diputado, Diego Schalper, cuestionaron la demora de varias iniciativas en materia de seguridad.
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