¿Plan A o B? La línea que divide a los senadores DC y anticipa la fracción del partido de cara al plebiscito
En los últimos días se ha configurado una suerte de empate técnico en el comité decé, donde dos senadores son críticos de la Convención (Rincón y Walker) y otros dos (Huenchumilla y Provoste) están jugados para aprobar el texto del órgano constituyente. Flores, por su parte, si bien el fin de semana cuestionó el "plan B" de la derecha, ahora firmó la propuesta para rebajar el quórum de reforma para modificar la Carta Magna.
“Una grata conversación” -según relató Ximena Rincón- sostuvieron el martes los senadores DC para analizar la propuesta que rebaja el quórum para modificar la actual Carta Fundamental a 4/7 de los parlamentarios en ejercicio.
Si bien en la reunión de la bancada decé, realizada el martes, no participaron Iván Flores (quien aún está con licencia médica producto de un accidente automovilístico) ni Yasna Provoste (quien está fuera del país), Rincón y Walker intercambiaron visiones con Francisco Huenchumilla, quien ya ha manifestado una inclinación por el Apruebo.
Este miércoles, el senador de La Araucanía tras conocer la propuesta dijo que “el momento (en que se presenta) es bien curioso, porque estamos entre el Apruebo y el Rechazo. Y esta bajada de quórum no es independiente. Opera en la medida que gane el Rechazo. Para eso está diseñado. Y ganando el Rechazo, la derecha recupera su poder de veto”. “Es un buen diseño para la derecha económica y política. No me convence... No estoy de acuerdo”, agregó.
De hecho, el fin de semana, el mismo Huenchumilla ya había fijado una postura severa frente a los anuncios de legisladores de derecha que ofrecían alternativas para cambiar la Constitución. “El plan B de la derecha es una suerte de operación encubierta, un Rechazo con envoltorio para decirle a la gente ‘vote Rechazo y yo le garantizo que después haremos los cambios adecuados’”, señaló.
En ese sentido, la propuesta de Rincón y Walker -quienes han dado opiniones críticas sobre el texto que ha aprobado el órgano constituyente- en el fondo apostaba a lo que el mismo Huenchumilla cuestionaba.
En todo caso, la postura del senador de La Araucanía -quien remarcó que la DC está “en un momento histórico”, tal como lo fue el golpe de Estado de 1973- no es solitaria. Con él sintoniza la actual directiva falangista, que preside el alcalde Felipe Delpín, junto a la senadora y vicepresidenta DC, Yasna Provoste, que también se declaró a favor del Apruebo.
Ello ha configurado una suerte de empate técnico en el comité DC, donde dos senadores son críticos del texto redactado por el órgano constituyente (Rincón y Walker), mientras que otros dos (Huenchumilla y Provoste) están jugados por aprobarlo.
En este escenario, Iván Flores ha asumido una posición neutral. De hecho, el fin de semana emitió un comentario en redes sociales que aparentemente respaldaba las palabras de Huenchumilla. “Frente a quienes están promoviendo un plan B o una tercera vía por el plebiscito de salida, quiero reiterar que no es posible ni correcto pretender cambiar las reglas del juego. Aquí hay solo dos opciones: aprobar o rechazar. La ciudadanía y la democracia resolverán”, posteó.
No obstante, esta mañana, sorpresivamente Flores firmó la propuesta de Rincón, Walker y Araya para bajar el quórum de reforma de la actual Constitución.
La divergencia que se ha comenzado a evidenciar en la bancada es vista por algunos dirigentes como la primera muestra de la tensión interna que enfrentará el partido para definirse a favor del Apruebo o el Rechazo.
Consultada por los distintos caminos que están tomando los senadores DC, Rincón dijo que “el plebiscito de salida tiene que ver si estamos aprobando un texto que es bueno o malo para el país. No tiene que ver con planes A, B, C o Z. Esta no es una dicotomía entre bueno o malo, justo o injusto, demócrata o dictador. Es la decisión sobre el texto que nos va a regir en los próximos años”.
Por su parte, Walker le restó dramatismo a que no exista unanimidad de la bancada DC y explicó que la propuesta de rebaja de quórum simplemente busca “darle la certeza a un electorado moderado de centroizquierda, que no quiere tirar la casa por la ventana, que no quiere que Chile parta de cero, que quiere hacer cambios. No es dramático el resultado del 4 de septiembre. Chile no se juega la vida el 4 de septiembre. Sea cual sea el resultado, vamos a tener una nueva Constitución, sin que nadie imponga un veto”.
A juicio de la secretaria nacional de la colectividad, Cecilia Valdés, las posiciones de los legisladores “son legítimas” y, en ese sentido, desestimó que ello derive en un conflicto. “No le tenemos temor a la diversidad de opiniones, es parte de nuestra democracia. Y los senadores tienen derecho a manifestarse”, expresó.
“La DC nunca se ha sentido interpretada por la Constitución del 80 y es de coherencia darle una oprtunidad a un nuevo texto constitucional. Tal vez hay algunas cosas que habrá que corregir, pero hay que salir pronto de esta Constitución del 80. Hoy estamos analizando, capítulo por capítulo, el borrador”, señaló la secretaria nacional DC.
En todo caso, Valdés admitió que el debate que se está dando entre parlamentarios obligará al partido a apurar su definición de cara al plebiscito de salida. “Adelanta la conversación en el partido, claro que sí. Eso está bien, pues hay que apurar el tranco”, dijo.
El problema es que esa discusión, según Valdés, en ningún caso se resolverá antes de agosto, ya que es un tema que se debe tratar en una junta nacional de la DC -que corresponde a la máxima instancia interna-, tal como se hizo en noviembre del año pasado, cuando se fijó el apoyo a Gabriel Boric en la segunda vuelta de la elección presidencial.
Los tiempos legislativos también podrían jugar en contra de la eventual indefinición de la DC y ponerle más presión a la interna al partido, pues es altamente probable que la reforma de rebaja de quórum avance rápidamente. La razón es que el mismo senador Walker preside la Comisión de Constitución del Senado y está dentro de sus facultades ponerlo en tabla dentro de la instancia. “Espero que de aquí a dos semanas iniciemos las discusión”, dijo Walker.
Una vez que la Comisión de Constitución evacue el proyecto que rebaja los quórum, llegaría a la sala del Senado, donde el pronóstico preliminar es que tendría los 33 votos necesarios.
De partida, los 24 senadores de la UDI, RN y Evópoli están apoyando la iniciativa. Si a ellos se le agregan los cuatro patrocinantes (Rincón, Walker, Araya y Flores), el piso con el que parte el proyecto es de 28 sufragios a favor.
Además, en el PS agregan que en ningún caso rechazarían una reforma de esa naturaleza, a pesar de que pueda resultar incómodo aparecer apoyando un camino alternativo a la opción Apruebo.
De hecho, los autores de la iniciativa estiman que los votos más difíciles de conseguir serán los de los seis senadores de Apruebo Dignidad (PC, Frente Amplio, FREVS y Fabiola Campillai) y el del republicano Rojo Edwards, que ningún caso ponen en peligro la aprobación.
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