El protagonismo encubierto de Paredes en el no jugar más
En la asamblea de jugadores y también en privado. El goleador de Colo Colo movió todas sus influencias para que no vuelva la competencia.
"Tenemos que ser consecuentes. Les dijimos que iba a pasar algo, y pasó. Colo Colo no va a jugar". Esteban Paredes fue el sexto capitán que tomó la palabra en la última asamblea del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup). Ya había una marcada inclinación por cerrar la temporada, pero las palabras del líder de Colo Colo terminaron con cualquier discusión. Si el plantel más popular del país decía no, no quedaba otra que seguirlos.
Los que estaban en la cita de los jugadores, que se realizó en un hotel del sector oriente de Santiago, reconocen que el discurso de Paredes no fue en tono impositivo, pero sí muy firme. Y es que el goleador histórico de la Primera División chilena confirmó en la reunión la postura que ha manifestado desde el primer día en que se puso en duda la continuidad de los torneos 2019 de Primera División y Primera B.
Como nunca, el centrodelantero ha estado muy metido en el proceso, relata otra de las figuras que ha seguido de cerca los acontecimientos en el Sifup. De forma interna, en el Monumental, y también hacia afuera, en contacto directo y frecuente con Gamadiel García, presidente del sindicato. El viernes 22, por ejemplo, en medio del caos que generó la invasión de fanáticos de la Garra Blanca en el Municipal de La Florida, el líder del Sifup tuvo que tomarse un tiempo para atender el pedido directo de Esteban Paredes. "Les dije que esto iba a pasar", fue el reproche que hizo el delantero a los representantes de la agrupación, que en ese momento intentaban resolver el enredo provocado por la suspensión del partido entre Unión La Calera y Deportes Iquique.
Paredes y la plantilla completa de Colo Colo estaban pendiente de lo que pasaba en La Florida. Encerrados en el Monumental, porque varios de los que llegaron al estadio vecino poco antes estaban protestando afuera del recinto de Macul, para que no regrese la actividad. "Vénganse para acá. Colo Colo no va a jugar", fue la solicitud y la advertencia que hizo el ariete al sindicato. Horas después, Gamadiel García ya estaba reunido con los jugadores del Cacique en la casa popular. El discurso ahí, obviamente liderado por el capitán, fue que el equipo no se presentaba al día siguiente, aunque la ANFP siguiera adelante con el desarrollo de la fecha.
Antes de esa reunión con el Sifup, apuntan desde el Monumental, Paredes ya le había informado al presidente Aníbal Mosa la determinación de la plantilla. De hecho, el propio centrodelantero había pactado con sus pares de Conquimbo Unido la medida. De ser necesario, negociaron llegar a la cancha y hacer una huelga de pelota caída. Es decir, no moverse dentro del campo. El referente albo manifestó esa posición inmutable el último miércoles, cuando todavía no estaba del todo claro que los torneos se cerraban en el escritorio: "Nosotros estamos en paro, así que no sé de dónde van a sacar jugadores. El otro día dije que lo que pasó con Iquique sobrepasó todos los límites", expresó.
Lo cierto es que la postura del atacante ya había llamado la atención en el Consejo de Presidentes de la ANFP, que se realizó el 15 de noviembre y al que fueron invitados técnicos, futbolistas y árbitros. El llamado día de la "unidad del fútbol". Por los jugadores, tomaron el micrófono Johnny Herrera y Esteban Paredes. El primero llamó a hacer el esfuerzo por jugar, el segundo aseguró que no estaban las condiciones, que había "compañeros amenazados", en Colo Colo y en otro clubes. Eso sí, no hizo ninguna denuncia específica, lo que se ha mantenido hasta la fecha. Ayer, Aníbal Mosa también habló de jugadores amedrentados en el Cacique, pero bajo la misma línea: sin entregar casos concretos y sin anunciar acciones ante la justicia.
Entre los presidentes de los clubes sorprendió el convencimiento de Paredes por cerrar el campeonato, siguiendo el discurso de los barristas que presionaban por redes sociales. Quienes son más cercanos al futbolista, sin querer identificarse, intentan explicar el interés evidente del goleador por no jugar. Apuntan principalmente a que como capitán e ídolo de Colo Colo, es el primero que recibe las peticiones, críticas y exigencias de parte de la barra. Desde el hincha común hasta los líderes de la Garra Blanca, todos se acercan al atacante. Lo esperan afuera del Monumental o le envían mensajes por redes.
En los primeros días del estallido social, Paredes fue duro contra las autoridades. Incluso mostró la intención (que nunca se cumplió) de unir al plantel de Colo Colo en alguna marcha. Desde ahí hasta hoy, el máximo artillero del fútbol de honor cambió su blanco. Su máxima preocupación era no volver a jugar. Y esa idea, finalmente, es la que se impone en la industria.
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