¿Puede la constituyente acortar el próximo mandato presidencial? El debate que anticipó Bassa en la Convención
A menos de dos meses de la presidencial, el vicepresidente del órgano advirtió que si la nueva Constitución establece un régimen transitorio que fije qué comicios deben realizarse un año después de su entrada en vigencia, el nuevo “gobierno tendrá que llamar a elecciones”. Sus dichos tensionan nuevamente el debate sobre los límites del poder constituyente.
“La nueva Constitución no podrá poner término anticipado al período de autoridades electas por votación popular, salvo que aquellas instituciones que integran sean suprimidas u objeto de una modificación sustancial”.
Eso es lo que establece el artículo 138 de la Constitución actual. Y es el alcance de su interpretación lo que -en medio de la segunda jornada de votación del reglamento- se ha tomado el debate en la Convención Constitucional.
Fue su vicepresidente, Jaime Bassa, quien puso el tema sobre la mesa anoche en el programa Tolerancia Cero, al advertir que si el órgano así lo decide, a través de la propuesta de nuevo texto constitucional, podría llamar a elecciones anticipadas tanto respecto del cargo de la Presidencia de la República como de aquellos electos en la próxima parlamentaria del 21 de noviembre.
“¿Si los chilenos votan por un mandato de cuatro años, usted cree que la Convención puede reducirlo?”, le preguntó el periodista Daniel Matamala. “Bueno, la Convención a través de la Constitución. O sea, si la nueva Constitución establece un régimen transitorio que diga, por ejemplo, que un año después de entrada en vigencia de la constituyente el gobierno llamará a elecciones, el gobierno tendrá que llamar a elecciones”, respondió el convencional del Frente Amplio.
Y agregó: “Por eso es importante que las iniciativas estén puestas sobre la mesa, en el sentido de qué tipo de presidencialismo piensan algunos, qué tipo de semipresidencialismo piensan otros, qué alternativas parlamentarias pueda haber y conocer las razones que hay detrás”.
Si bien la discusión no es nueva -de hecho distintos candidatos al Parlamento están conscientes de que sus mandatos podrían reducirse-, sus palabras generaron incomodidad en ciertos sectores de la Convención, el Congreso e incluso el gobierno.
El ministro de la Segpres, Juan José Ossa, aseguró que “aquí hay que ser muy categóricos en que hay límites, y esos límites están expresamente establecidos en la reforma constitucional que dio pie, que hizo nacer esta Convención (...). No pueden ser modificadas las reglas, los límites y deslindes que tiene la Convención Constitucional”.
“Discusión extemporánea”
Un cambio del régimen político presidencial a uno parlamentario es un ejemplo, dicen en Vamos por Chile, de una “modificación sustancial” que podría generar un llamado a elecciones anticipadas.
Sin embargo, los convencionales de ese sector concuerdan en que aquello es algo que deberá ser discutido por la constituyente más adelante, no existiendo aún claridad sobre las diversas posiciones al respecto. Por tanto, critican que Bassa “adelantó” un debate que deberá dar el órgano cuando se inicie la discusión de fondo.
En ese sentido, la convencional Marcela Cubillos (Independiente–UDI) sostiene que “las declaraciones de Bassa obedecen a que se creen soberanos, piensan que la democracia empezó con ellos y que esta Convención es el único órgano democrático en Chile. Este mesianismo es el que le hace daño a la credibilidad de la Convención y, de paso, demuestra la poca fe que le tienen a su candidato (Gabriel) Boric”, acusa.
Asimismo, la exministra resalta que la interpretación del artículo 138 debe hacerse de manera estricta, por lo que plantea que “la Constitución es clara en señalar –pero, al parecer, ellos (los convencionales de oposición) son los únicos chilenos a quienes no les obliga-, que la Convención Constitucional no puede poner término anticipado al período de autoridades electas en votaciones populares, salvo que esas instituciones sean suprimidas o sufran una modificación sustancial, y eso debe interpretarse de modo muy restrictivo para no pasar a llevar la soberanía popular”.
En ese mismo sentido, el vicepresidente UDI del órgano constituyente, Rodrigo Álvarez, sostiene que “me parece que la discusión iniciada por Jaime Bassa es extemporánea y adelanta un debate de fondo que deberá verse en la comisión respectiva. Además, políticamente, creo que es muy relevante intentar no afectar las válidas decisiones que tomarán los chilenos en las futuras elecciones presidenciales y del Congreso”.
También desde la UDI, la convencional Constanza Hube criticó a Bassa, diciendo que “me parece grave lo que ha sostenido el vicepresidente de la Convención, ya que la Constitución establece como límite que la propuesta de nueva Constitución no puede poner término anticipado al período de las autoridades electas por votación popular, salvo que sean suprimidas u objeto de una modificación sustancial. Eso se debe interpretar de manera estricta, por lo que no es procedente establecer un ‘período transitorio’ de mantenerse un régimen presidencial. Pero, no me extraña, ya que la tónica constante de algunos constituyentes ha sido saltarse las reglas ya establecidas”.
Ahondando en qué tipo de modificaciones podrían determinar un llamado a elecciones anticipadas, Álvarez dice que, “si pasáramos a un Congreso unicameral o si el sistema de gobierno cambiara a uno parlamentario o, incluso, según la profundidad semipresidencial” que se determinara, cuestiones con las que –afirma- está en contra.
Una opinión similar expresa el RN Cristián Monckeberg en cuanto a los ejemplos que pudieran determinar comicios antes del fin del período respectivo. “Es anticipado hablar hoy de acortar mandatos, pero de ocurrir debe ser muy justificado ya que se trata de autoridades elegidas por la ciudadanía. En este proceso todas las alternativas deben debatirse y estar sobre la mesa”, afirma.
Menos crítico es Ruggero Cozzi (RN), quien dice que “Bassa tiene un punto”. Aunque insiste en el argumento de que la reforma constitucional que habilitó el trabajo de la Convención es clara respecto de las razones para poner término anticipado al período de autoridades electas en votación popular, remarca que -en ese sentido- el artículo 138 constituye un límite para los convencionales, pues “la intención (de esa norma) es asegurar la estabilidad de nuestra democracia”.
Sin embargo, agrega que “hay cambios constitucionales que deben revisarse caso a caso, por ejemplo, si se elimina el Senado y pasamos a un sistema unicameral, o si pasara a gobernar un Primer Ministro. En ese contexto, el vicepresidente Bassa tiene un punto, pero serían situaciones excepcionales”. Sobre esto último, plantea que “acortar el período presidencial o parlamentario no me parece un cambio sustancial, sería algo que regiría en el próximo período y no de modo retroactivo. En cambio, eliminar el Senado sí me parece una modificación sustancial. Ahora, esto debe evaluarse caso a caso”.
Pero no solo desde la derecha criticaron Bassa. El convencional Fuad Chahin (Colectivo del Apruebo) también sostuvo que “ese es un debate que se va a dar naturalmente al interior de las comisiones temáticas y de la Convención a propósito de los artículos transitorios, pero me parece extemporáneo e inoportuno anticipar ese debate a meses de la elección presidencial y parlamentaria de noviembre. No es el momento”.
“Dependerá del poder constituyente”
Para el convencional comunista Marcos Barraza, “lo más probable es que la nueva Constitución defina en términos estructurales, sustantivos y a nivel nacional, un nuevo sistema político, que implique un nuevo régimen en el plano presidencial, pensando más bien en el caso de Chile Digno, en un semipresidencialismo y en un proceso de descentralización efectivo (...). En ese sentido, “si pensamos en un Congreso unicameral es evidente que Chile tendría que rápidamente implementar un nuevo sistema político y eso implica una pronta elección post nueva Constitución que dé cuenta de esas expectativas populares”.
En el Colectivo Socialista, Ricardo Montero sostiene que para analizar el asunto “lo primero es tener en cuenta que el proceso constituyente es un momento de profundos cambios para nuestro país y, en ese marco, no es extraño que las modificaciones impliquen variaciones en el calendario electoral, lo que, por cierto, está contenido en la reforma constitucional”.
Aludiendo a que la norma constitucional es clara, agrega que si se anticipan o no los mandatos “dependerá de cuánto se modifique la forma de gobierno y las competencias de cada órgano”.
En la misma línea, Fernando Atria (Independiente-RD) desdramatiza la posibilidad de que se pueda acortar el mandato de algunas autoridades. “Esto no es algo que se haya decidido ni mucho menos, es una posibilidad que está explícitamente reconocida en la Constitución. Por lo tanto, no debería a estas alturas esa sola posibilidad suscitar mayor discusión. Eso está previsto, es posible y habrá que verlo atendidas las decisiones que tome la Convención”.
Desde los Movimientos Sociales, Alondra Carrillo asegura que “este es un proceso constituyente que dará lugar a una nueva institucionalidad. Se equivoca el gobierno de Piñera al intentar establecer límites que no se encuentran regulados en la ley, que pretenden constreñir a la Convención y, peor aún, a los pueblos respecto de lo que puede o no establecer el nuevo texto constitucional”.
Mientras que su par Manuela Royo (Movimientos Sociales) afirma que “no solo podría acortarse el próximo mandato presidencial, también podemos decidir tener otro sistema de gobierno, no tener Senado o no tener Presidente, eso dependerá del poder constituyente y de lo que consideremos es la mejor forma para organizar nuestras vidas en base a nuestros objetivos y principios”.
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