¿Qué antecedentes entregó la familia de Ronald Ojeda a Argentina para lograr refugio?

Fue a principios de abril que se concretó uno de los primeros encuentros entre el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y la viuda del fallecido teniente (r) venezolano Ronald Ojeda.

En ese momento había transcurrido poco más de un mes de que la Fiscalía confirmara que el hombre de 32 años había sido encontrado sin vida -al interior de una maleta y bajo un bloque de cemento en una toma en Maipú-, por lo que en la misma instancia la mujer le transmitió a la autoridad de gobierno que como familia estaban más que atemorizados.

Ya en ese entonces, en medio del duelo que enfrentaba por haber perdido a su esposo, Josmarghy Castillo le transmitió al subsecretario que junto a su hijo, su nuera y sus sobrinos necesitaban salir del país hacia un lugar más seguro. Estaba intranquila y temerosa de lo que pudiese pasarles, pese a que contaban con medidas de protección de parte del Ministerio Público.

Por lo mismo, como pudo recabar La Tercera, desde el Ejecutivo decidieron ponerla en contacto con representantes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), para que así lograran concretar su anhelo y abandonar Chile. Esto, porque como el mismo Monsalve detalló en un punto de prensa, “el gobierno no hace procedimiento de reasentamiento. Ese procedimiento las familias los acuerdan con otros países, normalmente con asesorías de organizaciones de carácter internacional”.

Las mencionadas partes, en todo caso, se reunieron en al menos tres ocasiones en compañía del abogado que representa a Castillo, Juan Carlos Manríquez y, como resultado, se determinó que Acnur podría apoyarlas para trasladarse hasta España. Otros países en Latinoamérica habían sido descartados, por razones de seguridad, aunque esto no podía ser inmediato.

El último encuentro entre la viuda de Ojeda y Monsalve tuvo lugar a mediados de mayo, por lo que la noticia de que finalmente la familia había encontrado refugio en Argentina -como publicó Biobío la tarde de ayer jueves- cayó como una suerte de “balde de agua fría” en La Moneda.

En esas gestiones, afirmaron fuentes de Palacio consultadas por este medio, el gobierno no tuvo injerencia y todo se materializó producto de conversaciones que inició el penalista Manríquez con autoridades trasandinas.

Pese a ello, tras conocerse la información, el subsecretario indicó: “Aquí lo que importa es la seguridad de la familia, respetar a una familia que ha sido golpeada por un hecho delictual enormemente grave”.

Si bien había conversaciones en marcha con Acnur, la familia buscó un camino paralelo y el 4 de julio pasadas las 18 horas el abogado Juan Carlos Manríquez despachó desde su casilla de correo electrónico un email dirigido a Carlos Alberto Manfroni, titular de la Unidad de Asesores del Ministerio de Seguridad de la República Argentina.

“Petición de las sras Josmarghy Castillo y Mayra Ojeda, para ellas y sus hijos/ Ref: Caso Ronald Ojeda”, se lee en el asunto de dicho correo, donde además se hacía presente que las víctimas directas de lo ocurrido con el exmilitar eran precisamente las personas que representaba.

Sostuvo, en el mismo sentido, que recientemente la viuda y hermana de Ojeda habían denunciado “seguimientos y vigilancias inusitadas, no vinculadas a su relación con la fiscalía chilena”, y que se ha “intentado hackear sus redes sociales de Instagram y Facebook desde Venezuela”.

“No están seguras, ni protegidas en Chile, me dicen, y lo que más las aflige es que a la fecha, en su calidad de víctimas, se les ha negado cabal acceso al expediente de investigación, pero paradójicamente las últimas diligencias que reafirman la intervención extranjera y de delincuentes altamente peligrosos del Tren de Aragua y otras bandas en este delito se dan a conocer en un noticiero de televisión abierta”, manifestó el abogado en el email.

Así las cosas, agregó que producto de la situación de “agobio” que viven sus representadas le pidieron que solicitara formalmente a la República de Argentina “que considere concederles el refugio”.

“Son mujeres solas, pero educadas, leales, firmes en sus convicciones, honestas y trabajadoras. Con total seguridad sabrán insertarse rápido y para bien en labores que aporten (...) Han sufrido lo indecible y su ruego tiene sólo fundamentos y motivaciones humanitarias. Sus hijos merecen crecer y desarrollarse en un entorno seguro y digno, me lo reiteran. Por tales razones de protección universal de los derechos humanos de personas que más aún tienen el estatus de refugiados y perseguidos, ruego muy respetuosamente a usted considerar la solicitud formal para que la República Argentina decida concederle el refugio”, concluyó.