Qué pasó con el zapato roto, la cena privada con Pedro Pascal y el diálogo con Obama: lo que no se vio de la gira del Presidente en la ONU
El Presidente tuvo un percance con uno de sus calzados en su debut ante las Naciones Unidas. Además, se dio tiempo para sostener encuentros privados, por ejemplo, con el actor chileno y el exmandatario de Estados Unidos.
En la sede del organismo multilateral apostado en pleno barrio Manhattan, al topar con el canto de un peldaño de una escalera, explicaron desde sus equipos, una de las suelas de sus zapatos se despegó.
A esas alturas, ya había emitido su discurso ante el pleno y se dirigía a reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En el registro de la cita quedó reflejada la sorpresa de la alemana al notar el zapato roto del Mandatario.
A esas alturas sus equipos no habían notado el percance y tampoco él. Sino, explican, podrían haber salido a comprar un calzado para reemplazarlo, pero eso no ocurrió. Solo después de conocerse los videos en redes sociales, notaron el detalle que se repitió en la cita, ese mismo día, con el secretario general, Antonio Guterres.
El Mandatario había transmitido en la previa del viaje a Nueva York que, tras la parada militar en que participó el mismo día de su despegue -donde tuvo que estar de pie por varias horas-, que privilegiaría zapatos más cómodos, como lo ha hecho en otras oportunidades. Sin embargo, no contaba con que se podrían romper.
Sobre la polémica que provocó el hecho en Chile -algunos críticos cuestionaron que no cuide los protocolos en instancias multilaterales de alto nivel-, el Jefe de Estado habría desdramatizado el percance.
Pese a eso, luego de sus reuniones en Naciones Unidas y antes de dirigirse a la recepción en la residencia de la embajadora ante el organismo, Paula Narváez, Boric pasó por el Westin Hotel, donde se hospedó durante toda la semana, para cambiarse.
La cena privada con Pedro Pascal
El actor chileno Pedro Pascal fue uno de los invitados de honor a la ceremonia de conmemoración que se realizó el miércoles en el Instituto Cervantes por los 50 años del último discurso de Salvador Allende ante las Naciones Unidas.
Su llegada coincidió con la del Presidente Pedro Castillo (Perú), por lo que su presencia se vio algo opacada al inicio. Sin embargo, tras reconocerlo varios chilenos que se encontraban en el lugar comenzaron a rodearlo y a pedirle selfies.
Lo mismo hizo Boric después cuando se reunieron en la actividad. Y tras participar de una recepción ofrecida por su par de Estados Unidos, Joe Biden, el Presidente cenó con Pascal y su pareja y coordinadora sociocultural de La Moneda, Irina Karamanos.
Según fuentes de la delegación, los tres compartieron en un restaurante cerca del hotel del Mandatario e intercambiaron experiencias personales y también políticas.
Ese fue el día en que el Jefe de Estado tuvo más libertad para salir de noche. Durante su visita, como es tradicional en Estados Unidos, el Mandatario ha sido escoltado por el Servicio Secreto de ese país por motivos de seguridad, lo que no le permite moverse con demasiada libertad y tener momentos a solas como le gusta.
Pese a eso, también tuvo margen para salir a comer comida china en un espacio que tuvo libre durante sus jornadas de bilaterales, mientras que el jueves en la noche comió con sus equipos, instancia en que les agradeció las gestiones durante todo el viaje.
El diálogo con Obama
Durante la tarde, Boric coincidió en una actividad en Brooklyn con el expresidente de Estados Unidos Barack Obama. Quienes conocieron del tenor de la conversación, aseguran que el Presidente Boric le planteó su mirada crítica respecto de la forma en que el país norteamericano se relaciona con América Latina, algo que ya había transmitido a Biden en su paso por la Cumbre de las Américas en junio pasado.
Así, el Mandatario refrendó la necesidad de que la región sea tratada como iguales por los países más desarrollados. “Si es que no hay preocupación de las democracias occidentales por establecer estos lazos, inevitablemente se fortalecen las relaciones con otros”, advirtió el Jefe de Estado a Obama, con quien quedó de seguir en contacto.
El exlíder de la Casa Blanca, en todo caso, reconoció que tras la guerra desatada por Rusia en Ucrania ha habido un cambio de prioridades en Estados Unidos y una amplia polarización de su sociedad.
Obama, además, al conocer del origen magallánico de Boric, le comentó sobre el documental que realizó sobre los parques nacionales, donde aparecen las Torres del Paine de la Patagonia chilena.
Ya finalizando su paso por Nueva York, y tras emitir un punto de prensa en que calificó como “exitosa” su gira y destacó el mensaje de certidumbre económica que se dio a los distintos inversores, el Presidente tenía previsto salir a comer con Karamanos y recorrer algunas librerías de la ciudad norteamericana.
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