Quién es Isidoro Trespalacios, uno de los compradores del fusil "especial" de Famae que ha coleccionado casi 400 armas

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A visitor looks at a pistols collection at Tula State Museum of Weapons in the town of Tula some 180 km outside Moscow on August 26, 2017. (Photo by Yuri KADOBNOV / AFP)

La confusa saga del por qué FAMAE le vendió a 30 civiles un fusil rotulado por la policía como de "francotirador" e "ilegal" -cosa que según la empresa no era así- dejó una ráfaga de molestos compradores. Uno de ellos, según informes de Carabineros, es un coleccionista que tiene unas 400 armas. Sus representantes dicen que no ha cometido ningún delito. Y exigen que se les devuelva el fusil, ahora incautado.


Tiene sesenta años, es casado, se llama igual que su padre y uno de sus hijos también. Se ha dedicado a los negocios inmobiliarios, tiene más de una decena de propiedades, y ha manejado al menos cinco moteles en Santiago. Vive en una calma calle en Providencia, sus conocidos lo describen como alguien que "ha tenido mucho éxito" y como una persona "extremadamente tranquila y reservada". Tanto, que casi no se conocen fotos de don Isidoro Trespalacios Cueto si no fuera por la ficha suya que aparece en un informe policial que ha circulado esta semana. Y que lo tiene indignado.

Todo, porque en 1999 él le compró a la Fábrica y Maestranzas del Ejército (FAMAE) un ejemplar del FD 2000, un fusil elaborado en Chile basado en el SIG 542 suizo, un arma de asalto. Fue uno de los 30 civiles a los que dicha industria, de propiedad del Ejército, les vendió ese modelo entre ese año y 2014. Una excepción, porque casi todas las armas que produce FAMAE -en su mayoría con licencia de esa marca helvética- se destinan o para uso militar chileno, o para fuerzas armadas extranjeras que las importan.

En Chile, la Ley 19.798 de Control de Armas prohíbe que los civiles compren o posean armas automáticas (es decir, que disparan en ráfaga mientras uno siga jalando del gatillo) y semiautomáticas (basta jalarlo otra vez y nada más para disparar de nuevo). Solo pueden acceder a armas "de repetición" o de "tiro a tiro", es decir, aquellas en que el tirador debe pasar el siguiente cartucho a la recámara accionando un mecanismo de cerrojo.

La ley data de 1977. Por lo visto apuntaba a que los civiles, cuando armados, nunca estuviesen en igualdad de condiciones ante un uniformado.

La compraventa de esos 30 fusiles, como se ha informado profusamente esta semana, motivó una investigación de la Fiscalía Oriente y del OS-9 de Carabineros, a su vez originada en una pesquisa de la Fiscalía Metropolitana Sur y de la Policía de Investigaciones. Ahí comenzaron los problemas para Trespalacios y otros de los compradores, porque esta última hablaba desde un comienzo de "ciertos sujetos con el delito de tenencia de armas prohibidas". Se dijo que las habían vendido "por error": un escándalo.

Con eso, el OS-9 terminó elaborando un informe que insiste en que el FD 2000 es un "fusil de francotirador semiautomático" y por tanto "ilegal" en manos de civiles. Sus 15 páginas detallan generosamente quiénes lo compraron y dónde están esas armas hoy. A seis de los propietarios los identifica con nombre completo, RUT, edad, estado civil, antecedentes penales, causas pendientes, vehículos, y el listado de armas que ha inscrito. Cada ficha va acompañada de una foto, y además incluye fotos y las direcciones de sus domicilios.

Tres días después de conocidas estas diligencias y este informe, ahora resulta que -según lo que señala FAMAE- las armas nunca fueron prohibidas porque eran "tiro a tiro", que eran un "arma deportiva" y que por tanto nunca se canceló su inscripción (pero en sitios web especializados se describe al FD 2000 como un arma semiautomática).

En el intertanto, muchas de estos fusiles fueron incautados por la policía -la investigación no ha terminado- y el informe de Carabineros dejó para el registro los nombres de Juan Pablo Vergara, Iván de la Fuente, José Nadinic, Nelson Campos e Isidoro Trespalacios. A este último el OS-9 lo etiqueta como un "sujeto" que "mantiene 403 armas inscritas a su nombre, de las cuales 335 figuran inscritas como colección y su permiso de coleccionista figura NO VIGENTE, desde el día 26.11.2018, por ende todas estas armas las mantiene ilegalmente". De todos los mencionados, es el que exhibe la cifra más alta.

¿403 armas en la casa?

Trespalacios efectivamente es de muy bajo perfil. Prefirió no referirse a este asunto personalmente, dejando que, e su lugar, lo hicieran abogados. Reynero García presentó a nombre suyo, en mayo, un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones tras la incautación del arma -que fue rechazado-, e insiste en que él es una persona "normal" y que no ha cometido faltas. Ahora quien lo representa es Aldo Duque.

"Don Isidoro es un hombre que tiene sus años, y toda la vida se ha dedicado al rubro inmobiliario con mucho éxito", dice. E insiste en que "él compró armamento de uso deportivo, definido así por la autoridad fiscalizadora, cumpliendo con todos los requisitos de la ley", y que "además ha sido fiscalizado en una serie de oportunidades, sin problemas".

Agrega que Trespalacios compró esa arma "como coleccionista" directamente a FAMAE, y que "además, ese fusil fue llevado al banco de prueba, donde se certificó que el fusil era de 'repetición' y no 'semiautomático'". Además, dice, "nunca, jamás en su vida ha disparado" el fusil, y que "nunca lo va hacer, porque no es su intención: él es un coleccionista". Y que "jamás" ha comprado municiones para el FD 2000.

Duque agrega que los documentos de la compraventa de FAMAE y de certificación por parte del Instituto de Investigaciones y Control del Ejército (IDIC), aseguran que el arma no es ilegal.

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El registro de compraventa de FAMAE y el certificado del banco de pruebas del fusil adquirido por Trespalacios. En ellos se lee que es un arma de repetición y, por tanto, legal.[/caption]

¿Puede tener 403 armas? ¿Es legal? ¿Por qué tantas? "La cifra es menor, un poco menor, pero no tiene nada de raro; no tiene nada de extraordinario para un coleccionista", contesta. Y retruca el informe policial. "Su permiso de coleccionista y el de deportista están vigentes".

Un detalle: la ley autoriza dos armas inscritas por persona, salvo en el caso de los coleccionistas, que según la letra de dicha norma pueden registrar "dos o más", sin poner límites. Pero el reglamento asociado a esa misma ley, en su artículo 189, dice que un coleccionista "no podrá sobrepasar las 200 armas en total". Según esto, Trespalacios tendría el doble. Esa misma normativa obliga a los coleccionistas a meticulosas medidas de seguridad para almacenar sus armas, y no pueden comprar municiones para ellas ni usarlas para otros fines.

El abogado de Trespalacios dice que él "está tremendamente molesto" porque "lo han tratado y expuesto como un delincuente", y que si la policía no le devuelve el arma "se lo pedirán al juez".

"No son personas con desequilibrio sicológico"

El empresario hotelero ha sido un activo miembro de la comunidad de amantes de las armas. El 2014, como presidente de la Agrupación de Nacional de Coleccionistas de Armas de Fuego, fue uno de los firmantes de una carta dirigida al entonces ministro del Interior, Jorge Burgos, en que reclamaban "irregularidades, trámites, dilaciones y requisitos caprichosos" en la fiscalización a sus colecciones por parte de Carabineros.

Entre quienes la suscribieron junto a él estaba Alfonso de Iruarrízaga Hoces de la Guardia, a quien tal vez recuerden como el ganador de la medalla de plata en tiro skeet en los Juegos Olímpicos de Seúl (1988).

"Isidoro es extremadamente tranquilo y muy reservado" lo describe Cristián Gamboa, presidente de la Asociación Nacional por la Tenencia Responsable de Armas (ANTRA), quien lo conoce por haber estado con él "en mesas de trabajo" sobre el tema. "Es muy mesurado en sus opiniones, muy de bajo perfil. Es todo lo contrario de lo que uno se imagina de la gente que tiene armas".

"Estas personas las coleccionan como quien colecciona monedas, billetes, estampillas. Ellos sienten pasión por las armas, lo que escapa al gusto del promedio, pero no por eso son personas con algún tipo de desequilibrio sicológico, sino que todo lo contrario", agrega Duque.

Gamboa explica que los coleccionistas de armas -cita cifras que hablan de 26.252 armas en manos de 1.268 personas que tienen permisos vigentes- "son bastante especiales, de bajo perfil, que les gusta coleccionarlas, por ejemplo, por los números de serie que tienen: se ponen orgullosos si tienen el 001 ó el 002, porque son las primeras".

"Por eso a veces no compran una sola o pocas, y pueden llegar hasta 50, 70, 100 o más. Algunos prefieren coleccionar armas de la Segunda Guerra Mundial", dice.

¿El ahora famoso FD 2000? "Era especial porque fue el primero en su tipo que se fabricó para uso deportivo en Chile; FAMAE no le vende a civiles salvo en este caso. Este se vendió poco y no lo compraron por calidad, sino por exclusividad", cierra.

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