Reformas al sistema político: Elizalde corre contra el tiempo, pero muestra primeras cartas ante presión de parlamentarios
El Senado votará este miércoles la idea de legislar de la reforma política a pesar de que La Moneda aún no materializa su propuesta.
Finales de marzo es el plazo que barajan el gobierno y los senadores para cerrar toda la discusión de reformas políticas y también posibles cambios al sistema electoral (especialmente la multa para reforzar el voto obligatorio y ciertos ajustes al financiamiento fiscal de candidaturas).
El ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), quien fue mandatado por el Presidente Gabriel Boric para “construir un consenso” en torno a una reforma que combata la fragmentación política, expuso este lunes en la Comisión de Gobierno de la Cámara, donde se tramita uno de los proyectos en discusión -presentado por el diputado Jaime Mulet (FRVS)- que promueve la federación de partidos.
En la ocasión el presidente de la Comisión de Gobierno, el diputado Rubén Oyarzo (indep.), le preguntó al ministro por los plazos para sacar estas iniciativas, ya que además del proyecto de Mulet por las federaciones, el Senado está avanzando con otra reforma paralela que eleva umbrales y requisitos a los partidos para acceder a la distribución de escaños en la Cámara.
La respuesta del ministro fue vaga y solo dijo que debía tener la suficiente antelación al inicio del proceso de este año que culminará con las elecciones presidenciales y parlamentarias en noviembre y diciembre (segunda vuelta).
Sin embargo, ante los mismos emplazamientos de diputados, el titular de la Segpres dio por primera vez algunas pistas de lo que el Ejecutivo está pensando para modelar el sistema político partidario.
“El gobierno no descarta presentar un mensaje propio y entendemos que están dando vuelta por lo menos seis ideas, algunas de las cuales están contenidas en este proyecto (el de federaciones) y otras en el del Senado (umbrales para partidos)... Es parte de lo que estamos estudiando”, dijo el ministro, quien mencionó como ideas: 1) la pérdida del escaño de los legisladores que renuncien a su partido o al comité parlamentarios que integraron en su llegada al Congreso; 2) la pérdida del escaño de legisladores expulsados de su partido, siempre y cuando esa sentencia sea apelable al Tribunal Calificador de Elecciones; 3) las órdenes de partido; 4) el umbral para existencia de partidos; 5) las federaciones y 6) una nueva regla de paridad.
Esta última medida fue la única que Elizalde dijo que el gobierno iba a patrocinar de todos modos, dejando abierta la posibilidad de incluir o no las otras ideas en la propuesta final que hará el Ejecutivo.
El diseño táctico de La Moneda, además, puede variar, ya que puede ser un proyecto propio, distinto a los que se tramitan en la Cámara o el Senado, o bien una indicación para complementar o modificar una de las iniciativas en trámite.
El problema es que las reformas están avanzando en forma paralela y sin una debida coordinación, tarea que algunos legisladores echan de menos de la Secretaría General de la Presidencia.
El diputado Oyarzo planteó que se necesitaba una mayor presencia del Ejecutivo y anunció que “para que seamos serios, vamos a pedir una bicameral (del Senado y la Cámara) y vamos a hacer todas las gestiones posibles para poder sesionar en conjunto con la Comisión de Constitución del Senado y la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara”.
La senadora Paulina Núñez (RN), integrante de la Comisión de Constitución, donde se tramita una de estas reformas, dijo que “el ministro ha estado ausente en las sesiones de la instancia y también ausente en la coordinación”. “Nosotros estamos decididos a avanzar en el proyecto que presentamos (que es patrocinado por 10 senadores del PS, el PPD, RN, la UDI, Evópoli y un DC)”, explicó Núñez.
Senado avanza sin gobierno
El presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Alfonso de Urresti (PS), quien fue el articulador de la iniciativa que se tramita en la Cámara Alta, señaló que “siempre hay oportunidad para que el gobierno tome mayor protagonismo”. Sin embargo, mientras ello se materializa, precisó que ellos seguirán tramitando esta iniciativa.
De hecho, la reforma constitucional de los senadores se votará este miércoles en el hemiciclo en la Cámara Alta, a pesar de que el gobierno aún no materializa su propuesta.
No obstante, para presionar a La Moneda, el objetivo es votar solo en general el proyecto (idea de legislar) para que el texto regrese a la Comisión de Constitución y se hagan los ajustes finales del articulado. En esta etapa el gobierno podría presentar indicaciones.
Esta reforma, que en realidad son dos mociones idénticas fusionadas para permitir que más legisladores figuren como autores, propone que solo los partidos políticos que alcancen al menos el 5% de los votos en la elección de diputados tendrán derecho a participar en la atribución de escaños en la Cámara. El umbral no se aplicará al partido que tenga escaños suficientes para sumar como mínimo ocho parlamentarios.
Además, la propuesta establece que cesará en su cargo el diputado o senador que renuncie al partido que hubiera declarado su candidatura. Lo mismo pasará con el independiente que, elegido en lista de un partido, comience a militar en una colectividad distinta o renuncie a su comité parlamentario. El escaño será reemplazado por otra persona designada por el partido.
Las mociones fueron presentadas por los senadores Alfonso de Urresti (PS), Ricardo Lagos (PPD), Gastón Saavedra (PS), Luz Ebensperger (UDI), Rodrigo Galilea (RN), Paulina Núñez (RN), Juan Antonio Coloma (UDI), Luciano Cruz-Coke (Evópoli) e Iván Flores (DC), además del presidente del Senado, José García (RN).
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