Rueda se va quedando solo en Pinto Durán

Reinaldo Rueda cambia el discurso. Acorta los plazos. Por primera vez, fija la Copa América como el primer 'check point' de su gestión al mando de la Roja. Ya no mira exclusivamente hacia el Mundial de Qatar 2022, como desde que llegó a la Selección para reemplazar a Juan Antonio Pizzi después del fracaso en el intento por llegar a Rusia 2018. El colombiano asume que está cuestionado y pone su futuro en manos de la ANFP. Se está quedando solo en Juan Pinto Durán. El respaldo irrestricto que tuvo cuando llegó ya no es tal.

"Nuestra continuidad o no, es una decisión unilateral", declara, asumiendo el complejo escenario que enfrenta. Es decir, deja claro que su intención es continuar el proceso más allá de lo que pase en Brasil, pero también que la determinación no depende de su voluntad. Más bien, está sujeta a los resultados que obtenga y a la imagen futbolística que su equipo deje. Dos parámetros, uno objetivo y uno subjetivo, que le juegan en contra. Bajo su mando, la Roja registra apenas un 44 por ciento de rendimiento y su estilo de juego está muy lejos del que encandiló a Sudamérica, que llegó a poner en jaque a las potencias y que, sobre todo, acostumbró a los fanáticos a ver un Selección dinámica y ofensiva.

"Nuestra decisión como cuerpo técnico es seguir desarrollando el trabajo y cumplir con lo que nos comprometimos. Esperamos que con un buen trabajo y suceso en la Copa América seguir en el camino. Si después no podemos seguir, hay que dar un paso al costado, dar por terminado el proceso. Es una pena, pero así es el fútbol", insiste, para que no queden dudas de su intención, pero tampoco de que ya se da por enterado de la apremiante situación que atraviesa y del examen que se le viene encima.

A comienzos de este mes, la ANFP, había dado una señal potente de que la continuidad del técnico tenía plazo fijo. Estableció el torneo sudamericano como el momento para revisar el trabajo del caleño en cuanto a resultados, nivel de juego y la inserción de elementos para renovar el plantel, más allá de que después del 1-1 frente a Estados Unidos, en Houston, el entrenador se desligara de la última obligación. Esa vez, Rueda exhibió una grabación en plena conferencia de prensa para intentar demostrar que la palabra 'recambio' no había salido de su boca. "Yo nunca hablé de recambio. No sé porqué dicen eso, no sé por qué dicen que me pise la cola", enfatizó.

Lo concreto es que Rueda sí tendrá tareas relacionadas con la búsqueda de nuevos talentos, que tampoco tenía contempladas. A su cargo estará, por ejemplo, la dirección del combinado Sub 23 que disputará el torneo Esperanzas de Toulon, una obligación que no figuraba en sus planes iniciales. La misma ANFP había informado formalmente que Bernardo Redín, ayudante de 'Rei', iba a ser quien dirigiera a ese combinado de proyección y que Rueda estaría en la banca en el Preolímpico. Sin embargo, esa situación también cambió.

En el último tiempo, Rueda ha dado señales de resignación que también traslucen incomodidad. Por ejemplo, reveló que le pidió al Consejo de Presidentes de la ANFP que adelantara el receso previo a la Copa América en una semana, para facilitar la preparación de la Selección, lo que denota su inquietud por una calendarización desprolija. "Es una solicitud que estamos haciendo de parte de la Roja a los presidentes de los clubes para que la liga chilena se pare en la fecha 14 y no en la 15, para recuperar una semana de las que perdimos en enero por el Sudamericano sub 20 y así tener más participación de los jugadores que militan en Chile en la concentración de la Copa América", explicó.

La imposibilidad de contar con todos los futbolistas que pretende sumar a sus trabajos es una de las materias que más lo complica. En marzo, la última fecha FIFA disponible para juntar a sus mejores hombres, no pudo contar con los jugadores de Universidad Católica y Palestino, por el acuerdo que había suscrito la ANFP con ambos clubes que disputaron la Supercopa en orden a no restarles elementos claves para esa definición. Hoy se plantea la presencia de jugadores cruzados como Edson Puch y José Pedro Fuenzalida en el torneo que se disputará en Brasil en virtud de sus destacados rendimientos, pero sin haber tenido la posibilidad de verlos junto a quienes forman parte estable de las nóminas que encabezan Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Gary Medel, entre otros.

Para colmo, en Quilín, a Rueda le quedan pocas personas con las que dialogar en confianza. Sin ir más lejos, ya no tiene a su interlocutor favorito. El exvicepresidente Andrés Fazio, clave para su llegada y encargado de darla a conocer, se había mostrado como el dirigente más cercano al entrenador de la Roja, se alejó a fines de febrero, dejando un vacío que Moreno no ha sido capaz de llenar en la comunicación con el DT. La importancia de Fazio también alcanzaba a los jugadores, con quienes compartió y negoció en el proceso anterior y mantenía una relación más estrecha que el actual timonel del fútbol chileno.