"Se avanzó en transparencia": Senadores evalúan la gestión de Montes en su último día

A las 16.00 horas de hoy el senador socialista, Carlos Montes, presentará su renuncia a la presidencia del Senado.

Con su salida, el parlamentario dejará atrás una compleja y controvertida gestión en la que debió enfrentar una fuerte resistencia a los cambios que impulsó durante su presidencia en materia de transparencia y reestructuración administrativa. Una parte de los funcionarios de la corporación y sus propios pares lo acusaron de actuar con un afán "personalista".

La primera polémica que tuvo que enfrentar Montes -y que le costó por varios meses una compleja relación con sus compañeros de la oposición- fue su postura en torno a la publicidad de los informes de asesorías externas. El parlamentario siempre fue partidario de que los respaldos de dichos trabajos fuesen públicos, a diferencia de lo planteado por su antecesor, Andrés Zaldívar (DC), bajo cuya gestión, la corporación negó la entrega de dichos documentos incluso al Ministerio Público, el que hasta el día de hoy investiga fraude al fisco y otros delitos en relación al pago de esas asignaciones.

Luego, el socialista tuvo que enfrentar graves acusaciones de parte de los funcionarios del Senado, a la propuesta que impulsó para reestructurar la orgánica de la corporación y de paso llamar a concurso para reemplazar al actual secretario, Mario Labbé y al prosecretario, José Luis Alliende. En esa oportunidad, los funcionarios lo acusaron de querer crear cargos de "confianza política" y de actuar de manera "irresponsable".

Sin embargo, a pocas horas de que Montes deje la testera, desde distintos sectores hacen un balance positivo de su gestión y aseguran que la resistencia que enfrentó es algo natural cuando se trata de cambios.

"Al senador Montes le tocó enfrentar una etapa compleja para el funcionamiento del Senado, con desafíos de modernización y mayor transparencia. Eso siempre genera algunos ruidos al interior de las organizaciones que pueden sentirse incómodas con algunos cambios que a muchos no les gustan. Pero, finalmente, con el acuerdo y la participación de todos se avanzó, no todo lo que quisiéramos, pero bastante", sostiene el senador DC, Jorge Pizarro, uno de los más críticos del estilo con que Montes lideró el Senado.

El parlamentario agrega que en materia política "sin duda que la complicación mayor la tuvo para coordinar mejor el trabajo legislativo del Senado como tal (…) con propuestas que, a veces, no respondían a una estrategia única o, al menos esa fue la impresión que dio, y eso también le generó problemas de relación con las propias bancadas tanto de oficialismo como de oposición".

Con todo, Pizarro descarta que Montes haya dejado una especie de legado en materia de transparencia. "Este no es legado de una persona, este es un trabajo que viene de hace siete u ocho años. Pero el balance general  creo que es positivo. Él hizo un esfuerzo muy grande y con compromiso y esa es la razón por la que lo hemos respaldado hasta el día de hoy", sostiene.

En la misma línea, el presidente del PS, Álvaro Elizalde, asegura que "Montes ha desarrollado una muy buena gestión promoviendo la transparencia y la modernización del Senado. Cuando se promueven cambios se generan dudas pero estos cambios han sido positivos".

Para quien sucederá a Montes en la presidencia, el senador Jaime Quintana (PPD), "el Senado es una institución sólida y republicana que está llamada no sólo a representar los intereses de la población, sino a contribuir desde su lugar en la preservación y fortalecimiento del orden democrático. En consecuencia, no será tarea de una gestión particular establecer y promover acciones que posibiliten la consecución de esos objetivos".

Desde el oficialismo, en tanto, el senador Andrés Allamand (RN) valora que con "la presidencia de Carlos Montes que se haya iniciado un proceso de modernización interna del Senado, particularmente, sobre la base de la importante renovación de los cargos de la Secretaría General y de la Prosecretaría. Es un paso muy necesario que había que dar".

"Siempre que se impulsan cambios se producen resistencias o mal entendidos, pero creo que fueron manejados adecuadamente", agrega.

El adiós

Durante la sesión de esta tarde, se espera que Montes se despida con un discurso –el que ha estado ensayado en voz alta en las últimas horas– que aborde las medidas que impulsó durante su administración, pero sobre todo, que entregue un mensaje político llamando a todas las fuerzas a hacerse cargo de la crisis de las instituciones y del descrédito del mismo Congreso.

Asimismo, el Senador destacará la transparencia, una de sus principales banderas, y la necesidad de modernizar los procesos al interior del Senado.

Por otro lado, haría un llamado a la oposición a impulsar una mayor articulación política desde el Congreso, para varios, una de las grandes deudas de su administración.

El parlamentario por Santiago Oriente este año ejercerá la jefatura de bancada en reemplazo de Rabindrath Quinteros y apuesta a encabezar la presidencia de la Comisión de Hacienda.