¿Seguir o no con la acusación? El debate que se dio entre los republicanos y que terminó desactivando el libelo contra Jackson

El viernes en la tarde la bancada del Partido Republicano se reunió de emergencia. Unos momentos antes, Giorgio Jackson (RD) había renunciado al Ministerio de Desarrollo Social, propinándole un triunfo a la oposición, luego de que la colectividad de José Antonio Kast anunciara la presentación de una acusación constitucional el martes pasado.

En la cita -que fue telemática y en la que también habría estado el director Ejecutivo de Ideas Republicanas, Cristián Valenzuela-, los republicanos abordaron una decisión que debían tomar colectivamente: si bajar o no el libelo contra Jackson. Finalmente, la tienda de Kast informó que no continuaría con la acusación, que inicialmente iba a ser presentada este lunes en la Cámara de Diputadas y Diputados. Un debate que dio cuenta de algunas de las diferencias internas que surgieron respecto a la ofensiva.

“No obstante considerar que existen los méritos suficientes para perseguir la responsabilidad política y jurídica del exministro por una serie de infracciones y hechos vinculados a su gestión actual y pasada como ministro de la Segpres, consideramos que la decisión del Presidente de aceptar su renuncia hace efectiva la responsabilidad política de éste y cierra una gestión ministerial desastrosa para el gobierno y para el país”, informaron esa jornada mediante un comunicado.

Ya en la antesala del anuncio del libelo había diputados que querían continuar con la arremetida, aunque renunciara el fundador de RD. Esto, debido a que la aprobación de dicha acusación, implicaría (de aprobarse) que el ahora exministro estaría inhabilitado para ejercer cargos públicos por un periodo de cinco años.

El miércoles, el diputado republicano Juan Irarrázaval al ser consultado por La Tercera si continuarían con la acusación, respondió que “claro. Porque los actos y omisiones del ministro Jackson ya fueron cometidos y ya lo hacen responsable de perjuicios para la sociedad grave”, mientras que el jueves entrevistado en Canal 13, su par José Carlos Meza sostuvo que “ambas posturas tienen sus méritos y sus contras. Vamos a tener que evaluar”.

Los republicanos, sin embargo, optaron por desistir de la ofensiva porque, dentro de los argumentos que se esgrimieron, es que con Jackson renunciado los parlamentarios de centro-izquierda que se abrieron a apoyar la acusación, votarían en contra con el ahora exministro fuera del gabinete. De esta manera, dicen las mismas fuentes, la estrategia se vería debilitada. Además, otros refuerzan que solo con su salida habían cumplido el objetivo.

En esa postura, según fuentes del partido, estaba el presidente de la colectividad, Arturo Squella, y también Valenzuela, quien es la mano derecha de Kast.

Junto con eso, los republicanos ponderaron que -desde la misma derecha- el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, había notificado que no apoyaría el libelo en caso de una renuncia.

Ese fue parte del debate que se dio el miércoles en la reunión telemática. “Nos juntamos por Zoom, medio a la rápida, a decidir. Algunos argumentaban que teníamos que seguir, otros argumentaban que había que bajarla. Finalmente, la postura que se impuso fue la del sentido común”, sostuvo el jefe de bancada republicano, Benjamín Moreno.

Quienes eran partidarios de que la acusación continuara, sostenían que las responsabilidades de Jackson tenía que hacerse valer y que no bastaba solo con su renuncia. En ese punto, los republicanos apuntaban al exministro por haber confirmado que existían antecedentes de irregularidades en su ministerio en Atacama y en Antofagasta. De hecho, quienes estaban a favor del libelo argumentaban que si bien se hizo la responsabilidad política con la renuncia, aún falta ver la responsabilidad jurídica.

Los promotores de seguir con la acusación también esgrimían que se debía continuar con el libelo en la línea de la estrategia de republicanos de diferenciarse de Chile Vamos, ser de una sola línea y más duros como oposición. De hecho, la tienda fundada por José Antonio Kast criticó en su momento la decisión de la UDI de bajar la censura a la mesa de la Cámara Baja -liderada entonces por Vlado Mirosevic (PL)- luego de que la diputada Catalina Pérez (RD) anunciara que “suspendía” su participación como vicepresidenta de la testera.

Continuar con la arremetida, además, era visto como un gesto a la militancia de los republicanos, que ha sido especialmente dura contra Jackson, quien es considerado el brazo derecho del Presidente Gabriel Boric y, por lo mismo, uno de los principales flancos de la oposición.

Con todos esos argumentos sobre la mesa, algunos advirtieron que si se caía el libelo se corría el peligro de darle un “carnet de víctima” a Jackson. Esto, porque dicen que el exministro tendría el precedente de que la Cámara Baja decidió no apoyar una acusación constitucional en su contra, por lo que se podría desligar de sus responsabilidades.

“Ahí consideramos que tenemos un arista en Contraloría contra el ministro Jackson, que es por responsabilidad administrativa, y otra que es penal. Dijimos que, seremos muy oposición, pero también hay que ser sensatos y no cegarse con un objetivo, sino que mirar el bosque completo, no solamente los árboles que están al frente. Ahí dijimos: retiremos la acusación, le damos espacio al gobierno para que haga sus cambios, pero vamos a seguir persiguiendo las responsabilidades del ministro Jackson en la Contraloría y la Fiscalía”, agrega Moreno.

Lo cierto es que la acusación contra Jackson quedó escrita. Se esperaba que el domingo fuera socializada con los jefes de bancada de Chile Vamos, debido a que existió molestia en la derecha por la forma en que los republicanos anunciaron el libelo y por desconocer los argumentos jurídicos del escrito.