The Irishman: la "obra maestra" de Scorsese que vuelve a poner en aprietos a Netflix

A sus 76 años, Martín Scorsese está teniendo un regreso en gloria y majestad en su Nueva York natal: la noche del viernes pasado, el cineasta oriundo de Queens y ganador del Oscar al Mejor director en 2006 por Los infiltrados recibió una de las más largas ovaciones que el festival de cine de esa ciudad recuerde en sus 57 años de historia, tras la exhibición de su más reciente película, The Irishman, uno de los títulos más esperados de esta temporada.

Basada en el libro I heard you paint houses, el filme de 3 horas y 20 minutos narra a lo largo de varias décadas la historia de Frank "El irlandés" Sheeran (Robert De Niro), un veterano de guerra y asesino a sueldo que durante su vejez recuerda los momentos que definieron su vida como sicario, en particular la muerte de su amigo Jimmy Hoffa (1913-1975). Sheeran estuvo en Europa como soldado durante la Segunda Guerra Mundial, y tras el conflicto desempeñó varios empleos hasta que entró en contacto con círculos de la mafia, donde se convirtió en un inescrupuloso asesino por encargo de la Cosa Nostra. Se cree que en 1975 Sheeran pudo haber perpetrado, entre otros, el asesinato del poderoso jefe sindicalista estadounidense que ahora interpreta Al Pacino en la pantalla. Sin embargo, el cadáver de este último nunca apareció y siete años después fue dado por muerto.

El cineasta italoamericano tiene experiencia de sobra en historias de mafiosos: entre sus filmes más recordados se encuentran también Calles peligrosas (1973), Buenos muchachos (1990) y Casino (1995). Descartada su presentación en otros certámenes, como Toronto, Venecia y Telluride, tras la primera proyección en Nueva York de The Irishman –a la que asistieron el propio Scorsese y el elenco del filme– aparecieron las reseñas y críticas de diversos medios. La mayoría alaba el regreso de Scorsese al terreno gansteril, además de las actuaciones estelares de Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci.

"Los grandes éxitos de la mafia, en clave crepuscular. Una monumental, elegíaca historia sobre la violencia, la traición, la memoria y la pérdida. (...) Enorme y sólida, y también sorprendente y extraordinariamente delicada", dijo A. O. Scott, de The New York Times. "Esta es la imagen menos sentimental de Scorsese sobre la vida de la mafia, y por esa razón es la más conmovedora. Sin duda, es un regalo para los cinéfilos, pero también un sombrío reconocimiento de las limitaciones", añadió.

"Creo que es el filme que muchos queríamos de Scorsese... Una visión del mundo criminal que se extiende con ecos de las anteriores películas de mafiosos del director, pero que también nos lleva a un lugar nuevo e intenso", escribió Owen Gleiberman en Variety.

Eric Kohn de Indiewire, en tanto, la consideró "la mejor película sobre crimen de Scorsese desde Buenos muchachos, y un ejemplo puro y desenfrenado de lo que ha hecho a esta voz cinematográfica ser inconfundible durante casi 50 años". Mientras, el reportero de The Guardian, Benjamin Lee, apuntó que "hay una casi meta-madurez, como si Scorsese también estuviera mirando hacia atrás en su propia carrera, la película nos deja con un inquietante recordatorio de no glamorizar a los hombres violentos y la destrucción que dejan atrás".

"The Irishman no es Goodfellas Light o Goodfellas 2, es más bien un Goodfellas inverso", consignó Caryn James, de la BBC: "El protagonista de esa película de 1990 se deleitó con el dinero y la camaradería de una vida de la mafia hasta que finalmente lo alcanzó. Pero la profunda, resonante e incluso ingeniosa The Irishman representa los fundamentos sociópatas y el daño de esa vida desde el principio... The Irishman es más que un truco de nostalgia. Abarcando un período desde la década de 1950 hasta el 2000, ofrece una visión clara de cómo la corrupción en la política y los negocios se abren paso en la vida de los Estados Unidos".

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A la derecha, Martin Scorsese, junto a los actores Joe Pesci, Al Pacino y Robert De Niro durante la presentación de The Irishman en Nueva York.[/caption]

Algunas críticas menos favorables señalaron que el nuevo filme de Scorsese es excesivamente largo, pero The Hollywood Reporter fue algo más allá: "Los intentos de construir en el contexto social durante los años de Kennedy y Nixon, a veces intercalando imágenes de la época, no son lo suficientemente sustanciales como para agregar mucho. Las conexiones entre la política y el crimen organizado se sienten desnutridas".

En septiembre de 2014 se confirmó la puesta en marcha de The Irishman como el próximo proyecto de Scorsese tras Silencio (2016). Pacino y De Niro fueron confirmados ese mismo mes, al igual que Pesci, quien interrumpió su retiro de la actuación después de que se le insistiera en varias ocasiones para que aceptara el rol. El rodaje comenzó en septiembre de 2017 en la ciudad de Nueva York y Long Island, y finalizó en marzo de 2018. Con un presupuesto estimado de 160 millones de dólares es el filme más costoso y extenso en la carrera del cineasta.

Dirigiéndose a la prensa desde el escenario del Lincoln Center de Nueva York, Scorsese discutió el viernes pasado junto a su elenco sobre el sinuoso viaje de la película a la pantalla. El director contó que luchó durante años para obtener financiamiento luego de que los estudios la consideraran "un costoso drama épico". Finalmente, señaló, "fue Ted Sarandos, jefe de contenido de Netflix, junto con su equipo ejecutivo, quien demostró estar creativamente en sintonía con nosotros", señaló.

Previendo su éxito, el gigante del streaming sostuvo conversaciones semanas atrás con las principales cadenas de teatros como AMC, Regal y Cinemark, para zanjar si The Irishman podría tener un periodo de exhibición mayor a los 90 días convencionales, pero no llegó a un acuerdo. Hasta ahora, su arribo a salas de EEUU e Inglaterra está fijado para el 1 de noviembre próximo, con el objetivo de atraer la atención de la Academia de Hollywood de cara a la próxima temporada de premios, pero todo está por verse.

El estreno mundial de The Irishman en Nueva York supone repetir el ejemplo de Roma (2018), del mexicano Alfonso Cuarón: el 27 de noviembre debutará además en Netflix, pero aún tendrá que permanecer algunas cuantas semanas en cartelera si quiere alcanzar las estatuillas doradas.

La participación de Netflix en el filme, dijo Scorsese, hace que el proyecto sea "un híbrido interesante". La tarea para los cineastas, explicó solo días atrás, fue descubrir "cómo se equilibra lo que es una película y lo que se ve en casa y en un teatro o en ambos. Estamos en un momento extraordinario de cambio".

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