Tohá mantiene tensión con gobierno de Milei a la espera de respuesta de Argentina

Boric
El Presidente Gabriel Boric junto a la ministra del Interior, Carolina Tohá.

Luego de que la Cancillería emitiera una nota de protesta a raíz de las declaraciones del ministro de Economía transandino, la ministra del Interior reforzó este jueves que Chile no se deja "arrasar por nadie". Aunque la jefa de gabinete mantuvo un tono firme, en Palacio apuestan a ir desescalando la controversia.


Las relaciones continúan tensas con Argentina. Una nueva controversia desatada por la administración de Javier Milei generó un dolor de cabeza en el gobierno del Presidente Gabriel Boric.

Las declaraciones del ministro de Economía transandino, Luis Caputo, quien planteó que en Chile “hoy los gobierna prácticamente un comunista que los está por hundir” -en referencia al Mandatario frenteamplista-, desataron la molestia de La Moneda.

Esta no es primera vez que ambas administraciones se enfrentan. Ya se han visto envueltas en al menos otras cinco polémicas, en poco más de un año desde que Milei llegó a la Casa Rosada, lo que da cuenta de la lejanía ideológica que tiene con Boric, con quien han profundizado sus diferencias.

El tema provocó que Chile manifestara su malestar a través de la nota de protesta que le entregó el secretario general de Política Exterior de la Cancillería, Rodrigo Olsen, al embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, Con eso, dicen en Palacio, buscaron marcar el punto.

La nota de protesta, dicen en el gobierno, se coordinó con Cancillería, pero no fue una orden explícita de Boric.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, fue la encargada, nuevamente, de darle voz a esa incomodidad de Palacio, lo que hizo mediante una férrea defensa a la respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se apuntó a que los dichos de Caputo fueron inexactos e inapropiados.

“No hemos recibido, por el momento, ninguna respuesta ni pronunciamiento”, respondió la jefa del gabinete al ser consultada sobre si el gobierno de Milei tomó contacto con La Moneda.

“En estas materias el estilo de Chile no es hacer, a través de la prensa, advertencias. No es nuestro estilo. Creo que lo hemos demostrado de manera muy seria, que no somos un país que se pasa a llevar, que somos respetuosos, dialogantes, que en el marco de las relaciones internacionales cumplimos nuestros compromisos. (...). Hemos demostrado de manera muy seria que no somos un país que se pasa a llevar. Somos un país pequeño, pero no somos un país que se deja arrasar, por nadie”, agregó Tohá.

Si bien la titular del Interior no apuntó directamente contra el gobierno de Milei -el miércoles dijo que los dichos de Caputo podrían estar inspirándose “en el estilo del gobierno venezolano”-, su intervención nuevamente develó el malestar de la administración Boric.

Pese a la dureza de Tohá, lo cierto -agregan en el gobierno- es que La Moneda busca desescalar el conflicto. Por eso, agregan las mismas fuentes, el tono de la jefa de gabinete fue “más suave” que sus declaraciones de ayer, donde hizo la comparación con Venezuela.

Hasta ahora, el propio Mandatario -en el marco de su gira en la Región del Ñuble- ha evitado hacer referencia a la polémica, a diferencia de otras ocasiones. Por ejemplo, en agosto de este año amenazó con que el gobierno de Milei debía “retirar esos paneles solares a la brevedad, o lo vamos a hacer nosotros”, en referencia a los implementos que instalaron en territorio chileno de Tierra del Fuego.

Las otras controversias

Otro episodio que ha marcado la relación entre ambas administraciones fue el “desencuentro” que ambos mandatarios tuvieron en la Cumbre del G20 que se hizo en Río de Janeiro en noviembre. Allí Boric contrarió la defensa que Milei hizo sobre el neoliberalismo.

Ello derivó en la molestia del libertario, quien, a raíz de eso, le solicitó a su canciller, Gerardo Werthein, que no asistiera al Vaticano para conmemorar los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones.

También hubo diferencias entre ambos gobiernos cuando la ministra de Seguridad de Milei, Patricia Bullrich, indicó que en Chile operaba la organización terrorista Hezbolá. Por sus comentarios, la secretaria de Estado transandina debió llamar a la ministra del Interior, Carolina Tohá, para presentar sus excusas.

En el mundo diplomático también recuerdan que, en agosto pasado, cuando Milei vino a Chile, lo hizo no como visita de Estado, sino que obedeció a una invitación particular que vino desde el mundo privado. Según consignó por esas fechas el medio Clarín, fue a raíz de “la celebración de GasAndes del primer TCF (por las siglas Trillion Cubic Feet, que equivalen a 28.000 millones de metros cúbicos) de gas natural transportado de Argentina a Chile a través del gasoducto que cruza la cordillera”.

Estos episodios son algunas de las controversias que han marcado la relación entre Boric y Milei desde que este último llegó a la Casa Rosada. Es decir, no se están considerando las descalificaciones con las que el argentino se refirió durante su campaña al Mandatario chileno.

En 2023 el libertario vino a Chile y planteó que “así como esperamos sacar la plaga kirchnerista, en realidad toda la plaga socialista que azota a Argentina por más de 100 años, espero que ustedes tengan la dicha y la altura como para poder sacarse también a este empobrecedor de Boric”.

La distante relación entre ambos mandatarios se evidencia con la cantidad de ocasiones en las que han hablado, las que han sido solo tres: una llamada telefónica para felicitarlo por su triunfo; un saludo en Buenos Aires, cuando tomó el poder, y una conversación en Lucerna, Suiza. A ello se suma que, hasta ahora, no han sostenido ninguna reunión bilateral.

Sobre la última polémica, el exasesor internacional de Sebastián Piñera, Benjamín Salas, indicó a La Tercera que “los dichos del ministro Caputo no corresponden en el marco de una relación entre países amigos y vecinos. El gobierno estuvo bien en protestar, pero no hay que sobredimensionar los efectos de estas declaraciones”.

Y agregó: “No debiesen afectar la relación bilateral entre los dos países, pero sí erosionan más la ya tensionada relación personal entre las autoridades de ambos gobiernos”.

Por su parte, el excanciller Heraldo Muñoz sostuvo que fueron “muy desafortunadas las declaraciones del ministro Caputo, que en el gobierno argentino tienden a ser repetitivas y casi obsesivas. Por eso me pareció apropiado el envío de una nota de protesta. Las autoridades argentinas debieran preocuparse menos de Chile y más de su propio país, donde hoy más de un 50% de la población en condiciones de pobreza”.

Además, indicó que “la responsabilidad de este deterioro bilateral no es del gobierno de Chile. Es del ideologismo del gobierno de Milei, que no tolera visiones diferentes a las suyas. El Presidente Boric ha tenido una actitud pragmática al haber concurrido a la inauguración del Presidente Milei, pese a las grandes diferencias políticas, privilegiando así la relación de Estado. Hay que cuidar la relación bilateral, pero de lado argentino se hace demasiado poco al respecto”.

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