Tres días, ocho negociadores y sin acuerdo transversal ni sustantivo: a dos horas del fin del plazo expertos se mantienen en entendimientos “parciales y técnicos”
Al cierre de esta edición hay cero observaciones de consenso entre la izquierda y la derecha en los temas más complicados. Ese es el resultado, por ahora, de la última mesa de negociación de la Comisión Experta. Nada en derechos sociales, objeción de conciencia, contribuciones ni protección de la vida en gestación. Lo único relevante con humo blanco se da en paridad de salida, cuidados y discapacidad. Todo el resto irá con indicaciones de lado y lado a probar suerte en el pleno A último minuto el órgano pidió a la secretaría dos horas más y tener hasta las 16.00 para enviar los oficios con enmiendas.
“No hubo acuerdo, no se puede llamar acuerdo. Son entendimientos parciales, más bien técnicos y en temas puntuales”. Con esas palabras uno de los ocho negociadores que forman parte de la última mesa de negociación de la Comisión Experta resumía el resultado de ese espacio cuyo objetivo era acercar posiciones para tener enmiendas comunes y así modificar el texto del Consejo.
Todo esto en frenéticas gestiones para escribir las indicaciones, al punto de que el órgano solicitó a la secretaría dos horas más. De esta forma el plazo -que terminaba a las 14.00- vencerá a las 16.00 de este miércoles.
La mesa negociadora -que integran Sebastián Soto (Ind.-Evópoli), Juan José Ossa (RN), Máximo Pavez (UDI), Carlos Frontaura (Ind.-republicano), Verónica Undurraga (Ind.-PPD), Gabriel Osorio (PS), Antonia Rivas (CS) y Alejandra Krauss (DC)- partió trabajando el lunes pasadas las 17.30 y desde ahí, hasta este miércoles, no ha parado de sesionar.
Cuando se constituyó la instancia el objetivo era resolver todos los nudos que no pudieron solucionarse en las cuatro subcomisiones del órgano. Para eso los expertos estuvieron sábado y domingo trabajando en esas instancias temáticas acercando sus posiciones. Desde Chile Vamos comentaron que durante esa primera etapa tuvieron “mucha apertura para discutir varias materias de forma sincera y sustantiva”, pero manteniendo la deferencia con el Consejo, el órgano electo.
Desde la izquierda valoraron eso, pero comentan que no fue suficiente y que en los temas que más duelen se toparon con rigidez por parte del sector. Un lado acusó al otro de estar “enamorado del anteproyecto”. La contraparte devolvió: “ustedes enamorados del texto del Consejo”.
Independiente de las recriminaciones cruzadas, que por el momento se hacen en privado y durante esta jornada podrían subir de tono ya de manera pública, en el Congreso de Santiago los ánimos no son los mejores, pese a la amistad cívica que ha caracterizado a los expertos y que no ha cambiado durante todo el proceso. Mientras los comisionados resolvían los últimos detalles, asesores entraban y salían de las salas y los consejeros se paseaban por los pasillos del Congreso en Santiago.
Las conversaciones de pasillo eran tensas y se daban en varias salas. Mientras algunos comisionados de derecha y de izquierda están en el piso uno del Senado, tres pisos más arriba el grupo de los ocho afinaban los últimos detalles.
Incluso hubo presencia de timoneles de partido en el Congreso. “¿Cómo vamos?”, le preguntó el presidente de la UDI, Javier Macaya, al comisionado Jaime Arancibia (Ind.-RN). “Bien”, respondió el académico. “Vamos que se puede”, replicó de vuelta el senador. El líder del Partido Republicanos, Arturo Squella, también estuvo presente durante la mañana.
A su vez hubo múltiples reuniones en la oficina del senador de Demócratas Matías Walker. Hasta allá entró Arancibia y expertos de izquierda como Francisco Soto (Ind.-PPD) y Alexis Cortés (PC). También se sumó el dirigente de Amarillos Zarko Luksic.
La gran novedad: paridad de salida, discapacidad y cuidados
Al cierre de esta edición fuentes de la mesa negociadora confirman a La Tercera que los entendimientos parciales más significativos están en tres materias. Se trata de las normas sobre cuidados, discapacidad y paridad de salida. Respecto de las dos primeras, el Consejo las dejó dentro del catálogo de deberes constitucionales, pero los expertos lograron humo blanco para que suban como principios al capítulo primero sobre “Fundamentos del orden constitucional”.
En cuanto a la paridad de salida hubo acuerdo para reponer la norma transitoria del anteproyecto que mandata a la ley crear un mecanismo que asegure equilibrio de género de 60-40 en el Congreso y que dure como máximo dos ciclos electorales.
Todos los temas controversiales y los nudos políticos más grandes, quedaron sin acuerdo. Por lo mismo cada sector irá con sus propias enmiendas y probarán suerte en el pleno para ver quién logra conseguir 14 votos para aprobar sus enmiendas. El jueves, cuando se voten las indicaciones, podrían haber varios votos cruzados en asuntos específicos.
En objeción de conciencia, la izquierda irá con enmienda para suprimir la norma. La derecha en tanto irá con eliminación de la variante institucional para mantener la variante personal. En esta última los comisionados de Chile Vamos harán una remisión clara a lo que regule la ley.
Fin del pago de contribuciones para la vivienda principal tampoco concitó el acuerdo de ambos bloques. La izquierda quiere eliminarla, pero la derecha argumentó que el transitorio que acompaña a dicha norma hace que sus efectos sean casi mínimos.
En protección de la vida en gestación, los comisionados tampoco pudieron acercar sus posiciones. El Consejo aprobó un inciso que establece que la ley protegerá la “vida de quien está por nacer”, haciendo una modificación a la frase de la Constitución vigente que plantea que la ley protegerá la “vida del que está por nacer”.
Los republicanos fueron muy claros y su máximo líder, José Antonio Kast, avisó por Canal 13, que esa norma era intransable y que los expertos no tenían ni que complicarse en modificarla. Chile Vamos quiso cambiarla, volver al inciso de la Constitución vigente o una redacción similar que pueda significar lo mismo.
La piedra de tope está en otra norma que, a juicio de la izquierda, va de la mano. “Se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad”, se lee en una parte de la propuesta del Consejo. Ese artículo también es intocable para los republicanos. Para la izquierda también tiene efectos en el estatuto jurídico de la vida en gestación y por lo tanto eventuales consecuencias en la normativa de aborto. Como ambas normas eran intocables, tampoco se logró acuerdo.
En derechos sociales no hubo ningún avance. En materia de salud, la última oferta del oficialismo fue mantener el fraseo de la Constitución vigente para hacer referencia a que las personas podrán “elegir el sistema de salud”, pero incorporando que no se podrá “segregar por razones socioeconómicas”. La propuesta no fue aceptada por la derecha.
La oposición respondió de vuelta. Dijo que ellos podían defender en su sector agregar componentes de “solidaridad de conformidad a lo que diga la ley” tanto en salud como seguridad social. Ese elemento nuevo, comentan en la derecha, “era habilitante al legislador”. La izquierda no aceptó. Chile Vamos propuso de vuelta agregar que no podrán haber “discriminaciones arbitrarias”, pero sin hacer mención al elemento socioeconómico, pero tampoco fue aceptado por el otro lado.
A ratos los comisionados de izquierda resintieron que en toda la negociación en realidad la contraparte más que Chile Vamos era el Partido Republicano, que si bien solo tiene presencia de un experto de 24 con Carlos Frontaura, estuvo presente con intercambios constantes con el delegado republicano Luis Silva y el jefe de asesores Jorge Barrera, por quienes pasó cada uno de los temas. Chile Vamos en tanto, criticó el maximalismo y la intransigencia de la izquierda para aceptar con criterio de realidad el escenario del Consejo.
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