El amargo balance de los expertos de Chile Vamos tras la derrota
Entre los excomisionados del sector hay desazón. Los dirigentes lamentan, en privado, el rol que jugó el Partido Republicano y algunos consejeros de la propia coalición de derecha.
Fue antes del plebiscito del pasado domingo cuando se juntó un grupo de excomisionados para abordar, entre otras cosas, el escenario político ad portas de que se sometiera a votación el texto del Consejo Constitucional, en el cual contribuyeron a través del anteproyecto de la Comisión Experta.
Ahí estuvieron algunos dirigentes como Juan José Ossa (RN), Máximo Pavez (UDI) y Sebastián Soto (Evópoli). La cita, en todo caso, no fue algo inusual. Ellos, junto a Hernán Larraín (UDI), Katherine Martorell (RN) y Teodoro Ribera (RN), durante el proceso constituyente mantuvieron una fluida relación y tienen algo en común: son excolaboradores del gobierno de Sebastián Piñera y no quedaron conformes con el resultado del plebiscito, donde se impuso el “En contra”. Ese grupo, afirman en la derecha, lamenta la forma en que el Partido Republicano, que tenía la mayoría en el órgano redactor, condujo el proceso.
Todos ellos, además, advirtieron la necesidad de moderar algunas de las normas para alcanzar acuerdos con los partidos de gobierno.
Pavez, por ejemplo, cuentan el sector, en más de una ocasión les advirtió a los republicanos que la estrategia de dejar fuera a la izquierda de un acuerdo no era el camino adecuado. De hecho, esa inquietud la transmitió en la misma sede de Ideas Republicanas, el centro de estudios de la colectividad fundada por José Antonio Kast, que está ubicada en la calle Rapallo.
Por lo mismo, parte del diagnóstico compartido que se ha dado durante el último tiempo entre los excomisionados de Chile Vamos es la decepción de que se rechazara la propuesta elaborada por el órgano constituyente, que fue compuesto principalmente por miembros de derecha.
La Comisión Experta jugó un rol clave en el proceso: entregó un anteproyecto en mayo pasado, el que luego fue discutido y modificado por los consejeros. En estos últimos -cuya mayoría eran del Partido Republicano- recayó la responsabilidad final de conducir el proceso y entregar la versión final de la propuesta de nueva Constitución.
Sin embargo, su rol quedó en cuestión, ya que Chile Vamos acusa que no quisieron alcanzar un pacto amplio. Además, existe desazón debido a que consideran que, incluso, los consejeros de Chile Vamos se sumaron al “coro” republicano y no impusieron sus términos para lograr moderar las normas, que califican como “gustitos”.
Ahí, por ejemplo, se menciona el artículo que protegía la vida de “quien” está por nacer, y que sirvió como argumento para que el oficialismo sostuviera que eso podría perjudicar la ley de aborto bajo tres causales, abriendo un flanco para el “A favor” en el voto femenino.
Los representantes de Chile Vamos, en todo caso, dicen estar tranquilos, pues creen que se hizo el trabajo de entregar el texto, y que para ello se lograron acuerdos entre los distintos sectores de la Comisión Experta.
En ese sentido, algunos exconsejeros creen que parte de lo que hizo fracasar la propuesta constitucional fue la falta de interés de la ciudadanía y también el hastío de la gente por el tema constitucional.
Algunos transmiten que la gran representación de los republicanos en el Consejo Constitucional inhibió la posibilidad de llegar a un acuerdo en el texto, incluso desde el momento de la elección de los consejeros y antes de que comenzara el órgano constituyente.
En esa línea, agregan que los republicanos tienen una mayor cuota de responsabilidad. Así, afirman que hubo una estrategia por parte de la tienda de Kast de dejar elementos más identitarios para su público. Por ejemplo, hubo un intento que fracasó de poner la cueca y el rodeo dentro de la propuesta de Carta Magna.
De todas formas, otros excomisionados estiman que la izquierda tampoco quiso alcanzar un pacto y se atrincheró en sus ideas.
Parte de la desazón del sector -que también se ha dado a nivel de dirigencias de Chile Vamos- es lo que ha anticipado el aumento de las recriminaciones entre ambos bloques de la derecha, lo que tensiona internamente al sector.
¿Y los exconsejeros?
Dentro de los exconsejeros de Chile Vamos, si bien no todos se han reunido en persona, sí han realizado algunos comentarios por WhatsApp. Algunos ya han vuelto a sus vidas normales en la academia, mientras que otros están esperando nuevas oportunidades laborales.
De todas formas, ha seguido siendo tema los resultados del plebiscito. En ese diagnóstico, dicen, también se han generado diferencias por el rol que tuvo cada partido de Chile Vamos.
Por ejemplo, algunos sostienen que desde RN y Evópoli se actuó con mayor moderación, mientras que la UDI estuvo en ocasiones más alineada con el Partido Republicano, lo que afectó las posibilidades de consenso.
Asimismo, se cuestiona internamente por el rol que cada uno tuvo a la hora de influir en los consejeros por llegar a un texto en común. “Algunos aparecían y luego desaparecían”, dice un excomisionado en privado.
De todas maneras, otros exrepresentantes del órgano redactor sacan cuentas alegres, pues miran el vaso medio lleno. “Se mantuvo la Constitución actual”, dicen, en alusión a que es una Carta Magna que les acomoda.
En esa línea, sostienen que el triunfo de la izquierda solamente es a corto plazo.
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