El sello de Cordero en la Subsecretaría del Interior
En las cuatro semanas que lleva al frente de la subsecretaría del Interior el abogado independiente Luis Cordero ha priorizado el acercamiento a los partidos políticos y a limar las asperezas del equipo de Interior.
Una de las primeras decisiones que tomó Luis Cordero cuando llegó a la subsecretaría del Interior el 17 de octubre tras la obligada renuncia de Manuel Monsalve en medio de un escándalo sexual, fue invitar a la Subsecretaría de Prevención del Delito al comité policial que se realiza todos los lunes a las 9am y al que asisten autoridades y los jefes de las policías.
El gesto no es menor porque ese era un espacio que Monsalve le había vedado al ahora exsecretario Eduardo Vergara. Una de las tantas muestras de la tensión que había entre ambos.
En las cuatro semanas que lleva en el cargo, Cordero también ha dejado de manifiesto que la subsecretaría es un brazo más del gabinete de la ministra del interior Carolina Tohá, quien abogó por su llegada al cargo frente al Presidente, y no tendrá equipos paralelos como lo definió el exjefe civil de las policías.
Una prueba de ello es que no habrá reemplazo para la jefa jurídica de la subsecretaría, Ana Lya Uriarte, quien renunció días después de Monsalve. El equipo de abogadas que trabajaba con ella fue puesto a disposición del jefe jurídico del gabinete de Interior, Rafael Collao.
Cordero, además, decidió que será él mismo quien tomará las negociaciones políticas que Uriarte asumió por encargo de Monsalve. Así, por ejemplo, ha buscado relacionarse con la presidenta de la comisión de Seguridad de la Camila Flores (RN), para afinar la tramitación de la Ley de Inteligencia. También ha sostenido encuentros en el parlamento para liderar las tratativas del proyecto de Infraestructura Crítica y de Migraciones.
Consciente que su falta de militancia ha sido tema de crítica en el oficialismo, el exministro de Justicia en estas semanas ha priorizado generar nexos con los partidos políticos.
La ronda de reuniones comenzó este lunes, cuando, durante la tarde, llegaron hasta La Moneda los integrantes de la directiva del Partido Comunista, liderados por su timonel, Lautaro Carmona.
Durante el encuentro, desde el PC no solo abordaron sus atenciones en torno a la seguridad y los lineamientos del gobierno, sino que también se analizaron otros temas. Por ejemplo, Carmona aprovechó la instancia para expresarle a Cordero la inquietud que existió en el PC por la muerte del gásfiter en La Moneda -tras trabajar más de 18 horas- y la continuidad de su jefa jerárquica, Antonia Rozas, quien renunció este miércoles.
La tanda de encuentros de Cordero iba a continuar este viernes con el Frente Amplio, pero la cita proyectada para las 18 horas se aplazó. El próximo lunes, en tanto Cordero se reunirá con la dirigencia del Partido Socialista.
Entremedio, viajó a La Araucanía, donde encabezó el consejo asesor contra el crimen organizado. Posteriormente, acudió a Colchane, para revisar el resguardo de las fronteras, y luego a Antofagasta.
Aunque en su rol de ministro de Justicia se ganó la chapa de “bombero” del gobierno (tuvo que apagar el incendio que generaron los indultos presidenciales), en privado ha comentado que la gestión de los ministros sectoriales no se asemejan a la demanda que existe en el ministerio del Interior. Su teléfono parte notificando reportes policiales y sigue con todo tipo de reuniones que buscan destrabar conflictos. “Es cierto que el subsecretario del Interior es la persona más informada de Chile”, ha dicho.
En cuanto a seguridad, materia prioritaria para el Ejecutivo, la preocupación está puesta en hacer frente a la cifra de homicidios en la Región Metropolitana. En ese sentido, busca concentrar esfuerzos en el control de armas, en las bandas de la zona sur de la capital, en su mayoría integrada por chilenos, y las de la zona norte, de extranjeros.
Bajo la lupa de los ex
Consultados por La Tercera, los exsubsecreatarios del Interior, Jorge Burgos, Juan Francisco Galli y Felipe Harboe comentan cuáles son las complejidades del cargo. “La Subsecretaría del Interior tiene la complejidad de ser la “posta de urgencia” del gobierno tanto por los temas de seguridad, orden público, conflictos sectoriales o regionales, migratorios y demandas sociales. Para ello es clave tener buenos equipos que lo apoyen para manejar todos los temas y no retrasar los trámites administrativos”, dice Harboe, quien estuvo en esa cartera entre 2006 y 2008, primero con el expresidente Ricardo Lagos y luego con la exmandataria Michelle Bachelet.
Por su parte, Galli, en ese puesto entre 2020 y 2022 en el gobierno del expresidente Sebastián Piñera, puntualiza en los desafíos de la cartera. “Cordero es un muy abogado, sin embargo para poder resistir los golpes y presiones a que se está expuesto en Interior no basta el conocimiento y la comunicación. Hay dos factores que son claves: El respaldo y la confianza del Presidente y la experiencia política y complicidad con los partidos oficialistas”.
Por último, Burgos, subsecretario del Interior entre 2000 y 2001 bajo el gobierno de Ricardo Lagos destaca su nombramiento: “Me pareció una buena decisión nombrarlo en la Subsecretaría del Interior. Creo que en momento de tan complicado para el gobierno, post caso Monsalve, se necesitaba allí una persona de probada solvencia. Cordero llegó al gobierno a ordenar un atolondrado primer año y creo que desde su cartera lo consiguió. Ahora se mete de lleno en el pendiente más complejo del gobierno: la mala calificación que le otorga la ciudadanía en materia de seguridad”.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.