Científicos chilenos adaptan exitosa guía canadiense contra la obesidad

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La organización Obesity Canada y la Asociación Canadiense de Médicos y Cirujanos Bariátricos elaboraron la guía para adultos y preparan una nueva para niñas y niños.

Las dietas no son la respuesta médica. 58 profesionales de la salud de diversas áreas -dos de ellos de la U. San Sebastián- trabajaron por un año en la adaptación del método canadiense contra la obesidad, guía reconocida internacionalmente por cambiar la forma para enfrentar esta enfermedad crónica, no ligando su objetivo a la baja de peso, sino a la mejora de la calidad de vida del paciente. Un cambio de paradigma -que también asumió Irlanda- a la forma en cómo se ha entendido este problema. La guía completa la puedes obtener en esta nota.



Chile vive una epidemia de obesidad. No es una exageración, es una realidad. Diversas instituciones en los últimos años han entregado cifras que lo transforman en una alarma nacional, que transita por diversas edades y realidades sociales. En la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), se indicó que el 75% de la población sufre sobrepeso, sumado a que en 2019 fuimos indicados como el país con mayor nivel de obesidad de la OCDE, entre los 38 países miembros.

Obesidad

Si sumamos los efectos de la pandemia, que aumentaron el sedentarismo producto del periodo de aislación, nos transformó en 2021 en una de las naciones que más subió de peso durante el encierro, y el país que más bajó su actividad deportiva, tras las estadísticas entregadas por Ipsos, que sólo son superadas por Brasil. Una crisis que, entre sus variadas formas de palparse en la sociedad, ha estigmatizado a la persona que sufre de sobrepeso como responsable de las decisiones que la llevaron a engordar.

“Es un problema que no es solo de la persona, porque siempre nos hemos enfocado que son ellos los que toman decisiones que lo llevan a ganar peso”, contempla Samuel Durán, miembro del Directorio de la Sociedad Chilena de Nutrición y director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de la Universidad San Sebastián (USS), quien cataloga que vivimos en un “ambiente obesogénico” producto del desarrollo que ha tenido el país en las últimas décadas.

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Samuel Durán, miembro del Directorio de la Sociedad Chilena de Nutrición y director del Magíster en Nutrición en Salud Pública USS.

Son diversos los factores que, de alguna forma, constituyen un riesgo para la ganancia de peso. Pocas horas de sueño, consumo de alimentos ultra procesados, pocas posibilidades de hacer actividad física, largos traslados para ir al trabajo son una serie de indicadores que impiden el cuidado integral de los chilenos.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, se hace urgente entender que no es la persona la responsable de una enfermedad crónica, que tiene múltiples causas. No tiene que ver solamente con el consumo de alimentos, sino con otros factores como el ambiente, la formación, la carga cultural, o dónde nos tocó nacer.

Carla Guzmán, nutricionista y académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la USS, aporta que la prevalencia de obesidad “es mucho más alta en mujeres que en hombres, y a eso se suma que es muy alta en niveles socioeconómicos de menores ingresos”, frente a una radiografía país que aún no le hemos tomado el peso a la situación.

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Carla Guzmán, nutricionista y académica de la Escuela de Nutrición y Dietética USS.

Todos esos parámetros, complementados con la situación socioeconómica actual de inflación, hacen creer a especialistas que se generará una mayor prevalencia de malnutrición por exceso. “A nadie se le ocurriría culpar a alguien de tener una artrosis de cadera o de hipotiroidismo. La obesidad no es una decisión”, expresa enfática la Dra. Yudith Preiss, médico nutriólogo, subjefa del Departamento de Nutrición de Clínica Las Condes.

La Dra. Preiss considera que la gravedad de la crisis lleva a enfrentar a la obesidad desde su definición social, hasta el cómo se trata clínicamente. A nivel internacional, existen casos de éxito que hoy buscan implementarse en los centros médicos, como en la formación de profesionales.

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La guía está dividida en 18 capítulos, y se transformó en un referente, al ser una herramienta que aborda la obesidad desde una perspectiva multidisciplinaria.

La guía canadiense

Chile e Irlanda fueron seleccionados en agosto de 2021 como parte de un proyecto piloto internacional de adaptación de la “Guía de Práctica Clínica para el Manejo de la Obesidad”, creada por Obesity Canadá y publicada en agosto de 2020, tras tres años de trabajo revisando toda la información científica disponible a nivel mundial en materia de obesidad.

Disponible gratuitamente para profesionales, académicos e interesados ingresando al siguiente enlace, la guía apunta a que el éxito en la recuperación de una persona en situación de obesidad no está dado solo por la reducción de kilos. Es una calidad de vida integral, mejorando algunos indicadores cognitivos-funcionales, la composición corporal, emocional, entre otros.

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Dra. Yudith Preiss, médico nutriólogo, fue quien lideró la adaptación de la guía, con el apoyo de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica.

La guía está dividida en 18 capítulos, y se transformó en un referente, al ser una herramienta que aborda la obesidad desde una perspectiva multidisciplinaria, libre de estigma y que enfoca la enfermedad por casos particulares, indicando cómo enfrentarla en mujeres, en la atención primaria, en cirugías bariátricas, sumando el rol de la salud mental, el ejercicio físico, los tipos de dietas, entre otros aspectos.

La adaptación a la realidad local de la guía estuvo liderada por la Dra. Preiss, con el apoyo de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica. A ella, la acompañan 58 profesionales de la salud de otras cuatro sociedades científicas, que provienen de entornos multidisciplinarios como la investigación académica y clínica. Nutricionistas, médicos, profesores de educación física, kinesiólogos o psicólogos; cada uno de ellos se enfocó en adaptar el capítulo que estuviera relacionado a su especialidad.

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La versión de la guía canadiense contra la obesidad que adaptó Irlanda a su propia realidad, tal como lo hizo Chile.

Samuel Durán, a su turno, ejemplifica cómo actúa la guía con el caso de un paciente de 100 kilos, que ha hecho dieta y, tras volver a revisión médica, no ve variación en su peso. Emocionalmente, para ese paciente puede ser un fracaso todo lo realizado. Pero si esa persona está durmiendo mejor, ha tenido una buena conexión con la nueva alimentación es un avance en un camino largo.

“Hoy se sabe que las dietas no son la respuesta a la obesidad. Esto le quita culpa al paciente y uno puede trabajar para disminuir la frustración que tienen con respecto al tratamiento, y a ser tratados con dignidad y con evidencia”, expresa la Dra. Preiss, quien agrega que la adaptación busca educar a los pacientes para que tengan una herramienta, y acceder a un tipo de atención acorde a su situación, integrando en los centros camillas para su tamaño, batas que los cubran completos, que exijan ser estudiados y analizados de manera completa y no culpabilizados por la enfermedad.

Tipos de dietas para enfrentar la obesidad

Samuel Durán y Carla Guzmán, investigadores de la USS, fueron parte del grupo de científicos que adaptaron el capítulo de “Terapia Médica Nutricional”, el cual abre la puerta a diferentes tipos de patrones alimentarios. Están presentes las dietas vegetarianas-veganas, la dieta mediterránea, la dieta nórdica, las dietas de portafolio o el ayuno intermitente, que representan diversos estilos de vida, que para muchos profesionales de la salud aún generan más dudas que certezas.

“Siempre hay profesionales que tienen una forma de atender los padecimientos, y la guía piensa que cada enfermo de obesidad es un caso único que debe tener su propia forma de enfrentarlo”, puntualiza Durán. Por su lado, Guzmán afirma que no existe una dieta universal. “Hay que adaptarse a las necesidades de la persona y a sus tradiciones de alimentación. Todas las intervenciones nutricionales deberían hacer hincapié en prácticas alimentarias individuales”, explica.

Los especialistas señalan que hay que avanzar hacia una cultura que no generalice en las dietas. “Hay que dejar de pensar que mi tipo de alimentación va a servir a otra persona, sino que todo debería ser lo más individualizado posible. Eso va a generar una relación mucho más saludable con la comida”, destaca el miembro del Directorio de la Sociedad Chilena de Nutrición.

“La Guía de Práctica Clínica para el manejo de la obesidad en adultos en Chile” es un camino innovador que busca borrar estigmas, entregar una atención oportuna a quienes sufren de múltiples formas la obesidad. Por el lado de la USS, existe el interés de transformarla en una herramienta de educación, siendo parte de la formación para que las nuevas generaciones puedan llegar con esta mirada tan urgente.

A su vez, Yudith Preiss señala que las sociedades científicas están trabajando en la generación de alianzas, específicamente con la Sociedad Chilena de Medicina Familiar, para poder educar a nivel de atención primaria a los trabajadores del área de la salud, y así diseminar el contenido de la guía. Una ruta para enfrentar los problemas de salud presentes, que aún distan mucho de encontrar una solución.

Descarga la guía en este link https://guiasobesidadchile.com/.

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