Editorial

Al hablar con arquitectos, muchas veces el concepto de "habitar" aparece, tiene mucho que ver con la forma que se conquista un espacio, se coloniza o domestica, es la forma en la cual uno se planta en el espacio y decide su futuro uso.

Elegimos tres proyectos para esta edición donde este concepto toma más fuerza que en un proyecto tradicional. En los dos chilenos, el paisaje jugó un rol fundamental en la concepción de la idea original. En ambos se optó por un habitar relacionado con su entorno, transformando el entorno en un elemento más del proyecto de arquitectura. No es un adorno o una anécdota, es lo que define el emplazamiento de la obra, los horizontes de las vistas y las materialidades de lo construido. En el proyecto internacional, el habitar está definido por una estética que representa la filosofía que guía todo el actuar de los habitantes de este departamento en Londres.Es la consecuencia llevada a su máxima expresión, donde nada es al azar, y por eso mismo, todo es más armónico.

El habitar tiene mucho que ver con la forma en que usamos nuestro espacio, el valor que le damos, lo cómodos que nos sentimos. Creo que el ejemplo internacional es una buena guía sobre esto: ser honestos con lo que nos gusta y no con la moda, que asoma y desaparece como un cometa. Decidir tener una buena cocina si nos gusta la comida versus un living que quizá usamos poco, y si la casa es propia, ¿por qué no invertir los espacios si eso nos hace más felices? Habiten como quieren y no como deben; vale la pena el ejercicio.