Quiero (absolutamente) ir al baño
Este año si bien no hubo Salón del Baño en Milán 2017 aplanamos las calles de la capital del diseño buscando por aquí y por allá lo nuevo del sector en la Semana del Diseño. ¿Qué encontramos? En las siguientes líneas.
Cada septiembre, la Cersaie, en Bolonia, la feria de la cerámica y el mundo del baño, da la tónica para saber hacia dónde oscilarán las tendencias al año siguiente. Es la más grande del mundo en su tipo. En Milán, siete meses después, muchas marcas aprovechan la Semana del Diseño y el Salón del Mueble para lanzar sus colecciones, ya sea en el mismo Salón, cuando cada dos años se hace la sección temática del baño, o en los showrooms repartidos por la ciudad. La semana pasada recorrimos Milán en busca de estas novedades.
Siguen las líneas muy limpias y minimal ya vistas, espacios casi de meditación de re-energización del cuerpo. Siguen también los aires clásicos más tradicionales, el baño de siempre. Pero hay un 'fil rouge' nuevo e interesante: una mirada hacia el pasado que coge inspiraciones diversas en estilos artísticos de inicios del siglo XX. Chispazos de art deco se distinguen en cerámicos de motivos bien geométricos, en el uso de los metales y el dorado como pivote elegante que articula este espacio. O la misma geometría se estiliza y purifica como inspirándose en la abstracción de movimientos como De Stjil, que por cierto este año cumple 100 años. Estos elementos más plásticos trasplantados a este contexto que les es ajeno consiguen refrescar la estética a veces cansada y monótona del rincón más íntimo de la casa y dan ganas de verdad de ir a darse una vuelta para ver el baño.
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Colores: verde y negro
El año pasado vimos con placer como el verde penicilina, fresco, higiénico, con ese aire entre vegetal y de laboratorio médico ascéptico, conquistaba los cuartos de baño, poco a poco en accesorios y lavabos, tendencia que continúa este 2017, más osada quizás ampliándose a las piezas voluminosas del ambiente, como la tina. La fresquísima Hollywood de Devon & Devon es un buen ejemplo, que la marca aprovecha para combinar acertadamente a la nueva Wallpaper Collection, papeles murales llenos de color y vida botánica en una verdadera oda al verde.
El color declina también en esmeralda y variantes que –como sucede en los otros muebles de la casa– continúa vigoroso esta temporada. Kartell by Laufen lo utiliza en mobiliarios como repisas, taburetes y accesorios, mientras en azulejos y cerámicos también se puede ver en acabados más complejos, más pictóricos, como Brazilian Agata de los hermanos Campana para Cementiles de Bisazza, inspirado en las texturas minerales de la piedra.
En el otro extremo de la paleta, el negro continua clásico, en dueto con el blanco o con el dorado para ambientes de look más sofisticado y complejo. Maison Valentina, que sabe de estas cosas, propone este año un espejo dorado como el sol, el Coloseum, o Diamond, un perchero para toallas todo negro y dorado brillante, que combinan perfecto con artefactos en la misma gama o por ejemplo con los mosaicos en negro Groove de Bisazza.
Terminaciones: Reverberaciones metálicas Deco
Siguiendo la ola que debutaba el año pasado, los acabados de grifería este año se instalan con fuerza en variaciones metálicas más ricas. Ya no más el cromado plateado y aburrido de siempre, sino los dorados, cobre y oro que le regalan al espacio puntos de luz más elegantes y delicados. Por ejemplo, Cristina Rubinetterie apuesta por una paleta nutridísima de terminaciones, 12 en total, desde el negro opaco, también en voga, al oro rosa o amarillo, el bronce, opacos, mate o brillantes. Para todos los gustos, para todo tipo de casas.
¿Y si solo el grifo fuese dorado y las llaves del lavamano transparentes o empavonadas como el cristal, con sus ajustes en metal? Oh, c'est magnifique! Lalique, Baccarat, Cristal et Bronze juegan con ese tipo de combinaciones que transportan a una elegancia y cuidado de otros tiempos. Y si se quiere ir un paso más allá en la onda del metal, Maison Valentina los lleva directo a la tina, al lavabo en la nueva línea Symphony. Son baños para soñar, que transportan a inicios del siglo pasado, a los años 20, tiempos de art deco, de esmóquines y trajes largos en casas enormes y fiestas elegantes a lo Gatsby.
Formas: Geometría abstracta
Esto es muy entretenido y muy nuevo. Imagínate entrar al baño y ¡oh! un detalle te transporta directo al arte abstracto ¿Mondrian, Kandinski? ¿Bloques de color que se suceden recordando a Rothko? ¡Sí, y en el baño! ¡Fantástico! Líneas rectas, óvalos y círculos perfectos, la geometría se desliza, baila complacida entre mármoles y cerámicas, captura el baño y su abstracción, ese silencio visual espléndido renueva la sala más privada de la casa con sus trazos atrevidos para un estar placentero y con carácter.
Las líneas, en un espíritu bien minimalista, se reducen al blanco y negro (¿Mondrian?), o juegan en una gama de colores neutros. Laufen sigue esta inspiración con una serie de lavamanos freestanding en fine fire clay, cuyas superficies han sido especialmente decoradas con estos motivos. La firma italiana Cielo hace también lo suyo con unos lavabos adorables, dan ganas de abrazarlos porque sus proporciones son perfectas y dulces, la redondez en plenitud. La colección se llama I Catini y fue realizada por Andrea Parisio y Giuseppe Pezzano. Son cerámicas sink con terminación cemento o 'a polvere', en las que la geometría es la prima donna. No se necesita verdaderamente nada más, ni decorativismos ni nada, solo gozar del agua en estos artefactos.
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