¿Te sobró comida? Crea platos con conchos

cocinar con conchos
Ilustraciones: Daniela Williams.

Nos lo dicen por todas partes: hay que cuidar el desperdicio alimentario, bajarlo al máximo. Lo necesitan el planeta, la humanidad y puntualmente cada uno de nuestros bolsillos. Ahora que damos la bienvenida al calor, que cambiamos ropas y hacemos limpiezas, es el momento ideal para resetearnos, agarrar todos los conchos del refri y despensa para convertirlos en gloriosas comidas con el honor de hacerse con lo que ya tenemos y más encima olvidado. Un nuevo menú –y conciencia– ha nacido.




Salsas amermeladas

Si hay un favor que hacerles a unas alitas de pollo o costillas de cerdo, es una salsa dulce. Y también al refrigerador, liberando espacio y la vista cuando se sacan todos esos frascos con raspados de mermelada prácticamente solidificada. Recordemos que al tener azúcar como ingrediente, la conservación se alarga muchísimo más allá que la fecha del envase. Entonces: agarrar todos los frascos y echarles agua hirviendo para soltar. Luego a una olla y mezclar. Si es necesario, agregar más agua o en su defecto por ítem de cantidades necesarias de la comida, más mermelada. Pueden jugar con echar fruta picada chica (berries, damascos), condimentos y hierbas. De especias quedan bien con lo dulce el comino, hinojo, pimienta. Todo en una olla, mezclan bien, enfrían y juntan con la carne en cuestión (o si quiere vegetal, vaya por la coliflor). Dejan marinar, pasan a una asadera y cocinan, terminando con unos minutos de grill para dorar.

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Póngale pino

Como chilenos entendemos perfectamente qué es un pino. La pregunta es por qué no ampliamos sus variedades. El picoteo que entendemos de carne, cebolla y aliños puede ser de mucho más, sin receta establecida y perfecto para todos los conchos de verduras (o pocas unidades) que esperan en el cajón del refri. El pedazo de zapallo, cebolla, papa, zapallito italiano, berenjena, pimentón y un largo etcétera sirven. La clave es qué queremos rellenar. Si son empanadas, simplemente una sartén con cebolla (o de la familia) salteándose, luego el resto en cubitos chicos. Siempre dejarlo enfriar antes de armar o rellenar. Pueden también hacer purés de papa/zapallo, mezclar con el resto vegetal, aliñar y listo para la empanada o raviol/canelón/caracol. Uno sin tubérculos queda bien para un pastel de papas o una tarta tipo quiche; ponen huevos batidos, queso parmesano y ya está.

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Frotar con rubs

Juntar especias y condimentos secos, mezclarlos y luego frotarlos sobre carnes para hacer costra sabrosa y aromática es lo que en inglés se designa como 'rub'. Hay tantos como la industria ha querido lanzar, algo parecido a lo que se puede hacer limpiando las especias de la casa, sacando los conchos de los molinillos o de las bolsitas abiertas y desparramadas para usarlas de una vez. Si va por el cerdo, ponga de base café de grano molido, semillas de mostaza, cilantro, las pimientas, romero, estragón y las hojas que encuentre. Frotar carne, sellar en sartén caliente con un poco de aceite y terminar en asadera con cama de cebolla al horno. Lo otro es hacer un pickle con ellas, siempre machacadas en el mortero, agua, vinagre, sal y zanahoria y nabo al frasco. Por último, todo lo que fue verde sirve para aromatizar un aceite de oliva, más un diente de ajo y ya está. Por último, toda cáscara de cítrico sirve para dar más aromas, solo basta con rallarlas.

Menestrones y sopas

Confortable y querido plato, base de muchas comidas. Presente en el cotidiano como una sopa saludable y de cariño casero. Algo así como nuestra carbonada pero sin leyes. La olla donde poder echar lo que va quedando en las bolsas de legumbres para lucirlas todas juntas. Si se quiere realmente bien hecha, hay que cocinar por separado cada una de ellas. El tiempo de una lenteja no es igual al poroto burro, al negro, arvejas, garbanzos. Luego un caldo sabroso de vegetales, algunos otros picados, opcionalmente alguna carne desmenuzada y punto, bien calentito y ya está. Igual con las pastas que van quedando. También deberían cocerse por separado y luego juntar en la olla. Si le gusta la versión seca, todo lo mencionado queda bien en ensalada que recibe bien un aliño de yogur con hierbitas.

Multigrano

Otros que aparecen en las despensas, escondidos en los estantes y campantes de posibles usos. Siempre pueden echarse a una sopa o una versión abierta y líquida de un arroz (o quínoa, por ejemplo) con leche. Olla, leche, azúcar, canela, cáscara de naranja y los granos. Al servir agregar también las semillitas que se tenga a mano. El cous cous (ya cocido) es excelente amigo de verduras que sueltan agua (tomate, espinacas, zapallitos) para usarlas de rellenos de otras verduras; por ejemplo, una berenjena. Igual que un arroz mezclado con cebollita salteada, queso y espinacas. Para un conchito de quínoa, hacerla crocante para que aporte textura y diversión. Hay que lavar y estilar muy bien. Después freír en aceite, dejar en papel absorbente y usar sobre una sopa, queso, ensalada o lo que venga.

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