Alfa Romeo festeja sus 110 años de historia con el lanzamiento de videos recopilatorios
La firma de Milán fue fundada en 1910 por el empresario Ugo Stella.
Pocas marcas en la industria pueden jactarse de una vida tan longeva como la de Alfa Romeo. Es que la firma fundada en junio de 1910 es una más del club de esos actores centenarios, que han dado forma a la historia del automóvil propiamente tal. Ahora, para conmemorar este nuevo hito -y luego de que el coronavirus arruinara sus planes para la ocasión- la integrante del Grupo FCA presenta una serie de videos recopilatorios de su rico legado. Todos han debido adaptarse y Alfa Romeo no iba a ser la excepción.
La saga se llama Storie Alfa Romeo y su primer episodio es a bordo del 24 Hp. Eso sí, la marca aclara que su historia se inicia algunos años antes.
El francés llegado de Nápoles
Hay que remontarse a unos años antes del 24 de junio de 1910, hasta un personaje singular: un francés de gran bigote. Era Pierre Alexandre Darracq, quien comenzó su carrera dirigiendo una fábrica de bicicletas en Burdeos, pero que pronto se enamoraría de los autos. Se inició fabricando autos en su país.
Luego decidió exportarlos, abriendo sucursales en Londres y posteriormente en Italia. Abrió operaciones en Nápoles en abril de 1906, pero la ciudad estaba lejos de Francia y las conexiones eran complejas. Fue entonces cuando trasladó su producción a Milán, al número 95 del distrito de Portello.
A las dificultades logísticas también debían añadirse los problemas de mercado. Las ventas de autos en Italia no despegaban y el bajo poder adquisitivo era otra traba. Para peor, en comparación con Francia, los posibles clientes en Italia tenían expectativas diferentes: los autos de Darracq eran ligeros y económicos, carecían de potencia para los gustos italianos. A finales de 1909, Darracq liquidó su empresa.
El caballero de Milán
Pero alguien más estaba convencido del potencial de la fábrica de Portello. Era Ugo Stella, director general de Darracq, se hizo cargo de la fábrica con la ayuda de algunos financieros lombardos y la garantía del Banco Agrícola de Milán, volviendo a contratar a las más de 200 personas de la plantilla. Una maniobra que parecía arriesgada... pero Stella tuvo una de las muchas y atrevidas intuiciones con las que está salpicada la historia de Alfa Romeo. Conocía bien su trabajo, había sopesado los riesgos y entendido qué autos desearían sus clientes. Además, tenía un as bajo la manga: había encontrado al hombre que los iba a diseñar: Giuseppe Merosi.
Este hombre había estado dedicado al diseño de casas en Piacenza, pero al igual que muchos jóvenes de su tiempo, se había había obsesionado con los autos y había hecho carrera en varias empresas del sector.
A fines de de 1909, Stella le pidió que creara dos modelos completamente nuevos con potencias de 12 y 24 caballos: más potentes que los Darracq, adecuados a los gustos de los clientes italianos. En su casa de Milán, en la Vía Cappuccio 17, el ingeniero trabajó día y noche, y el 1 de enero de 1910 entregó los bocetos del primer automóvil al departamento técnico.
Quizás por única vez en la historia del automóvil, el 24 Hp se creó antes de la marca que lo vendería. Estaba equipado con un robusto chasis de largueros y travesaños en chapa prensada en C, lo que permitió que carroceros como Castagna, Schieppati, Sala y Bollani desarrollaran versiones aerodinámicas y limusinas para una clientela muy exigente. El 24 Hp apuntó alto desde el principio, con un precio que rondaba los dos años de salario de un empleado.
El primer A.L.F.A. ya era un auténtico Alfa Romeo: elegante y deportivo y con un carisma inconfundible. Esta sería la fórmula mágica que ha acompañado a la marca a lo largo de su larga historia.
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