Este lunes Aston Martin anunció su acuerdo con la Fórmula 1, que lo convierte en la marca oficial del auto de seguridad y del vehículo de servicios médicos por la temporada 2021 del Gran Circo. La firma británica, que regresa a la F1 tras seis décadas y que incluso ya mostró su monoplaza para este campeonato (ver nota), pondrá en escena una versión más salvaje de su coupé Vantage y al SUV DBX, el primer familiar en su rica historia (debutó en Chile este mismo año).

Respecto del Aston Martin Vantage con vitaminas, la firma de las alas británicas destaca que será conducido por Bernd Mayländer, el piloto alemán que lleva más de dos décadas desempeñándose como estable del auto de seguridad. “La temperatura de los neumáticos de un F1 pueden caer cuando los autos giran a velocidad por debajo de lo óptimo, por tanto hacer vueltas rápidas es esencial para un auto de seguridad”. Esta responsabilidad llevó al CEO Tobías Moers a encargarle a su equipo de ingenieros un trabajo de joyería sobre el Vantage.

La marca dice que el resultado es una ganancia de 25 caballos al motor V8 4.0 litros biturubo del Vantage. Así, el biplaza inglés entrega una cifra total de 535 caballos con 685 Nm de torque, suficiente para que acelere a los 100 km/h en 3,5 segundos. Para acoplarse mejor en las curvas también se le agregó carga aerodinámica: a los 200 km/h se adicionan 156 kilos sobre el chasis, una cifra 60 kilos superior de lo que es capaz de crear el Aston Martin Vantage de serie que debutó a nivel local en agosto de 2018.

Tanto los neumáticos Pirelli como los frenos carbocerámicos son los mismos que se encuentran en el Vantage de concesionarios. El deportivo lleva incluso ductos en la parrilla que canalizan el viento en dirección a los frenos.

Para el doctor Ian Roberts, que atiende las diferentes emergencias que se producen al calor de las carreras, Aston Martin pone el flamante DBX a disposición. Este familiar hecho en Gales y presentado globalmente en 2019 (ver nota) lleva bajo el capó el mismo motor de los coupés DB11 y Vantage, aunque configurado a un diferente régimen.

Así, desarrolla 550 caballos y 700 Nm para convertirse en uno de los SUV más veloces del planeta. Puede poner la aguja del velocímetro en los 291 km/h. El DBX de la Fórmula 1 lleva un bolso médico, un desfibrilador, dos extintores y un kit antiincendios.