El deslenguado CEO que mueve los hilos de Tesla
Elon Musk es de esos personajes que aparecen de tanto en tanto en la industria a revolver el gallinero. Sus incendiarias declaraciones no dejan indiferente a nadie y hacen mover las fichas en el tablero, guste a quien le guste y le pese a quien le pese.
Elon Musk, CEO y figura de Tesla, es todas las semanas el protagonista absoluto del acontecer noticioso. Lo último que se supo del empresario sudafricano es que estalló cuando le advirtieron que no podría abrir su fábrica en California hasta el 1 de junio por el coronavirus.
Días antes de la medida restrictiva ya había amenazado con trasladar la compañía a Nevada o Texas si es que el estado californiano no la dejaba reabrir. Pero no se quedó ahí, sino que luego, igualmente, anunció la reapertura de su complejo de Fremont. “Si alguien va a ser arrestado, pido ser solo yo”, sostuvo a través de Twitter.
Declaraciones de este tipo y más controvertidas aún ha expresado por esta red social Musk, a quien la crisis por Covid-19 le ha costado varias salidas de madre. Así, por ejemplo, tildó las medidas de confinamiento obligatorio como simple “fascismo”. “Esto no es democrático, no es libertad. Dejen a la gente retomar su maldita libertad", sostuvo el creador de Tesla.
Entre sus tuits más incendiarios durante las últimas semanas, figuran también algunos que dicen relación con que los hospitales de EE.UU. conseguirían mayor dinero si tienen más pacientes con Covid-19. O que allá (en los hospitales) se estarían contando los muertos que ocurrirían en tiempos normales como fallecidos por el virus para ganar más plata.
Más allá de la crisis sanitaria y económica por la pandemia, Tesla logró cerrar el primer trimestre de un año con beneficios por primera vez en su historia. Y ya van tres consecutivos en números azules (sumando tercer y cuarto trimestre de 2019). El fabricante de autos eléctricos registró unas ganancias netas de 16 millones de dólares entre enero y marzo de 2020, frente a las pérdidas de 702 millones de dólares del mismo periodo de 2019.
Tesla sacó pecho, además, por sus colocaciones, pues logró en el primer trimestre de este año vender más autos que nunca. En total, 88.400 vehículos, lo que supone un 40,3% más que en el mismo periodo de 2019.
Balance que puso contentos a los inversionistas de Tesla, disparándose en la Bolsa, con más de un 10% de revalorización. Incluso, logró superar así la barrera de los US$ 800 por acción.
Pero claro, bastó que Musk abriera la boca para que el mercado bursátil cambiara de opinión. Y es que luego de que el ejecutivo asegurara en Twitter que el valor de las acciones de la compañía estaba “demasiado alto”, los títulos de Tesla cayeron rápidamente hasta los 718 dólares.
No es, en todo caso, la primera polémica de Musk a cuenta del valor de Tesla. En 2018, anunció su intención de convertirla en una empresa privada, fuera de cotización. “Tengo los fondos asegurados para ello”, afirmó, situando el momento de la compra cuando las acciones costaban 420 dolares. Eso alteró su valorización, que terminó por desplomarse días después, cuando confesó que no contaba con esos fondos.
Lo que vino después fue una demanda por fraude de valores del SEC, el regulador bursátil en EE.UU. Un mes después, se llegó a un acuerdo en el que Musk renunciaba a ser presidente de Tesla por tres años, aunque se mantendría como CEO, aparte de pagar una multa de 20 millones de dólares. Posteriormente, se comprometió a que todos los mensajes de este tipo los consultaría antes de publicarlos con sus asesores. Por el momento, la SEC no se ha pronunciado sobre el último.
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