Como un buen atleta, el Porsche Taycan sigue colgándose medallas al pecho. Si incluso antes de salir a producción el deportivo eléctrico se anotó con el record de Nürburgring para un coupé de su clase y en 2020 recorrió 40 km yendo de lado y en círculos (ver nota), ahora las noticias vienen de Estados Unidos y dicen relación con otro particular hito: el piloto Leh Keen aceleró el Porsche Taycan hasta 165,1 km/h en el interior de un centro de exposiciones en New Orleans. Con ello, estableció el récord mundial de la velocidad más alta alcanzada por un vehículo en un edificio cerrado.

El anterior Record Guinness para la velocidad más alta alcanzada por un vehículo en interior era 138,4 km/h. Las reglas estrictas aplicadas por Guinness World Records intimidan a cualquiera: Keen tenía que empezar y terminar su intento de récord con el auto estacionado. No podía ser en inclinación, ni contar con una red de seguridad, ni tampoco puertas abiertas, de manera que no hubiera ninguna vía de escape. Por ello, la anterior marca se mantuvo imbatida durante siete años.

Keen se puso a bordo del Taycan Turbo S, un modelo con tracción en las cuatro ruedas para maximizar el agarre, potentes frenos carbocerámicos y capacidad para acelerar hasta 100 km/h en solo 2,8 segundos. La selección del edificio fue difícil, pero el elegido fue el Centro de Convenciones Ernest N. Morial, de New Orleands, en Louisiana.

“No aprecié realmente la magnitud del intento de récord hasta mi primer ensayo. La superficie es tan imprevisible, tan resbaladiza, que tienes que confiar plenamente en tu auto. Es realmente como el hielo y estás acelerando a fondo mientras te acercas a un muro realmente duro. De repente sientes que un espacio enorme como el que teníamos parece muy pequeño”, dijo Keen tras su intento de récord. “Podía sentir cómo los sistemas del Taycan actuaban para mantenerme en la línea recta. Fue una hazaña impresionante. Acelerar con tanto empuje en una superficie tan variable fue increíble. En ningún momento dudé de que pudiera hacerlo”.

La estrategia de Keen consistió en ir acelerando progresivamente, con tandas de prueba a baja velocidad. Los neumáticos de carretera de serie fueron precalentados por precaución. Cuando llegó el momento de batir el récord, bastó con un solo intento.

“Me tomé un momento en la línea de salida, sabiendo que iba a tener que ir lo más rápido posible y volver a parar, todo antes de llegar al muro que me esperaba al final. Utilicé el launch control y el Taycan simplemente se catapultó. La sensación de velocidad en el interior, incluso en un espacio tan grande, es enorme. Ese muro se acercaba muy rápidamente. Al final, los frenos del Taycan estuvieron más que a la altura. Por supuesto, no me fijé en mi velocidad, así que fue una sorpresa y un alivio saber que había batido el récord por un margen tan grande. Fue una adrenalina total. Estoy agradecido de Porsche por confiar en mis habilidades, por sus preparativos y entusiasmo: 165,1 km/h dentro de un edificio. ¿En qué estaba pensando?”.

Jueces independientes confirmaron el Record Mundial Guinness de la velocidad más alta alcanzada por un vehículo dentro de un edificio: el libro dirá “165,1 km/h, establecido por Leh Keen en el Centro de Convenciones de New Orleans con un Porsche Taycan Turbo S”.