Por estos días el ex piloto brasileño, Emerson Fittipaldi se encuentra en líos con la justicia de su país, luego de que ésta ordenara embargar sus autos y trofeos, como garantía de pago de una deuda de más de 416.000 reales.

El proceso judicial fue iniciado por la compañía Sax Logística, contratada para el transporte y trámites aduaneros de autos y equipos para la última etapa del Campeonato Mundial de Resistencia, disputado en San Pablo. Servicios que no fueron cancelados y cuyo monto con multa más intereses asciende a poco más de 80 mil dólares.

La medida la tomó la jueza de la 35ª Sala Civil de Sao Paulo, Fabiana Marini, en respuesta a la defensa del bicampeón de Fórmula 1, que había solicitado anular el embargo de los bienes mencionados, pedido que fue negado por la magistrada.

La defensa alegaba que los vehículos y trofeos en cuestión no son propiedad del brasileño, sino que pertenecen al museo que lleva su nombre. Sin embargo, el museo tiene la misma dirección que la oficina del Fittipaldi, por lo que la jueza mantuvo el empeño.

“Me niego a acoger la solicitud de suspensión del cumplimiento de la orden de embargo, teniendo en cuenta que el domicilio en que se llevará a cabo pertenece a la empresa ejecutada y que, coincidentemente, es el mismo domicilio del Museo Fittipaldi, indicando, en teoría, una evidente confusión patrimonial”, dijo la jueza.

Entre las piezas que forman parte del museo, se encuentra el automóvil del equipo de Penske, en el que Fittipaldi ganó las 500 Millas de Indianápolis y la IndyCar de 1989. Además del bólido Copersucar 1976, de la escudería Fittipaldi, único equipo que Brasil ha tenido en la Fórmula Uno.

Actualmente, el brasileño de 75 años, quien fue el primer campeón brasileño de una temporada de F1, tiene una precaria situación financiera que arrastra desde hace varios años, con deudas que sumarían más de 27 millones de reales, unos 5,2 millones de dólares.