No es un hecho aún, pero el presidente de Francia, Emmanuel Macron tiene como objetivo impulsar la fabricación de baterías hechas en la Unión Europea y eliminar las subvenciones públicas que actualmente tienen casi todos los vehículos eléctricos.

En la actualidad, comprarse un auto eléctrico es costoso, pero no tanto en otros países, por ejemplo en Francia las ayudas a la compra de uno de ellos llegan hasta los 5.000 euros, algo así como 4,2 millones de pesos solo si el precio no supera los 47.000 euros (40 millones de pesos) y el peso sea inferior a 2.400 kg.

Según el propio Macron declara que las baterías que no se fabrican en Europa no cumplen con las normas medioambientales de producción y además tiene la intención de darle “una mano” a las baterías que se fabrican en el Viejo Continente.

“La bonificación ecológica por la compra de un coche eléctrico se reformará para tener en cuenta la huella de carbono de su producción y favorecer así a los vehículos fabricados en Europa. Se trata de apoyar las baterías y los vehículos eléctricos que se producen en Europa porque su huella de carbono es buena”, señaló el presidente de Francia.

En concreto, aún no se revelan cuáles serían los criterios exactos, pero se planea que a fin de año tenga una propuesta con mayor claridad. Eso sí, diferentes medios internacionales afirman que los autos eléctricos y su batería fabricada en China, cuyo carbón tiene un peso superior al 50% se quedarían fuera.

Esto beneficiaría a las marcas francesas y al grupo Stellantis, pues son las únicas marcas que fabrican en Europa autos eléctricos a menos de 47 mil euros. En tanto, el principal perjudicado sería Tesla con sus modelos de acceso, tales como el Model 3 RWD y el Model Y RWD, ambos fabricados en China.