Goodyear y su aporte en la llegada del hombre a la luna

Han pasado 50 años desde que la misión del Apollo 11 permitió la llegada del hombre a la luna. Los astronautas estadounidenses Neil Armstrong y Buzz Aldrin estuvieron poco más de dos horas fuera de la nave espacial, lo suficiente para pasar a la historia, al igual que la nave que tenía algunos componentes suministrados por Goodyear.

Si bien es cierto que cuando hablamos de Goodyear, lo primero que se nos viene a la menta son neumáticos, aunque lo cierto es que en julio de 1969 el fabricante suministró varios productos a la nave espacial Apollo 11. Por ejemplo, los topes que permitieron a los vehículos que los transportaban colocar los misiles en las plataformas de lanzamiento. Luego, un sistema de limpieza y acondicionamiento que permitió que por los motores circularan nitrógeno, oxígeno e hidrógeno. El marco de la venta del módulo de control y el panel en el que estaban equipados los instrumentos de aterrizajes también fueron proporcionados por Goodyear.

Y luego de la llegada del hombre a la luna, cuando el Apollo 11 aterrizó en el océano a su regreso a la Tierra, las las cápsulas de flotación -hechas por Goodyear- fueron las encargadas de mantener la cápsula en posición vertical para permitir que los astronautas ingresaran a las balsas de salvamento.

Pero la relación y experimentación de Goodyear con el mundo espacial sigue hasta hoy con el SpaceX CRS-18, el próximo desafío de la NASA, que este domingo 21 de julio se dirigirá hacia la Estación Espacial Internacional (ISS). Aquí, en un entorno de microgravedad, Goodyear estudiará la formación de componentes de sílice, un material común utilizado para la producción de neumáticos en serie. Al adquirir información de esta prueba, los ingenieros y los científicos podrán determinar si se pueden usar formas únicas de sílice precipitada para mejorar el rendimiento de los neumáticos.