Honda Civic Si: La esencia deportiva tiene nueva fórmula

Las tendencias dentro de la industria automotriz pueden cambiar, pero lo que provocan los vehículos deportivos no pasará nunca de moda entre quienes disfrutan de la adrenalina que entregan aquellos modelos que van como un dardo a la emoción. Es lo que nos dejó nuestra prueba al Honda Civic Si, la variante más radical a la venta en Chile del exitoso modelo japonés.

Todo empieza con el diseño, muy agresivo y no apto para quienes gustan de pasar más desapercibidos, como lo pueden hacen con un Volkswagen Golf GTi. Acá, las líneas afiladas, la silueta con forma de cuña que favorece la aerodinámica, la máscara de alas negras con grandes tomas de aire, las llantas de 18'', la salida de escape central y el gran alerón trasero hacían que las miradas fuesen constantes en la calle.

Esa esencia deportiva se fortalece al entrar a este tres puertas, otra virtud a destacar del Honda Civic Si Coupé en un momento en el que este tipo de carrocerías está en franca retirada. Apertura de puertas lo suficientemente amplia para quienes ingresan a las butacas traseras y un habitáculo en donde todos los elementos apuntan a generar un ambiente racing, desde los asientos envolventes con el emblema Si en el respaldo, a las pedaleras de aluminio, las costuras rojas y el pomo deportivo. Tomando la idea de un viejo refrán, un deportivo no solo debe serlo, también parecerlo, y en este caso se logra con creces.

» Ágil y agresivo

Independiente de la estética, la evaluación final del Honda Civic Si pasará por lo que entrega al volante. Es lo que define a este tipo de vehículos. Para empezar, una de las grandes novedades que se estrenó en esta décima generación del Civic fue la incorporación de un motor turbo (1.5 litros), que logra enviar al eje delantero 205 Hp (superando por primera vez la barrera de los 200 caballos) con un par de 260 Nm.

Si bien los números son relativamente similares a la edición anterior (197 Hp), la verdad es que la experiencia de manejo tiene diferencias. Se mejora la puesta en pista gracias a un chasis más ligero y más rígido, lo que no solo permite gran agilidad en ciudad, sino también al acelerar en autopistas y enfrentar con seguridad las curvas, de hecho, en ese ambiente es cuando más disfrutamos su manejo.

El trabajo de la caja mecánica de seis marchas es otro elemento a destacar. De relaciones cortas y precisas, nos permite ir "jugando" con la exigencia que queremos imprimir al volante, sin defraudarnos en ningún momento, especialmente cuando sobrepasamos las tres mil o cuatro mil vueltas, instante en que el vehículo se comienza a sentir a sus anchas, y más aún si llevamos el modo de manejo Sport, donde se hace más fina la dirección, amortiguación y la aceleración.

A diferencia de la generación precedente, gracias al turbo, es en el rango medio donde consigue su mejor performance y ya no es necesario superar las siete mil vueltas para lograr su peak. A los ultrapuristas les podrá disgustar este cambio -la línea roja está a 6.500 rpm-, pero lo cierto es que es mucho más sencillo de manejar, sin perder agresividad.

Sitio web de Honda en Chile.