El Mazda CX-5 y el ‘grandote’ CX-9 suman más equipamiento
Los dos familiares de la compañía de Hiroshima se ponen al día con contenido material.
A mediados de septiembre, Mazda estrenó la actualización del Mazda 2, el sedán y hatchback del segmento B que es el integrante más pequeño de la firma nipona en Chile. Ahora, Mazda se preocupa también de los mayores, en concreto del SUV de tres filas de asientos CX-9 y del popular familiar mediano CX-5, que, al cierre del tercer trimestre, sigue encaramado en el Top 10 de su nicho, con 1.472 patentamientos (inscribió 466 en septiembre). Los dos ganan ligeras mejoras en términos de conectividad, seguridad y tecnología.
Del menor al mayor, el Mazda CX-5 (fue lanzado en 2017) innova con una nueva llave de séptima generación y la pantalla central pasa a ser de 8″ (anteriormente era de siete pulgadas). En el apartado seguridad, el frenado de emergencia autónomo (disponible solo en las tres versiones más altas), esta vez llega mejorado y es capaz de detectar peatones incluso durante la noche.
Respecto del Mazda CX-9, el modelo más grande de la marca asiática, el interior pasó a ser en tono Oriental Brown tanto en los asientos como en aplicaciones dentro de la cabina. Igualmente, se añade una segunda fila deslizable de manera eléctrica para facilitar el acceso a las plazas de la tercera corrida de asientos y el portalón de apertura ‘manos libres’ es ahora de serie.
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