Mercedes-Benz celebra los 75 años desde que se le permitió volver a fabricar vehículos después de la guerra
En noviembre de 1945 la flecha plateada fue autorizada para volver a echar a andar su producción, aunque en un primer minuto solo como fabricante de comerciales.
Seguramente no sea el aniversario que Mercedes-Benz celebre con más ganas, pero igualmente forma parte de su rica historia. El 11 de noviembre de 1945, la marca con sede en Stuttgart recibió de parte de los Aliados la autorización para fabricar vehículos comerciales sobre la base del Mercedes-Benz W 136, modelo que se había presentado originalmente en 1936, previo al estallido de la II Guerra Mundial. Los autos pudieron volver a ensamblarse recién a mediados de 1947. “Las imágenes dan cuenta de cuán importante fue este hito tanto para la compañía como para el público”, dice Mercedes-Benz en un comunicado.
Recién conseguido el visto bueno de Estados Unidos (la potencia que administraba el occidente de Alemania), Mercedes-Benz se movió rápido para tomar una decisión: trasladar la cadena de montaje de autos de pasajeros desde Untertürkheim a Sindelfingen, una idea que ya rondaba en la década del 30. La razón era que transportar carrocerías desde Sindelfingen hasta Untertürkheim, atravesando el valle de Neckar, resultaba más complicado que llevar los componentes desde Untertürkheim a Sindelfingen. El 22 de febrero de 1946 un motor 1.7 litros de cuatro cilindros fue el primero que salió de la planta de Untertürkheim, después de la II GM.
El Mercedes-Benz W 136 se produjo entre 1935 y 1942, y permaneció sin grandes modificaciones para ser la base de vehículos comerciales, tales como ambulancias, camionetas y radiopatrullas. El chasis en X fue reforzado para soportar las nuevas labores del trabajo, por lo que el bastidor se hizo 40 kilos más pesado. La velocidad del vehículo se bajó de los 108 km/h que alcanzaba el sedán, a solo 80 km/h para estas improvisadas versiones comerciales.
Mercedes-Benz dice que la escasez de materias primas supuso un importante desafío al ingenio. Así por ejemplo, casi no había chapas de metal disponibles. Como resultado, las separaciones de la cabina consistían en tableros de madera aligerada, algo que ya se había utilizado para una gran cantidad de camiones durante la guerra.
Las puertas se cerraban simplemente con cerraduras. Debido también a la improvisada materialidad, durante el invierno las cabinas eran frías en extremo; sin embargo, los ocupantes estaban bien protegidos del viento en contra. Los instrumentos con diales negros eran idénticos a los de los antiguos todoterrenos de las Fuerzas Armadas alemanas. A finales de 1946, se fabricaron 183 vehículos comerciales pequeños en diversas variantes y, adicionalmente, 31 ambulancias.
Más tarde, en julio de 1947, Mercedes-Benz lanzó el cuatro puertas 170 V Saloon. El precio de 6.200 marcos imperiales fue fijado por la autoridad y, aunque parezca increíble, el vehículo no estaba a libre disposición. Quien quisiera uno tenía que probar que verdaderamente lo necesitaba. Según la firma germana, esto se tradujo en que el auto se transara en el mercado negro en hasta 120 mil marcos, una cifra astronómica comparada con su tasación inicial. Tras la reforma monetaria de 1948, el 170 V Saloon fue revalorizado en 8.180 marcos alemanes (la nueva divisa).
En los números, el balance reveló que en 1947 se fabricaron 581 autos de pasajeros y 464 comerciales. En 1948 esta cifra se estiró a 4.500 autos y 616 comerciales. Un año después, Daimler-Benz produjo 12.719 vehículos de pasajeros y 382 comerciales, todos por supuesto sobre la base del único modelo en producción (sin contar la línea de camiones). Evidentemente, y el tiempo así lo demostraría, la marca creadora del automóvil estaba de regreso...
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