Royal Dutch Shell, más conocida como Shell, se ha convertido en la primera compañía condenada a reducir sus emisiones de CO₂ en pos de la lucha contra el cambio climático. Una sentencia histórica, que ha sido dictada por el tribunal de La Haya y que obliga a la petrolera a reducir para finales de 2030 un 45% sus gases contaminantes en comparación con los niveles de 2019.

El fallo atiende a una demanda presentada en abril de 2019 por siete grupos ecologistas, incluidos Greenpeace y Friends of the Earth Netherlands (FoE) junto con 17.000 ciudadanos holandeses. La acusación esgrimía que la política de Shell amenazaba los derechos humanos con sus inversiones multimillonarias en la producción de combustibles fósiles.

Ahora, luego de dos años, dicha demanda termina en una sentencia histórica, donde, por primera vez, se obliga legalmente a una empresa a alinear sus políticas con el Acuerdo de París. “Esperamos que este veredicto desencadene una ola de litigios climáticos contra los grandes contaminadores, para obligarlos a dejar de extraer y quemar combustibles fósiles”, afirmó FoE en su cuenta de Twitter.

Shell afirma estar decepcionada y planea apelar el fallo. Sobre todo porque la propia petrolera angloholandesa se había comprometido este año a recortar sus emisiones un 6% para el 2023, un 20% para el 2030, un 45% para el 2035 y un 100% para el 2050, siempre en base a niveles del 2016.

Sin embargo, el tribunal dijo que “la política climática de Shell no es concreta y está llena de condiciones, por lo que no resulta suficiente. La conclusión del tribunal es, por lo tanto, que Shell está en peligro de violar su obligación de reducir y, por lo tanto, el tribunal emitirá una orden sobre RDS”.

En cualquier caso, el fallo deja factible la posibilidad de que las emisiones sean compensadas con medidas que resten CO₂ de la atmósfera, como, por ejemplo, con una plantación de árboles.

Si bien Shell es la primera condenada, podría no ser la única en un futuro próximo. En la actualidad hay unas 1.800 demandas relacionadas al cambio climático, según cifras del ClimateCaseChart citadas por Bloomberg. Sin ir más lejos, la británica BP o la francesa Total también han recibido críticas por fijas metas de reducción de emisiones poco osadas.