Adam Raz, historiador: "Los rehenes son algo muy importante para los israelíes"

Benjamin Netanyahu en un evento ceremonial en Givatayim. Foto: Reuters
Benjamin Netanyahu en un evento ceremonial en Givatayim. Foto: Reuters

Desde los motivos para que los ataques continúen hasta la manera en que el gobierno concibe la guerra, el experto explica cómo ven los israelíes el conflicto. "Netanyahu ve a los rehenes como una forma de mantener la guerra”, plantea.


Una negación estratégica. Con esas palabras describe Adam Raz la manera en que los israelíes observan y en general evitan hablar de lo que ocurre en Gaza y Cisjordania. Más allá de los miles de muertos y los orígenes históricos del conflicto con Palestina, se trataría de una opinión pública que habría optado por “cerrar los ojos”.

En diálogo con La Tercera, el historiador -miembro del Instituto Akevot para la Investigación del Conflicto Palestino-Israelí- comenta lo que ocurre en Medio Oriente y el modo en que la guerra es vista en el mundo político y la sociedad israelí.

¿Ha cambiado el relato de la guerra por parte del gobierno de Benjamin Netanyahu?

De hecho, para nada, y la base del gobierno sigue siendo la misma. Tenemos la derecha y la extrema derecha, con elementos radicales, con judíos ortodoxos. Y esa es la base de la coalición de Netanyahu, que ya lleva dos años desde la última elección. Así que la base del gobierno de Netanyahu está en la extrema derecha. Eso se puede ver en la política interna y, por supuesto, en la política exterior. Y también en la forma en que se lleva a cabo la guerra, y cuál es el objetivo de esta coalición o del gobierno en la guerra en Gaza.

Palestinos observan los daños tras el retiro de las fuerzas israelíes del campo de refugiados de Jabalia, en Gaza. Foto: Reuters
Palestinos observan los daños tras el retiro de las fuerzas israelíes del campo de refugiados de Jabalia, en Gaza. Foto: Reuters

Usted ha dicho que había elementos “de venganza” en la guerra en Gaza. ¿Es un elemento importante en el desarrollo del conflicto?

Hay un elemento importante en esto de la “guerra de venganza”. ¿Qué es la venganza? La venganza no es un modo estratégico de conducir una guerra, no es un objetivo: es el modo en el que un gobernante consigue la aprobación y legitimación del público para su guerra. Y cuando hablo de una “estrategia de venganza”, me refiero particularmente a los primeros 20 días de la guerra, porque del 7 al 27 de octubre hubo una campaña de bombardeo aéreo estratégico. Esto es antes de que las Fuerzas de Defensa de Israel pusieran su pie en Gaza. Esto es lo que yo llamo la situación Dresden, convertir Gaza en Dresden. No había ninguna lógica estratégica en este bombardeo. ¿Por qué? Porque todos los líderes y milicianos de Hamas estaban en los túneles. Israel optó por bombardear a la población civil. Y Netanyahu obtuvo la aprobación de esta política por parte de la sociedad israelí en gran medida, incluso de personas de centro y de izquierda. Y a partir del 27, después de 20 días de bombardeo, empezó la política de ocupar Gaza. Desde luego, todo es parte de la política de venganza, porque no hay una lógica detrás de esto.

¿En qué sentido?

La única solución para Gaza es que sea gobernada por la Autoridad Palestina, por la OLP. Esta es la única buena solución. Nadie va a salir de la zona, nadie. Entonces la única solución es dividir la tierra en dos países. Ahora, el único partido político, la única potencia que puede tomar Gaza y gobernarla de manera pacífica es la Autoridad Palestina. Netanyahu y su coalición están en contra del regreso de Mahmoud Abbas a Gaza, lo que significa que no están dispuestos a hablar del día después. Y así es como Netanyahu conduce la guerra, sin tener idea de lo que sucederá al día siguiente.

¿Cómo está gestionando Netanyahu toda la situación con los rehenes? ¿Lo está afectando en términos políticos esa situación?

Al final, es una herramienta para un fin. Netanyahu ve a los rehenes como una forma de mantener la guerra. Netanyahu necesita la guerra, no porque le fascinen las bombas, sino porque le ayuda para seguir en el poder. Así que los rehenes son un instrumento político para continuar la guerra. Para nosotros, los judíos israelíes, es muy importante que vuelvan los soldados, que vuelvan los civiles que fueron secuestrados. Es parte del ethos, por así decirlo, de la nación israelí desde que se estableció el país en 1948. Los rehenes son algo muy importante para los israelíes. Ahora, la mayoría de ellos, como sabemos ahora, están muertos. Pero la continuación de la guerra está en ello. En el último año Israel y Hamas tuvieron conversaciones sobre los rehenes. Pero no se puede, es imposible, recuperar a los rehenes sin un alto el fuego. Y Netanyahu está en contra de un alto el fuego.

Escombros en la ciudad de Khan Younis, Franja de Gaza. Foto: Reuters
Escombros en la ciudad de Khan Younis, Franja de Gaza. Foto: Reuters

¿Hay un movimiento antiguerra, o las manifestaciones contra Netanyahu están más centradas en la liberación de los rehenes?

No creo que exista un movimiento antiguerra acá. Tenemos que entender la esencia de las manifestaciones, y no son manifestaciones de izquierda. Es una manifestación de gente que quiere poner fin a la guerra, liberar a los rehenes. Una parte de ellos está en contra de la solución de dos Estados. Una parte de ellos está en contra de Abbas. Las manifestaciones no son contra el gobierno. Es solo para mantener, y esto es importante, la cuestión de los rehenes en el primer plano de los titulares. Porque Netanyahu intentó dejarlo de lado.

Usted ha escrito sobre la idea de “negación estratégica” en la que viviría Israel respecto de las víctimas de los ataques en Palestina.

Creo que esto es algo importante en la historia de Israel. Los israelíes están negando al pueblo palestino las causas de la guerra en Gaza. No sé si la palabra fácil es correcta, pero es más fácil hablar del sufrimiento de tu propio pueblo, y para nosotros es más fácil hablar del horrible crimen que Hamas cometió en el 7 de octubre.

No sé si es una situación exclusivamente israelí, pero, por supuesto, los israelíes están cerrando los ojos ante el sufrimiento del pueblo palestino. Para muchos israelíes, incluso en la izquierda, es muy, muy difícil abrir su corazón, si se quiere, para entender lo que su país está haciendo en su nombre.

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