Bolivia denuncia a Evo Morales ante OEA por “instigar protestas”

Evo

Esta acción constituye un nuevo intento del gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez pára aumentar la presión internacional sobre los simpatizantes del exmandatario -que rechazan el aplazamiento de las elecciones presidenciales del 6 de septiembre al 18 de octubre-, a que suspendan las manifestaciones para que sea posible transportar tanques de oxígeno y socorrer a los enfermos de Covid-19.


El gobierno de la presidenta interna Jeanine Áñez denunció el viernes al exgobernante Evo Morales ante la OEA porque dice está instigando protestas que dificultan combatir la pandemia en Bolivia.

La denuncia constituye un nuevo intento de aumentar la presión internacional sobre los simpatizantes de Morales a que suspendan las manifestaciones para que sea posible transportar tanques de oxígeno. En el quinto día de bloqueos de rutas perdieron la vida 31 personas enfermas de Covid-19, informó el gobierno.

Los manifestantes afines al exmandatario, que gobernó el país casi 14 años, rechazan el aplazamiento de la fecha de las elecciones presidenciales del 6 de septiembre al 18 de octubre.

“Esta situación se agrava por las acciones de sectores políticos que -dirigidos e incitados por el expresidente Morales- atentan contra los derechos humanos de las personas que sufren Covid-19 y de la población en general”, dijo la canciller boliviana Karen Longaric, quien participó de manera virtual en la sesión extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos, solicitada por Bolivia.

“Estos sectores inescrupulosos no ocultan su naturaleza antidemocrática. Buscan el caos, la confrontación y la muerte para encubrir catorce años de despilfarro, corrupción y abusos, e imponer su agenda autoritaria”, agregó.

Solicitó también a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que muestre “imparcialidad” en el capítulo boliviano y le exigió dejar de ser “portavoz” del exmandatario.

Poco después intervino el director de Epidemiología de Bolivia, Virgilio Prieto, quien explicó que en La Paz murieron 23 personas, otras tres en Cochabamba y cinco en Oruro por la falta de oxígeno medicinal, esencial para los pacientes que están en terapia intensiva e intermedia.

“La bajeza de pretender obtener réditos políticos del sufrimiento del pueblo ante esta situación de salud es inadmisible. Reiteramos que es inmoral e indigno jugar a la política con la vida de la gente”, dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, tras escuchar a la canciller.

El candidato Luis Arce del Movimiento al Socialismo -el partido del exgobernante- criticó en las redes sociales que la OEA no vea también las irregularidades del actual gobierno, en referencia a la compra de 179 respiradores con sobreprecio en plena pandemia.

Mientras tanto, en el principal hospital de maternidad en La Paz, 11 bebés prematuros se encontraban en riesgo porque al centro de salud sólo le quedaba oxígeno para poco más de 11 horas.

“Pedimos que nos ayuden a salvar vidas; nos quedan un poco más de 12 horas de oxígeno”, declaró el neumólogo Jorge Tejerina a la televisora Red Uno.

El Ministerio de Salud reportó 1.468 casos nuevos de COVID-19 y 59 fallecidos, con lo que en el país ya suman 87.891 y 3.524 decesos.

Bolivia intenta recuperarse de una crisis política y social tras las fallidas elecciones del 20 de octubre de 2019 luego de que hubo denuncias de fraude a favor de Morales, lo cual generó una convulsión que derivó en la renuncia del presidente el 10 de noviembre. Dos días después asumió Áñez con la misión de convocar a nuevos comicios.

En un principio las elecciones fueron convocadas para el 3 de mayo, pero a raíz de la pandemia fueron retrasadas al 6 de septiembre y posteriormente al 18 de octubre. El presidente de Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, explicó que la decisión se debe al incremento acelerado de contagios y fallecidos.

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